El acto de entrega de medallas al personal que cumple 20 y 25 años ininterrumpidos de trabajo, se desarrollará el 28 de agosto en el salón privado de la presidencia del diario, durante los festejos por el 63º Aniversario de Clarín, fundado por el Dr. Roberto Noble, allá por el año 1945. De la ceremonia, participa doña Ernestina Herrera de Nobles, dueña del Grupo Clarín.
No muchas veces en Salta, ocurren homenajes en vida y reconocimiento a la trayectoria. Este es el caso de Jesús Rodríguez, profesional incansable y hacedor del periodismo a nivel nacional. Sus continuas contribuciones a la cultura y a la sociedad salteñas, con noticias exclusivas y de relevancia temática, son un ejemplo a seguir para quienes se dedican a este trabajo. En diálogo exclusivo con Salta 21, nos relata sus vivencias frente a este momento único y habla sobre sus hallazgos recientes, entre otras cosas.
– A pocas horas de viajar, ¿qué sentís en este momento de tu vida?
– Si te dijo nada en especial, falto a la verdad. Siento que pasaron 25 años de mucho esfuerzo, sinsabores y gratitudes. Pero en el balance final, pesan más las gratitudes.
– ¿Te cansó alguna vez ejercer esta profesión?
– A quién no le cansa la rutina de un trabajo. Pero todavía no perdí la ansiedad por salir a donde sea a cubrir una nota. En cada viaje, aprendí y sigo aprendiendo muchas cosas.
– Te conocés toda Salta…
– No. Me falta conocer Nazareno, aunque en un viaje a Santa Victoria oeste, vi de lejos sus cerros y me imagino su gente, sus costumbres, sus casas de adobes, los rebaños de ovejas…
– Entonces nunca te dejaste derrotar por la rutina…
– El periodismo, además de Salta, me permitió recorrer toda la provincia de Jujuy, cuando ahí el diario no tenía corresponsal. Yo me siento un salto-jujeño.
– ¿Qué fue lo que más te impactó cubrir en Jujuy?
– Más allá de las fuertes movilizaciones del Perro Santillán, hubo algo que me puso muy contento cuando mostré al país que la República Argentina no comienza ni termina en La Quiaca, sino en un poblado llamado El Angosto, que está ubicado en la “cresta” del mapa de la Provincia de Jujuy. Este poblado de no más de 250 personas, está distante unos 40 kilómetros más al norte de Santa Catalina y casi 90 al noroeste de La Quiaca. Para llegar hay que subir y bajar una montaña por un camino que sube a los casi 5.000 metros de altura.
– ¿Tenés algún tema pendiente que esté por publicarse?
– Menos mal que para un periodista, las noticias y las notas color son un recurso renovable: nunca se acaban. Y como siempre lo digo, hay que estar atento para detectar la noticia y la nota color. En parrilla (a la espera de publicación), tengo una nota sobre Los Naranjos que va a salir dentro de un par de domingos en la Revista Viva .
– ¿Te referís al pueblo de Selva de Yungas que hace poco le inauguraron la energía eléctrica?
– El mismo. El servicio de energía se inauguró el 2 de agosto. La nota se publicó el lunes 4. El miércoles 6, volví a la Selva de Yungas para hacer la nota de Viva . Inclusive, cruzamos toda la selva desde Orán (Salta) hasta Humahuaca (Jujuy), y de ahí retornamos a Salta. Espero haber reflejado el pasado y el presente sobre cómo vive la gente en Los Naranjos.
«Jesús, que disfrutés de tu estadía en Buenos Aires«- le digo finalmente.
Ampliamente merecido. Se aleja feliz, con el humor que lo caracteriza, con la satisfacción de su trabajo. El jueves, este salteño recibirá una medalla de oro. Salta 21 acompaña y se enorgullece por esta legitimación y este premio a la labor periodística consolidada de Jesús Rodríguez.
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Jesús Rodríguez: 25 años de labor periodística en Clarín
El canillita: ese ser que nadie mira
César: la gente no ve casi nada, me refiero a lo cotidiano. Compramos un Kg de carne y no pensamos en la faena; vemos una obra de teatro y ni soñamos que para hacerla hubo mucho trabajo detrás del telón. Comemos el pan y no imaginamos el sudor del panadero.
Su trabajo, el vuestro, el de los canillitas, es un trabajo sacrificado. Tuve un alumno que es canillita. Le preguntaba cómo era su vida, lo veo en sus puesto de trabajo día a día, parado en su esquina con frío o calor. Es el trabajo pesado y duro de la calle. Su mamá también es canillita. Y él se hacía su casita, a veces me sorprendía que ganara por día más que yo dando clases porque dependía de las ventas y a veces eran buenas.
Era un excelente alumno, le gustaba leer novelas y estaba informado. Pero él no se veía en mi lugar como yo no me veía en el suyo. Me parece tan digno vender diarios o limpiar casas como dar clases. Nos teníamos admiración mutua porque para mí tener frío en una esquina era como para él desempeñar mi tarea diaria.
La gente lo saluda y le compra el diario pero no se queda a pensar en su triste soledad, en su realidad.
En el centro, hay un hombre que trabaja desde hace años en su Kiosco de revistas. Es testigo de la noche, del día, taciturno y amanecido ve venirse su vejez, firme en su puesto de ventas.
Todo es como un círculo: sin periodistas no habría noticias, no habría periódicos, ni canillitas que lo vendan. Las empresas son ingratas con los periodistas y también lo son con los canillitas. No hay justicia social con los trabajadores.
