Viajar al extranjero siguiendo al equipo del cual se es hincha, a veces, puede ser más riesgoso de lo que parece.
Un ejemplo de esto es el increíble caso de Rudolf Bantle, un fanático del Basilea que viajó hasta Italia para ver un duelo de Champions League contra el Inter de Milán en 2004 y, tras ello, no se supo de él hasta hace unos días.
La historia es así: este hincha, que tenía 60 años al momento del partido, viajó junto a un grupo de “amigos” desde Suiza para ver el encuentro.
Casi al final del partido, Bantle fue al baño, pero, cuando volvió, sus compañeros se habían ido por lo que intentó buscar el auto donde habían hecho todo el trayecto, aunque, como no recordaba donde habían estacionado, nunca lo encontró.
Para peor, solo tenía 20 euros en el bolsillo, no contaba con celular y tampoco recordaba el número de teléfono de su casa, lo que sumado a que no tenía hijos ni familia que se preocupara de él, hizo que quedara completamente a la deriva en Milán.
Bantle fue sobreviviendo como pudo en las calles de la ciudad italiana, gracias a la solidaridad de la gente que lo alimentó y le regaló ropa durante años, mientras que en Suiza se lo incluyó en la lista de personas desaparecidas.
Así pasó el tiempo hasta que este desafortunado hincha se acostumbró a su vida durmiendo en las calles de Milán, decidió no intentar regresar y tampoco contar detalles de su historia, la que salió a la luz hace solo unos días.
En septiembre pasado, Bantle sufrió un accidente que le provocó una fractura de fémur y, al ser atendido en un hospital, se dieron cuenta que no tenía seguro ni casa en Milán, por lo que, recién allí, el consulado de Suiza intervino y lo repatrió a su país, regresando, inesperadamente, tras 11 años.
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