La génesis de la apetencia por el dólar –y hasta hace muy pocos meses también por el euro- tiene claras intenciones especulativas.
La economía del país se debate en los últimos meses entre múltiples complicaciones, que ponen en evidencia con mayor objetividad la puja entre los distintos sectores que se niegan en todos los casos, ante la inminencia de correcciones y ajustes, a ser los destinatarios de las medidas de gobierno.
La ruptura con parte de la dirigencia sindical Argentina alineada con el líder de camioneros Hugo MOYANO obedece en parte a esa circunstancia, pues aún cuando el enojo del secretario general de la CGT tiene otras raíces, entre ellas, no haber sido convocado a ocupar cargos de gobierno; resulta innegable que el pedido de aumento del mínimo no imponible o la lisa y llana derogación del impuesto al trabajo, y el mantenimiento del sistema de asignaciones familiares para todos los trabajadores en relación de dependencia, cualquiera fuera el monto de sus haberes, refleja la posición de puja sectorial.
En el sector del capital y de los intereses ligados al sistema financiero y la exportación, la reticencia a ser afectados por las decisiones de Guillermo MORENO y Axel KICILLOF también se hacen sentir. Para estos agentes económicos, hasta ahora, el mercado de cambios era más o menos flexible a sus intereses, pero con las últimas restricciones impuestas desde la Casa Rosada el panorama ha empezado a cambiar, y la resistencia es manifiesta en todos los frentes, entre los cuales también se encuentra el mediático, en el que estos actores tienen notable incidencia, cuando no son sus mismos propietarios.
Mientras las medidas de gobierno golpean a sus puertas, no por casualidad aparecen los personeros de siempre a prodigar discursos escatológicos y a brindar consejos sobre qué se debería hacer. Alfonso PRAT GAY, Martín PEREZ –alias REDRADO-, Domingo CAVALLO y hasta gente peor, reiteran sus pedidos de mayor endeudamiento externo, aumento de las tasas de interés para frenar el consumo y enfriar la economía interna, y hasta devaluar la moneda nacional. En este último grupo, se anotan los exportadores de productos primarios que con un dólar más alto aumentarían considerablemente sus márgenes de ganancia. Todas recetas repetidas que todos los argentinos conocemos bien, tanto por sus reiteradas puestas en prácticas como por los sucesivos fracasos para el conjunto de la sociedad.
Más allá de las quejas de estos agentes de la especulación, los ciudadanos comunes que vivimos de nuestro trabajo y manejamos a diario solamente pesos, no podemos evitar el ver con simpatía que en vez de fugar reservas del Banco Central todos los días para que los especuladores de la usura cambiaria no produzcan una corrida, -lo que ocasionara una pérdida de casi U/S 5.000 millones a fines del año 2011- el gobierno obliga ahora a las empresas mineras y petroleras a liquidar divisas en el mercado interno, a limitar la remisión de utilidades, a aumentar los controles sobre giros al exterior –generalmente a paraísos fiscales alentados por evasión o lavado- y poner límites a la importación de productos de todo tipo para alentar la sustitución por los de fabricación nacional.
Del mismo modo, resulta positivo el control y la limitación a la compra de billetes por los particulares, que llega hasta exigir a los que fingieron viajes al exterior y no los efectivizaron a que devuelvan ahora el importe de sus compras y abonen una multa. Estos controles han incrementado el llamado mercado paralelo, sector en el que se encuentran los que no pueden justificar su capacidad de compra por no coincidir ese potencial con sus declaraciones juradas fiscales. Una medida sana por cierto, si se quiere combatir la evasión y formalizar el porcentaje irregular de la economía interna, que es muy alto.
La fiebre por el dólar en los ciudadanos del país tiene razones históricas concretas, ya que en cada proceso inflacionario o hiper inflacionario, quienes tenían sus ahorros en divisas no solamente evitaron perjudicarse sino que en muchos casos generaron grandes ganancias. Así entonces la génesis de la apetencia por el dólar –y hasta hace muy pocos meses también por el euro- tiene claras intenciones especulativas, por lo que la restricción de su compra también es una buena noticia.
En igual sentido, el mercado inmobiliario se resiste todavía a pesificar sus operaciones, pero de continuar firme la medida oficial deberá más temprano que tarde empezar a pensar en moneda nacional, o desaparecer.
Por otra parte, los que operan al margen de la legalidad en el llamado mercado marginal con el dólar “blue”, no alcanzan al 3% del movimiento cambiario, por lo que sus predicciones no solamente no pueden ser rectoras del sistema, sino que en la mayoría de los casos nos resultan indiferentes, salvo el injustificado contagio mediático que se genera sin que la mayoría de los argentinos nos veamos afectados realmente por esa actividad. El contraste sobre el carácter especulativo de estos actores se aprecia claramente, cuando se advierte que tanto los importadores como las empresas que demandan ingreso de bienes de capital están conformes con el dólar barato.
