La venta a vil precio de nuestra soberanía: El agua o el oro

Cuando nuestro joven gobernador anuncie las maravillas del proyecto minero que viene por el oro, podremos comprender que lejos de llevar adelante un proyecto inclusivo y que se afana por los más humildes –como le gusta repetir una y otra vez- en realidad estará respetando acuerdos políticos en los que ha participado activamente con el gobierno nacional.

“No es tan peligroso el gringo como

el que gringuea” (A. Jauretche)

Con motivo del viaje de la Presidenta de los Argentinos en el mes de julio del año 2010 conjuntamente con algunos gobernadores de Provincias entre los cuales se contaba a nuestro actual y futuro gobernador de Salta, escribimos un artículo que titulamos: ¿Y la soberanía nacional? (ver www.lamadrequelaspario.com, 14/07/2010, donde repudiábamos la genuflexión de los funcionarios ante el dinero de la Barrick Gold, y demostrábamos que el mentado progreso prometido por el atrevido inversor no se reflejaba en los salarios de los peones mineros que estaban sometidos a carencia total de aumentos en sus haberes en un despiadado convenio colectivo firmado exclusivamente para esa empresa (CCT 673/2004).

Advertíamos que en ese camino después de quinientos años el panorama era el mismo. Solo que ahora el invasor llega sin espadas –a veces- pero con un sistema económico armado por él mismo para repatriar obviamente sus ganancias, mientras con una pasividad que asusta, nosotros la miramos pasar.

Para demostrar que la venta a vil precio de nuestra soberanía nacional no es solamente un anuncio, se ha conocido ayer en medios locales que la minera MANSFIELD MINERALS INC. comenzará a explotar el llamado proyecto aurífero “Lindero” a 4000 metros de altura, en las inmediaciones del Salar de Arizaro, y que su estimado anual es de 161.000 onzas. Esta semana se ha conocido que la onza de oro alcanzó el precio record de U/S 1.476 por pieza, esto es casi cincuenta y cuatro dólares el gramo. De esta manera el producido anual de la minera que supuestamente beneficiará a los salteños con una inversión prometida de U/S 220.000.000, será nada más y nada menos que de U/S 237.636.000.- por año. En economía se mide al tiempo que tarda una empresa en recuperar la inversión bajo la denominación de tasa de retorno. No hay ningún País del mundo que otorgue beneficios para tener una tasa tan baja. En menos de un año de explotación de la transnacional, recuperan su inversión y comienzan a facturar.

Este sistema es ayudado por un sistema legal perverso, previsto en el Dec. 456/1997 y las leyes 25.225 y 25.429. El canon máximo será del 3% del bruto puesto en boca de mina, menos los gatos operativos, fletes, reintegros, etc; y “ainda mais”, y como hemos dicho, la vemos pasar. La importación de los bienes de capital que fabricarán en Canadá y no en Argentina, ingresarán sin aranceles, habrá exenciones de pago del agua, de impuestos internos, con promoción de las exportaciones y con la libre disponibilidad para remitir dividendos a sus casas matrices. Con este esquema todo estará aceitado y listo para el saqueo. Quedarán en Salta los salarios mínimos de los obreros y algunos profesionales del área que tendrán trabajos temporarios.

Cuando los europeos invadieron el continente Americano, advirtieron que era muy fácil dominar a los nativos y llevarse el oro y la plata sometiendo a los mismos, comprando la voluntad de algunos caciques con abalorios y espejitos, y eliminando –literalmente- a los que se oponían al desigual trueque. Ahora regresan una y otra vez y observan complacidos que sigue siendo muy fácil repetir la historia. Es más, ahora están ayudados por un sistema legal –no legítimo, sino legal- que les permite el saqueo y los aplausos de los que dictaron esas leyes, que presentan esos emprendimientos de piratería como éxitos de gobierno. Seguramente en Salta el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable con sus funcionarios -casi todos de apellido Sastre designados sin concurso alguno- realizarán concienzudos estudios previos para que el proyecto se apruebe, sin advertir el ninguneo grosero al que los ha expuesto con antelación el joven señor Gobernador de Salta, fotografiándose en Canadá con los inversores mucho antes de preguntarle a este Ministro del área si es viable o no el proyecto. La aprobación pendiente del abogado LOPEZ SASTRE y todos sus parientes será un mero trámite. Y se descuenta que el nuevo emprendimiento periodístico que financiamos todos los Salteños y que dirige el Coordinador de Asuntos Políticos de la Provincia Antonio MAROCCO -de inexplicable doble función oficial que nadie controla pero que se paga puntualmente sin que se sepa hasta ahora qué incumbencia tiene- llamado diario “Punto Uno”, presentará este proyecto como un éxito total para la Provincia, y dibujarán números inconcebibles, y todo será sonrisas y éxitos (para la Mansfield Minerals Inc).