Jesús Rodríguez fue canillita. Lo contó en una de las entrevistas que le hice para Salta 21. No olvida su origen y se enorguellece de eso. Pero tuvo el talento y la oportunidad y hoy es lo que es con mucho sacrificio que a veces, un buen sueldo no cubre, ni siquiera una medalla.
Cuando un hombre forma parte de una institución o de una empresa- hablo en sentido general- tiene que defenderla porque trabaja allí. Conozco periodistas que están «enfermos» porque la empresa ejerce cierta censura y limitia mucho la libertad de expresión. Preguntáles a los que trabajan en radios «oficialistas»: tienen una lista de preguntas que pueden hacer y una lista de gente a quién entrevistar. El resto queda fuera y de ciertas cosas «no se habla». Al mismo Jesús Rodríguez, le negaron el derecho a réplica en un medio radial cuando denunció en Clarín lo de la escuelita de Pascha; estaba sacudiendo las estructuras del poder y esa radio «oficialista» defendió los intereses del gobierno de turno porque se sostenía económicamentecon con su dinero.
Cuando en El Tribuno alguien quiso «oponerse» al patrón, lo echaron. Hay varias formas: tendidas de camas, errores «armados», carpetas médicas, etc. Esto es histórico y ocurre en todos lados, no sólo con el periodismo.
El que trabaja en un super debe seguir las órdenes del dueño, si no le gusta se va…
Fijáte lo que pasa incluso con el gobierno: creés que los ministros están para defender al pueblo? No. Están para respaldar a su jefe, al más alto. Siguen la política a la que adhieren. Si un funcionario se opone, queda fuera. Esto no es nuevo. El caso más emblemático es el del traidor Cobos.
Ahora bien, lo que les pasa a los canillitas es lo que le pasa al jubilado y no intento justificarlo. Al sistema no le importa que nuestros viejitos se desmayen cuando van a hacer las colas para cobrar. Vos viste eso? Es de una crueldad tremenda. Lo he denunciado en Salta 21, ha salido por TV, y no se revierte.
Estamos en el subdesarrollo. Esta es una provincia de oligarcas. El que está abajo que se «joda».
La lucha de ustedes es como la de los maestros: pelear por mejores condiciones laborales.
Sería interesante que uds.no se desanimen: alguien tiene que escucharlos y darles una mano.
La sindicalización en Argentina está muerta porque tranzó con el poder. No tengo la salida. Aporto una mirada. Pero hay que pelear por la reivindicación.
César: podés enviar una solicitada o una nota a este sitio donde se exponga su situación. Te dejo mi correo: romi_969@hotmail.com
Puede ser una carta abierta o lo que fuere: nos solidarizamos con ustedes desde aquí.
Separar las aguas
César: es muy importante tu planteo. Me parece también que hay que subrayar dos cosas: la distribución de un diario no tiene que ver con el periodista del medio, por un lado; el sindicato de canillitas debe hacer una denuncia formal a los distribuidores del Diario, por otro. De no recibir denuncia formal o de hacer caso omiso frente a ella se puede tratar de hacerle llegar a los propios dueños de Clarín, esta inquietud.
Ahora bien, entre medios no nos tapamos nada. Lo que yo valoro es el trabajo y la trayectoria de un periodista salteño en un medio nacional. Esto no quiere decir que yo impacte o acuerde con la línea editorial del diario.
Me gustaría que conversemos y que esta realidad que estás denunciando a través de Salta 21, tenga una solución.
Muchas gracias por este dato. La verdad que no estaba al tanto de esta problemática.
Separar las aguas o salir a flote
perfecto no lo estaba culpando al periodista,en realidad lo felicito, me referia a la esclavitud que nos someten los medios (trabajadores periodistas graficos y canillitas)de que un periodista de salta premiado nunca pueda hablar sobre un tema y sobre gente tan importante para un diario,por eso digo que estan obligados a ovidarse de sus raices,(sometidos por mas premio de oro no lo borra, como el dolor salteño no se borra con autopistas ni foquitos antiguos,no nos dejemos encandilar por el flash de los turistas)) el conoce bien de lo que estoy hablando es mas los periodistas de diferentes medios radiales,televisivos, y de los diarios se sinceraron y nos dijeron que eran ordenes de arriba de no publicarnos nada, lamentable y doloroso,es tu profesion es noticia, es de interes publico , somos humanos,tenemos derechos las denuncias formales ya estan hechas,y la lucha continua salteños a salir a flote!!!todos los jueves hacemos un escrache en Zuviria 20 emblematico edificio del tribuno padre del chiquito mentiroso. gracias
Jesús Rodríguez recibe medalla de oro por 25 años de labor en Clarín
lamentablemente, el hombre a veces esta obligado a olvidarse de sus origenes y el ojo periodistico todavia esta vendado a las propias miserias que se trataran de ocultar debajo de la s alfombras de plomo,o»no hacer periodismo de periodistas» o «entre medios no nos pisamos nonos investigamos» la realidad es que los canillitas que distribuyen el diario clarin en salta en calle san luis al 600 no cuentan con baños , sillas para las mujers y ancianos canillitas…ni agua, para cuando el diario llega tarde sin horarios confirmados (dicen que llega a las 13 estamos ahi, no, llega a las 17 despues no esa las 21 y si no no llega) los canillitas tienen que esperar sentados en el piso amontonados en la vereda para poder cumplir con el publico lector, eso no se ve, se oculta, las denuncias ante los organismos de control laboral y municipal «hacen la vista gorda» cuando de verificar que el clarin cumpla con las normativas, etc.
cesar augusto daza sindicato de canillitas salta