La escasez de divisas afecta finalmente el crecimiento, y la industria argentina depende de un gran caudal de importaciones de productos inexistentes o de baja calidad en el mercado interno, por lo que la expansión de la economía que puede generar ingresos por exportaciones finalmente tiene saldo negativo (se exporta menos que lo que se importa) porque el crecimiento es más lento que la demanda de bienes del extranjero.
Se espera que hacia finales del año, una vez saldados los pagos de intereses de deuda y el corralito trasladado en el año 2002 a los BODEN que se pagaran en Agosto, la situación será más holgada. Claramente, el gobierno nacional evita con estas medidas dentro del perverso sistema capitalista que nos rige trasladar el peso de las restricciones a los sectores de menores recursos, ajustados a su vez con los techos salariales en las paritarias que no contemplan la totalidad de la incidencia inflacionaria.
Es claro entonces, que dentro de las reglas de juego de una economía de mercado, la dirección de las decisiones en materia económica se ajustan a un criterio menos injusto que el de los gurúes trasnochados de los años noventa, que reaparecen ahora con claras intenciones desestabilizadoras, y respondiendo a intereses contrarios a la distribución del ingreso.
Los fantasmas de los noventa
No entiendo lo que decís en la nota. Nestor y Cristina Kirchner apoyaron la privatización de YPF y Gas del Estado y el desguace de los Ferrocarriles entre otras cosas. Fueron ellos íntimos amigos de Domingo Cavallo porque el «Pelado» (como ahora Cristina lo llama) le permitió a Santa Cruz alzarse con ciento de millones de dólares por regalías petroleras mas un 4% de las acciones de la petrolera privatizada, y hasta aconsejó al entonces Gobernador como colocar esa guita afuera. Dicho sea de paso esa guita se esfumó, por lo que hoy los santacruceños están en la lona.
La mayoría de los miembros de este gobierno apoyaron decididamente la política de los noventa, algunos por guita (como los Kirchner y los Sapag) y otros por conveniencias políticas (como la plana mayor de Montoneros que buscaba el indulto para ellos y para los milicos). Ahora, con total liviandad, dicen que hay que corregir el rumbo. El problema es que estos vaivenes ideológicos, políticos o de pura conveniencia personal, le han ocasionado al país miles de millones de dólares de pérdida, sin contar los graves problemas sociales creados como en Mosconi, Tartagal, Guemes y otros lugares donde miles de familias quedaron sin trabajo y hoy tienen que vivir de un subsidio, siempre que antes den prueba de lealtad a la Reina y sus secuaces.
Los fantasmas de los noventa
GRACIAS TALA POR PARTICIPAR, Y POR LOS COMENTARIOS. LO QUE DECIS ES CIERTO, NO SOLAMENTGE APOYARON LA VENTA A VIL PRECIO DE YPF, SINO QUE PUSIERON EL AVION DE LA PCIA DE SANTA CRUZ PARA QUE EL DIPUTADO FLORES -ACCIDENTADO- VIAJARA PARA DAR EL NUMERO QUE FALTABA. LOPEZ ARIAS FUE EN ESA OPORTUNIDAD (SEPTIEMBRE DE 1992) VICE- PRESIDENTE DE DIPUTADOS Y EL QUE CITARA A LA RENION EXTRAORDINARIA DONDE SE MANDARON A BARAJA YPF, EL BANADE, Y LA CAJA DE AHORROS. POR ESO DIGO TEXTUALMENTE: «MEDIDAS DENTRO DEL PERVERSO SISTEMA CAPITALISTA QUE NOS RIGE…» YA QUE LAS MEDIDAS RESTRICTIVAS DEL MERCADO DE CAMBIOS, ESTA VEZ, NO TRASLADAN EL PESO A LOS DE SIEMPRE, SINO QUE CONTROLAN A LOS «CUEVEROS» QUE FUGABAN DOLARES TODOS LOS DIAS. ESO NOS LOS HACE A LOS K UNOS SANTOS, SOLO DIGO QUE TRANSITORIAMENTE ESTA MEDIDA VA CONTRA ESE SECTOR DE LA ESPECULACION. TODO LO QUE APUNTAS ES CIERTO, LO COMPARTO, PERO MI ITNENCION ERA RESALTAR QUE LOS FANTASMOS DE LOS 90 COMO CAVALLO NO PUDEN DAR RECETAS.
UN ABRAZO.