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miércoles, abril 24, 2024

Los Koconós en Salta, capísimos en el mundo de los títeres

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La famosa Sofía Koconós junto a Teseo, su hijo, realizan hasta el domingo funciones de títeres en las que exhiben técnicas clásicas y una técnica europea novedosa. De una belleza notable, con textos de la memoria andina, rescatan la vivencia popular a partir del goce estético que provocan sus títeres.

Teatro de Títeres Paradiso del Jazmín se queda hasta el 25 de julio en Salta. Sofía y Teseo Koconós son como dos narradores orales que cuentan bellas historias ancestrales, recuperadas a base de investigación y recopilación. Por su retablo circulan personajes del agua y de la tierra, como el Alacrán y Don Sapo, Don Suri y El Mosquito cordobés (vendedor de tortillas, zumbadorrrr), la Víbora y el Zorro, títeres de la obra “De Suris Sariris y Sikuris, Los cuentos del ñandú” . Todos nos dejan alguna lección de vida.

Los títeres de Los Koconós, son simplemente maravillosos. Conocerlos, fue un hallazgo que me permitió una exquisita vivencia a través de su arte. Salta 21 entrevistó a los titiriteros.

Los Koconós: teatro total

Esta técnica de manipulación de objetos, ¿cómo se llama, hace cuánto que la hacen?

– Teseo: es un trabajo que se estrenó en Córdoba hace 6 meses más o menos. Son técnicas estudiadas en Francia y España. Tuve la oportunidad de viajar mediante una beca que me dieron grandes referentes del teatro de títeres en el mundo. Ahí tuve la oportunidad de ver muchos espectáculos y estuve con los grupos más importantes del mundo de los títeres.

¿O sea que la técnica que vi hoy es novedosa, nueva acá?

– T: sí, es muy novedosa porque hace que los niños empiecen a dibujar con la imaginación los cuerpos de los títeres, hay una dinámica de movimiento unida a la imagen visual. Generalmente el titiritero empieza jpg_hi_5-27.jpga mixturizar la imagen de su cuerpo con la de algún personaje; y es el teatro de máscaras y el teatro de objetos también. El titiritero a la vista es un nuevo concepto también, que en Francia tiene 20 años más o menos y entonces el artista ya no se esconde detrás del retablo.

El titiritero a la vista si lo vi acá. Por ejemplo, verlos a ustedes no me llamó la atención pero sí la forma en la que manipulaban y trabajaban los objetos. Primero pensé que se trataba de teatro de objetos…

– T: así es… Se habla de un espacio que ya no es un espacio encasillado sino total, donde el titiritero utiliza el nivel medio, bajo, alto, anterior, posterior; está todo el tiempo jugando con el espacio teatral, espacio total.

¡Qué buen concepto!

– Sofía: es profe…

¿Sos profesor?

– T: sí, ahora estamos a cargo en la Escuela de Teatro de la Provincia de Córdoba, de la cátedra de Teatro de objetos, así que estamos formando en el teatro de títeres a los próximos profesores cordobeses.

¿Vos no vivís en Salta?

– T: No.

Entonces te tenemos que aprovechar, sacarte todo el jugo, venir a verte todos los días…

– T: eso sería lo ideal… (risas)

– Sofia: en esta obra se mezcla también la narración oral, que en este jpg_hi_5-28.jpgmomento está muy requerida y además muy desarrollada en todo el país y en todos los lugares del mundo. Es un poco como que se retomó la narración oral para refrescar la memoria popular y en este caso en particular, nosotros estamos en una investigación de lo que sería la historia de los ancestros de la Cultura Andina. Por eso “la Sariri” y “el Sariri” van mechando su participación dentro de la historia. Además, rescatando los nombres originarios también, porque todo el mundo ve al “suri” y lo reconoce como “ñandú” y es bueno, que también lo reconozca como “suri”. Tomamos a los “Sicuris”, porque en los carnavales bajan las bandas y es bueno que la gente lo sepa, nosotros lo transmitimos desde el teatro porque nos fascina todo esto. Porque nosotros anduvimos toda la Puna con un proyecto social cultural que hicimos y es ahí que nosotros rescatamos algunas historias, rescatamos coplas.

