El miércoles 15 a las 21 hs. en la Sala Juan Carlos Dávalos se proyectó la película de Jorge Cañazares, editada en 1981: “El hombre olvidado”. El cineasta norteño se emocionó por este Ciclo de homenaje que se celebra en su nombre. Agradeció a Sandra Rodríguez y a Humberto Martínez por esta “sorpresa”, y también a la Secretaría de la Cultura por su aporte y participación. Muy emocionante encuentro con su gente y con su trabajo, luego de la gran confesión de su vida: “mis películas me consumieron mi pequeña fortuna”. Y la frase inmortal: “No se puede salvar el mundo con un sueño pero vale la pena intentarlo”.
De los funcionarios de la Secretaría de la Cultura presentes rescato las siguientes frases: “En El hombre olvidado se ve el compromiso de un realizador” (de Verónica Ardanaz) y “Jorge es un pionero y precursor del cine en Salta… dentro del cineasta hay una persona que ha entregado más que su talento… nos impresiona su testimonio de vida.” (de Gori Caro Figueroa).
Jorge Cañazares expresó, a punto de lágrimas: “Este material se deja ver. Mis películas están en la corriente del neorrealismo italiano”. Aclaración: “hay una película que no les voy a mostrar porque no me gusta como quedó”. La explicación: se trata de cine escéptico, sin decorados; la historia es el personaje en sí con sus luchas, sus alegrías, sus fracasos; se trata de mostrar al hombre marginado con sus luchas. “Antes era subversivo mostrar pobres en la pantalla”. (Ahora hasta es una constante). Definió a El hombre olvidado como un canto a la soledad; a El hombre de arena como un canto a la libertad; a su próxima película (que no veremos) como un canto a la amistad y finalmente, a De halcones y palomas , como la historia de un amor desesperado.
Se refirió, Cañizares, al gran salto económico que se dio en el cine, a partir de lo cual con una grabadora, una cámara digital y una computadora casera se puede realizar una película mientras que antes se necesitaban cientos de miles de dólares.
“En una sociedad de valores degradados tenemos que imponer valores”-destacó. Entre ellos: la nobleza, la honestidad y el desinterés.
Recalcó varias veces que le hubiese gustado seguir filmando y contó que cuando creció en conocimiento se le acabó el dinero, por lo que no pudo seguir haciendo cine.
Cabe aclarar, que sus películas no fueron estrenadas comercialmente, y quizá la de mayor resonancia sea El hombre de arena , protagonizada por el salteño Jorge Rodríguez junto a la reconocida actriz Ana María Picchio.
Los funcionarios de la Secretaría de la Cultura, entregaron un ramo de flores al cineasta y la grabación de sus películas en DVD. Por un momento, creí que le devolvían, a Jorge Cañazares, su pequeña fortuna. Y bueno, soñar no cuesta nada. Es un buen final para escribir la historia de este “Hombre recordado”.
El documental editado fue conmovedor, un obsequio de la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Un hombre olvidado
Jorge me comenta que son “mis propias elucubraciones”, cuando le pregunto sobre el guión, aunque dice “todos podemos reconocernos en él”. Sobre el actor me cuenta que ya murió, era jujeño, según me dijo, se trata de Oscar Quiroga.
Cristino Choque es el protagonista de El hombre olvidado . Un barrendero solitario que vive en un rancho. Fue descendido de categoría y trabaja en la perrera. Bebe para olvidar y llenar su vacío. Cristino es un perro más de la perrera y representa al obrero devaluado en el sistema patronal, sin fuerza para el reclamo y sin poder. Un desclasado. Lo más llamativo de este personaje es que tiene una tortuga: Susana, a quien le habla y con quien logra sacar su fuerza para hacer el papel del que se para frente al patrón para exigir un justo reconocimiento a su oficio.
A Cristino le queda el suicidio pero ni siquiera tiene el valor de hacerlo y se queda llenando paisajes internos entre los cerros al compás de un bailecito quebradeño, deshecho y dolorido. El barrendero ha sido “barrido” del mundo.
Una película emotiva que subraya la marginalidad de un peón olvidado por el sistema.
Mario Cañazares
Se desempeñó como guionista, productor y director de sus películas.
En el año 1978 y luego de reunir un capital que le permita cumplir con una vieja vocación, se trasladó con su familia a capital federal donde se dedica de lleno al cine, formándose en distintos institutos, entre ellos la Escuela Panamericana de Arte bajo dirección de Octavio Gettino. En 1980 viajó a Europa y adquiere equipos para su Productora que funcionó en la calle Mitre 653 de nuestra ciudad.
En 1981, filmó su primer largometraje, en calidad de guionista, productor y director, “El hombre Olvidado”, en 1982 “El hombre de Arena”, y en 1986, “De Halcones y Palomas”.
Sus producciones contaron con actores locales como Jorge Rodríguez, Cecilia Sutti, la actriz tucumana Teresita Terraf, el actor jujeño Oscar Quiroga y actores de Buenos Aires como Ana María Picchio, Antonio Grimau, Alberto Closas, Cristina Murta y Ulises Dumont; y del extranjero, como Alberto Closas, protagonista de su último largometraje.
Programa
– Martes 21 de octubre a las 21:00hs:
Proyección del largometraje “El hombre de arena” (1983), sala Mecano de la Casa de la Cultura.
– Jueves 27 de octubre a las 21:00:
Proyección del largometraje “De halcones y palomas” (1986), sala Juan Carlos Dávalos.
La entrada es libre y gratuita.
