El día 27 de abril se llevó a cabo el ballotage para elección rectoral en la Universidad Nacional de Salta. Según datos oficiales brindados por el Centro de Cómputos de la UNSa, se estimaba en un 0.8% la diferencia a favor del candidato oficialista Antonio Fernández Fernández de la lista «Compromiso Académico y Social». Según esos guarismos, obtenía en las mesas escrutadas un 49,5% de los votos, mientras que «Universidad Futura» (UNFU) se quedaba con un 48,8%.
Los datos oficiales resultan no coincidir con los aportados por los fiscales de UNFU. No teniendo aún copias fieles de todas las actas oficiales, no puede determinarse en donde se encontrarían las diferencias de cómputo.
Es llamativo que en la Sede Regional Tartagal hayan votado personas no identificadas correctamente en la Mesa de Estudiantes correspondiente a la Facultad de Ciencias Económicas, en la cual Fernández es actual Decano. Al respecto existe una denuncia presentada ante la junta electoral de la mencionada sede por parte de la Profesora Beatriz Bonillo.
Existen numerosas mesas con cifras amplificadas a favor del oficialismo, incluso con cero votos para la lista de UNFU. Justamente, es de esas mesas que se desconocen los certificados oficiales, y que fueron cargadas desde las respectivas sedes, por lo que los dos observadores pertenecientes a UNFU en el Centro de Cómputos no pudieron revisar, no siendo permitido contar con observadores en las Sedes del interior. Todas esas mesas han sido impugnadas.
Del mismo modo, los padrones oficiales publicados en la página del CDC fueron modificados en varias ocasiones, no coincidiendo en algunos casos con los utilizados por las juntas electorales de las facultades. La Junta Electoral se negó a brindar padrones certificados.
Existen técnicas para determinar si ciertos valores son atípicos o anómalos. En una elección pareja, llama la atención y merece revisarse cuando hay un grupo de mesas, todas de estudiantes, todas de las sedes del interior provincial, todas en las que justo UNFU no contó con fiscales en virtud de una resolución arbitraria por parte de la Junta, donde los porcentajes se alejan claramente de la normalidad.
La parcialidad de integrantes de la Junta Electoral, que ya fueron apartadas de esa tarea en el año 2013 por las mismas razones, pero que volvieron a ser designadas cometiendo los mismos actos. Es el caso, por ejemplo de Nelida Ferlatti, quien violó la veda electoral haciendo campaña por la lista de Fernández Fernández por medio de emails, en términos que rozan la discriminación ideológica para con la lista opositora: “Digamos NO a los zurditos que tanto daño le hacen a las sociedades del mundo. Yo voto Fernández – Sham”.
Por todo esto, la lista Universidad Futura decide IMPUGNAR las elecciones.
– Parte de prensa