– T: y en Córdoba van a ver nuestras obras y ya hay un sellito puesto -como cuando nos fuimos de Salta- y saben que tiene que ver con todo esto, porque siempre estamos buscando en los antecedentes de Salta, del norte argentino. Siempre transitando esa línea.

Sofía, ¿vos también estás en Córdoba?

– S: Sí, sí también.

¿Y hace cuánto que están en Córdoba?

– S: hace aproximadamente 12 años, pero vamos y venimos, ¿no? Nosotros seguimos desarrollando proyectos acá y además no nos queremos desprender de lo que es el ombligo nuestro, porque la cultura nuestra es esta cultura. Entonces aparece el tema de mantener la tonada… y a mí me pasa algo extrañísimo porque cuando vengo acá me convierto en alguien más salteño que los salteños.

(risas)

O sea que estos relatos que están trabajando ahora son parte de una investigación y ustedes los adaptan para los muñecos…

– T: claro, son del imaginario popular, digamos.

¿Y cuándo comenzaste a estudiar? ¿Cuándo te recibiste? ¿Qué carrera hiciste?

– T: yo estudié primero en el IEM acá en Salta, la materia de ella que era Títeres, y después me fui a Córdoba, vi mucho teatro de títeres. Hay muchos titiriteros muy capos de Argentina que se acercaron y me dijeron cosas que no salen en los libros, me enseñaron secretos. Ahora soy Técnico de Técnicas teatrales, recibido en Córdoba, o sea que manejo todo el lenguaje de la estructura teatral. Después salió la beca de España y Francia, en España fue ir a la Escuela de Títeres de Madrid; y en Francia, fue ir con un gran titiritero al Festival Mundial de la Marioneta en Charleville Mézières. Y ahí fue codearme con todos, pero de muy buena onda.

Vos sabés que cuando escuché tu acento cordobés parecías realmente un cordobés…

– S: el mosquito es en realidad cordobés… (risas)

– T: y será porque trabajamos en proyectos culturales en villas de Córdoba, también. En donde el arte pasa de ser un elemento de entretenimiento, a ser un transformador social.

¡Qué interesante!

– T: alucinante.

Pero cómo se enganchan los chicos…

– T: ¿si?

Es como un cuento en vivo…

– T: claro, es la mezcla de la narración y el títere.

Sí, es nuevo hasta para mí. La verdad que no me arrepiento de haber venido. Yo no los había visto nunca, a pesar de que sé, Sofía, que hace años que hacés títeres… que narrás y además sé que formaste gente acá en Salta.

– S: sí, hay muchos pollos que me encontré, al Sagárnaga, al Guflo, a un montón de gente que me dijeron al encontrarlos “ella creía en nosotros” – eso era cuando ellos eran chiquitines. Pero si uno tiene un oficio que la enamora, que la llena, ¿cómo no pasarlo a otro que le interese? No todos van a ser titiriteros o actores, pero hay que darles las herramientas para que tengan una diversidad de miradas y desde ahí uno elige qué quiere hacer.

Vos alguna vez enseñaste a tallar títeres en goma espuma, ¿puede ser?

– S: sí, sí. Era la construcción primero, después hacíamos lo que era la dramaturgia con trabajos grupales y finalmente hacíamos la puesta.

Ahora, creo que una de las que te siguieron por esa línea es Sandra Segura, que hace unas esculturas todas talladas…

– S: No la conozco, o debo conocerla… ¿dónde anda?

Hace años ella estuvo en un taller tuyo. Esto no me lo dijo ella, me lo dijo otra persona que era parte de un taller que vos dabas. Sandra hace esculturas.

– S: qué bien! Digamos, comenzamos con este tema y eso la disparó hacia donde en realidad estaba su interés. Eso está bueno. Yo hice muchos talleres acá y además estuve 6 años en el IEM con la materia optativa de Títeres , así que me encuentro con gente que se disparó para otros lados pero hay bastantes que siguen este camino maravilloso.

