Se ha perdido toda esperanza de cambio legislativo a nivel de regulaciones mineras, se han autorizado nuevos emprendimientos perversos hasta con prerrogativas de extraterritorialidad.
Durante la presente gestión presidencial de la señora Cristina FERNÁNDEZ, y en carácter de continuación de la línea fijada por su marido Néstor KRICHNER, los proyectos de mega minería a cielo abierto, a pesar del alto grado de contaminación, degradación del medio ambiente y sistema expoliador derivado de los bajísimos porcentajes de regalías que pagan esas empresas transnacionales, están en pleno apogeo. De hecho, no solamente ese cuadro entreguista, evasor y dispuesto al saqueo no está siendo variado sino que los más altos funcionarios del Estado –nacionales y provinciales- se han puesto descaradamente al servicio de esos intereses foráneos.
Desde la ya imborrable página desagradable de nuestra historia, que mostró a la Presidenta y a los gobernadores de los Estados Provinciales cordilleranos rindiendo pleitesía y prometiendo seguridad jurídica al número uno de la poderosa Barrick Gold en Canadá en diciembre del 2010, y hasta nuestros días, ha pasado mucha agua bajo el puente de la indignidad. Se ha perdido toda esperanza de cambio legislativo a nivel de regulaciones mineras, se han autorizado nuevos emprendimientos perversos hasta con prerrogativas de extraterritorialidad, policía minera propia, zonas de exclusión y cuasi soberanía; se ha vetado la ley nacional de protección de glaciares; se han dictado en cada uno de esas provincias supuestas reglamentaciones protectoras para garantizar la impunidad, y hasta se ha permitido –como es el caso de Salta- que marines norteamericanos patrullen la zona de la Puna Salto-Jujeña con sofisticados armamentos y tecnología, relevando ojos de agua dulce en búsqueda de nuevas prerrogativas para la expoliación.
Todo esto ocurre a la vista y complacencia de autoridades de frontera de todos los niveles, que se encuentran privadas de la posibilidad de control sobre esos invasores, porque los mismos gozan de documentación e inmunidad diplomática otorgada por la Cancillería Argentina, mientras la Primera Mandataria se llena la boca en cuanta tribuna se le facilita hablando de la defensa de la soberanía. Doble discurso, falsedad, e hipocresía al por mayor.
El sistema de penetración colonialista consentido por el cipayaje argentino de siempre, ahora va por más. Va por la mismísima educación de nuestros hijos, en nuestras escuelas y con nuestros recursos. Previamente en el mes de marzo del corriente año en la Casa Rosada fueron citados los mismos gobernadores del oprobio canadiense, y se les instruyó minuciosamente sobre la estrategia comunicacional que debía emplearse para contrarrestar la prédica de las ONG´s, dirigentes sociales y grupos ambientalistas, que consiste en cuatro o cinco frases dictadas y aprendidas que Usted podrá fácilmente detectar en los discursos de los capangas de la minería extranjera que ofician de gobernadores. Escúchelos con atención y verá cómo todos ellos repiten como loritos barranqueros las siguientes frases: “desarrollo minero sustentable” – “cuidado del medio ambiente” – “minería responsable” – “inclusión de comunidades originarias” – “respeto por la diversidad” y algunas otras pamplinas por el estilo. Revise los diarios del corriente año y podrá comprobar lo que afirmo.
Pero como los reflejos de ese discursito aprendido como perritos de Pavlov no tiene mucho éxito con los adultos, ahora han decidido un nuevo plan de mediano y largo plazo, que es precisamente el que anticipamos de avanzar con nuestros niños. Disertaciones en escuelas y visitas guiadas para demostrar todas las bondades de la minería extractiva son los principales métodos. Pero hay uno recientemente creado que raya con la perversidad. Se han editado folletos en colores con personajes muy similares a los héroes de la televisión que suelen mirar nuestros hijos, que representan los minerales, todos ellos llenos de bondades, cualidades y virtudes, acompañados de figuritas con los mismos muñecos para que bajo la ficción de una diversión inocente, asimilen el discurso provocador de que no hay nada más parecido al paraíso que la actividad minera.
La muestra denominada FERINOA en Salta Capital cuenta con un stand dedicado a ello, donde se hace jugar a los niños con cascos de mineritos, se les proveen las figuritas y se les anima para aprender frases simples de autoelogio a la actividad.
Mientras este atropello se consuma, el joven gobernador de la Provincia en un exceso de infantilismo que refleja peligrosamente su inmadurez para el cargo, pasea en un carrito muy monono impulsado a batería de litio, mientras el presidente de la Cámara de la Minería Argentina el empresario Martín DEDEÚ solicita que se retiren los manuales oficiales de las escuelas porque –según él- desinforman a los alumnos con menciones a la contaminación, el uso indiscriminado del agua potable y la degradación del medio ambiente. De eso no hay que hablar afirma el entrometido, mientras el ministro de educación mutis por el foro, hace la plancha y mira para otro lado. Un cuadro perfecto de degradación.
Claramente se comprueba que con funcionarios como estos, los empresarios transnacionales ahorrarán mucho dinero, ya que ni siquiera tienen que nombrar gerentes o mandaderos. El viejo pero siempre vigente esquema del colonialismo, en el cual los extranjeros hacen fácilmente sus negocios no tanto por la viveza o la prepotencia de sus planes, sino por la pequeñez y falta de patriotismo de las élites oligárquicas gobernantes que les franquean el paso.
Cosas de gente bien, intelectuales y representantes de la clase dominante a cargo de las cuestiones de Estado, que desde los salones del Club 20 de Febrero se llenaron la boca esta semana hablando de las bondades de la minería y de las metas de inclusión de las comunidades originarias, mientras degustaban vinos selectos y abundantes y variados platos, mientras excluían en la puerta del edificio a todo aquél que no tuvieran la seguridad de que era uno de ellos, o no estuviera dispuestos a aplaudirlos. No dan ni asco.