En la Provincia vecina de Catamarca cuando se aprobó la explotación de Bajo La Alumbrera se prometía que esa región despegaría definitivamente de la pobreza y que todo sería un paraíso, porque los estudios ambientales estaban aprobados y no había empresa en el mundo que fuera más limpia y preocupada por el medio ambiente que esa. La prometida riqueza se sigue esperando pero en cambio en el año 2008, merced a la gestión de Adolfo Pérez Esquivel y Julliete Renaud, se presentó ante Julián Patricio ROONEY como representante legal de MINERA ALUMBRERA LIMITED, un informe que da cuenta que la voladura de 480.000 toneladas de roca por día en esa explotación minera, se provocan emisiones de gases tóxicos a la atmósfera (4,28 toneladas de gases nitrosos por día, o sea 3000 millones de litros por año) y genera lluvia ácida. Esos gases tóxicos y lluvia ácida tienen efectos terribles sobre la salud humana (cánceres, enfermedades respiratorias y de la piel) y el medio ambiente (ataca las hojas de los vegetales, la piel de los animales, etc). Que además la actividad de esa empresa es altamente contaminante para el agua. Entre otras pruebas, citan las pericias de la Gendarmería Nacional, según las cuales las muestras de agua tomadas en el canal de desagüe DP2 indicaron “un alto contenido de cobre y sulfatos superando los límites establecidos por la ley 24.051 de Residuos Peligrosos para el parámetro cobre. También se le hizo notar que la gran minería que desarrolla la empresa contamina también los suelos, lo cual tiene un impacto fuertemente negativo sobre la vegetación y sobre la productividad de esos suelos. La contaminación de los suelos se produce por depósito de partículas sedimentadas – a partir de la atmósfera o traídas por las aguas de lluvia-, por el vertido directo de los productos líquidos de la actividad minera, o por la infiltración de productos de lixiviación del entorno minero. Los contaminantes que se infiltran pasan luego a contaminar las reservas subterráneas de agua. Además, al remover la capa superficial del suelo con toda su vegetación, la explotación minera en Bajo La Alumbrera favorece la erosión y por lo tanto la desertificación, acelerando ese proceso ya problemático en zonas áridas, como es el caso de Catamarca. De igual manera se le hizo notar el uso indiscriminado del agua -50.000 de litros de agua potable por día-, el excesivo consumo de energía, el impacto sobre la economía local, y la violación de derechos culturales de los pueblos de la región, la destrucción del medio ambiente, la fauna y la flora. ¿Podemos pensar acaso que en Salta el panorama será distinto?

El proceso de la explotación anticipado sin tapujos por la misma empresa será el de lixiviado con cianuro, que al igual que en todos los sitios donde se usa este sistema, nos dejará a los Salteños un oscuro panorama. Y todo esto para que en la mayoría de los casos, el oro extraído termine expuesto en ostentosas vidrieras de joyerías para la vanidad y la estupidez de señoras y señores bien.

Considerando entonces todos los parámetros mencionados en esta nota, cuando nuestro joven gobernador anuncie las maravillas del proyecto minero que viene por el oro, podremos comprender que lejos de llevar adelante un proyecto inclusivo y que se afana por los más humildes –como le gusta repetir una y otra vez- en realidad estará respetando acuerdos políticos en los que ha participado activamente con el gobierno nacional y estará siguiendo el camino de su propio proyecto personal, ligado a los intereses de la clase dominante a la que pertenece. Toda la retórica diaria, no puede ocultar esta realidad.