Compartieron momentos con elencos de teatro independiente, con Víctor Laplace, Raúl Rizzo, Juan Palomino, Virginia Lago, Manuela Bravo y con la presidenta del INADI, María José Lubertino. La odisea playera de los salteños que representaron a Salta.
En el II Encuentro Nacional de Arte contra la Discriminación, disciplina Teatro, que se realizó en Mar del Plata entre el 9 y el 13 de febrero, participaron dos elencos de la provincia de Salta: el de La pieza del fondo y el de Voces blancas junto a otras obras representantes de las provincias de la Argentina.
Con los jóvenes de La patota, hacedores de La pieza del fondo , compartimos la opinión de una excelente idea de parte del INADI de realizar este tipo de eventos. Destacada organización, gran recepción de los participantes y un encuentro artístico que posibilitó el acercamiento de los elencos de teatro independiente.
Los actores Ana Carolina Beltrán, Mariano Madraza, Pablo Lenes, Juan Cruz Cárrega, Laura Peralta y Patricia Pérez junto a su director Juan Carlos Sarapura y su asistente de dirección María Belén Carballo, partieron el domingo 8 de febrero a las 13, 20 hs. en un vuelo de Austral, con escala en Jujuy -donde subió otro elenco- y de allí a Buenos Aires, donde arribaron a las 17, 25 y fueron recibidos en Moreno 750, la sede central del INADI. Con paseo por Capital Federal de por medio y un refrigerio a las 21, partieron a las 24 hs. rumbo a Mardel y llegaron a las 6 de la mañana del lunes 9, para actuar el martes 10 a las 19 en el Gran Hotel Provincial.
Ana Carolina Beltrán relata lo siguiente: “el día de la inauguración – lunes a las 17 hs. – se hizo teatro leído de primer nivel con la obra ‘Darse cuenta’ donde actuaban Virginia Lago y Víctor Laplace, entre otros actores. Después que terminó todo Virginia nos abrazó y se fue a recibir el premio Estrella de Mar, al lado del hotel, en el Casino. Manuela Bravo nos hizo llorar, cantaba durante la obra y cerró con ‘Honrar la vida’. De lujo… Fuimos a ver las obras de todos, asistimos a las reuniones y hasta hicimos una clínica. Donde compartíamos las comidas era en ‘La Dorinda’, ahí almorzamos con Raúl Rizzo y Juan Palomino: son encantadores.
La capacidad de la sala donde actuamos era para 180 personas y entraron las 180. Te cuento algo increíble: ese día llovía – el único de lluvia en toda la estadía- y se llenó… Siempre que actuamos llueve, nos pasó en todas las funciones que venimos realizando (lo dice con entusiasmo y alegría). Me impactó la obra ‘Un judío polaco’ (C.A.Bs.As.), todo fue excelente, el texto y el ensamble con el video, las actuaciones, el espacio cómo fue usado…
Cuando actuamos la gente del INADI nos dijo que nuestra obra los había impactado por su simpleza. La gente no se cansaba de saludarnos, un público único y receptivo. Mi experiencia como actriz fue – ante nada que primero trabajo para el público- que sentí que estamos al mismo nivel de los de Capital Federal, se desmitificó la visión que tenía de los de allá y los de aquí. Nos respetamos, dimos y recibimos respeto. Lo que más me gustó como actriz fue que el público nos hizo devoluciones muy distintas a las que habíamos recibido; el intercambio con los otros colegas y la posibilidad de transmitir las visiones de una cultura a otra”.
Juan Carlos Sarapura expresa a Salta 21: “Hubo aplausos del público en medio de la obra cuando Carolina con su personaje de la madre dice ‘todos son inmundos’– por el comisario-, la gente aplaudió a rabiar porque se identificó con el discurso. Cuando terminó la obra, fue un aluvión de la gente de decir qué buena que está. Lo que yo busqué aquí se vio allá: el comisario es un perro. El público se enojó con el machismo… qué buen público, muy demostrativo. Era gente común, espectadores que se involucran con el teatro, no eran los colegas.
Este encuentro cambió en mí la política de cómo voy a encarar las próximas obras, es necesario poner al arte como una herramienta para darnos cuenta de las falencias de nuestra sociedad. Nosotros también discriminamos: que uno es mejor que el otro, que este es de aquí o de allá y este encuentro te cambia la mentalidad. El teatro es para todos. La obra ‘Personalmente Einstein’ (Tucumán) me pareció magistral. ‘Días de libertad’ (Stgo. del Estero) muestra el maltrato a los homosexuales que tienen tres días de libertad sólo durante el carnaval: el resto son escupidos, violados, insultados… Ahí entendí que el teatro tiene que ser para todos; algunas escenas llevaban a las lágrimas.
‘Que onda con Borges’ (prov. de Bs. As.) muestra la violencia en las escuelas. Me pareció inteligente este trabajo. Al final de la obra hacen Teatro Foro y largan una pregunta: ¿cómo cambiarías esta situación? Se genera un debate y el público sube al escenario, hacen de docentes y aportan la solución. En la función que hicimos el sábado con La pieza del fondo para Tartagal, sentí la necesidad de explicarle a un changuito cuál es la idea de la obra: que en Salta hay un machismo muy fuerte y que hay violencia física y verbal contra las mujeres. Sentí que no tenía que quedar librada al azar la interpretación, como una anécdota y nada más. Creo que hay que seguir pensando la obra y no quedarse con el aplauso, hay que comunicarse mejor con el espectador. Me gustó ese dinamismo de ‘Que onda con Borges’ y me resultó inspiradora. De manera distinta, en nuestra obra, el público también se involucraba y participaba: murmuraban, comentaban y contestaban en voz alta…”
Juan Cruz Cárrega dice: “Me impactó ‘Muta’ (Mendoza) por las imágenes, el aspecto técnico y la iluminación. Fue atrapante. Y todo en general estuvo muy bueno”.
Los integrantes de La patota hicieron migas con todos los elencos y también con Javier Santanera de Río Negro, que aunque no presentó su puesta, sí estuvo presente. El actor realiza en su provincia la obra “El campocómico” y estos salteños tienen la idea de hacer alguna conexión para traernos ese espectáculo, dirigido por José Luis Valenzuela.
Los actores coinciden en decir que el lugar donde pararon es de película, muy pulcro y muy cuidado, con una gran estructura edilicia con espacios amplios.
Frente al Gran Hotel Provincial está la playa Bristol. Los días fueron sin duda, maravillosos. Combinaron trabajo con esparcimiento, regocijo y aprendizaje. Regresaron el día de los enamorados, cerca del mediodía.
Les pregunto si hubo alguna mirada romántica hacia el otro/a. Nunca faltan los momentos para el vuelo, la onda, la inspiración. Y bueno… es la sal de la vida.
– Notas relacionadas:
Teatro por Tartagal
http://www.salta21.com/spip.php?article1605
La Pieza del fondo tuvo buena repercusión en Mar del Plata
http://www.salta21.com/spip.php?article1588