¿Todos los años están viniendo ustedes con propuestas o por ahora tuvimos la oportunidad de verlos?

– T: hace 5 años que no veníamos.

– S: yo pasé el año pasado volviendo de Perú, de un Encuentro de teatro, títeres y narración, y de ahí pasé por todo Bolivia en colectivo hasta que llegué a Salta y estuve 2 días. Pero nosotros siempre que tenemos la posibilidad nos venimos. Además, la Dirección de esta Casa está dispuesta a proponer a los chicos el goce de otras cosas alternativas a lo que sería el cine … o los jueguitos… Esto es como más humano, se da de corazón a corazón, donde uno narra y puede verle los ojos al otro y eso está bueno porque es como recuperar una parte de la humanidad que se está perdiendo por esta cosa del apuro de vivir, de la necesidad de los padres de trabajar todo el día, y entonces los chicos quedan en mano de la computadora. Vos viste lo que pasó, seguramente todos estos chicos tienen acceso a la computadora, tienen acceso a los jueguitos… Pero cuando se les propone una cosa como esta, vuelven a ser esos niños que participan, que quieren tocar, que se asustan, que se emocionan… Es más cercano. Está buena esa propuesta de Cultura, nosotros estamos agradecidos. Lo ideal sería que viniera más gente, mucha gente… que la Casa esté re llena.

– T: para que se aproveche, porque eso dispara más arte, digamos. Un titiritero que viene y ve esto, también va creciendo en su producción.

¿Ustedes manejan un concepto del tiempo en el espectáculo? ¿Ustedes creen que los chicos tienen determinada capacidad de atención… piensan que los chiquitos pueden estar cierto tiempo?

– S: depende de las edades. Acá adelante, ¿viste?, todos los que estaban sentados eran más o menos de 4 años en adelante, y después estaban los otros niñitos pegados a las rodillas de las madres… Pero la propuesta con el tema de las luces, los colores y el movimiento sumado a la presencia física del titiritero, hace que ellos puedan rescatar de esto que nosotros les proponemos, lo que a ellos le interesa. Y viste como se reían los adultos…

Sí! La pregunta te la hago en realidad como adulta porque yo quería ver más…

– T: pasa que la última frase dispara un deseo final. A pesar que por ahí el tiempo ha sido como demasiado, hay muchos chicos de todas las edades que dicen “¿Y la segunda parte?” Y quieren seguir ahí, viéndola. Por ahí tomás un chocolate y volvés… Pero es bueno que una historia dispare deseos, es importante, que no se agote, y que parezca que nunca la viste, aunque la viste y te gustó mucho, entonces tenés muchas ganas de volverla a ver. Es el deseo, digamos.

¿Ustedes trajeron muchas historias? ¿Cuántas son?

– S: para esta venida trajimos tres historias. Esta que es “De Suris Sariris y Sikuris”, ahora va “El país de los colores”, y mañana va la otra, “De perfumes y colores”. Ahora a las 6 empezamos.

(Mientras miran la hora… y comprueban que falta poquito para la otra función…)

(Continúa Sofía) Esta historia que viene ya es con títeres de guante, otra técnica en el manejo de los títeres. Pero siempre en todos los espectáculos nuestros hay una primera parte de narración oral, un poco para que los chicos vean que el que está ahí atrás es una persona como ellos.

Tienen que venir para saber qué es…

¿Ustedes están hasta el domingo?

– S: hasta el domingo.

¿De ahí se regresan a Córdoba?

– S: Nosotros ya tenemos funciones comprometidas en Córdoba, estamos jpg_hi_5-29.jpgtrabajando también en los CPC que son los Centros de Participación Comunitaria que vendría a ser como una descentralización de la municipalidad y esas cosas. Tienen hermosas salas de teatro. Entonces nosotros cada año vamos por todas esas salas y presentamos el estreno de ese año. Después, además, estamos en un proyecto que se llama “Jornada ampliada”, en la escuela primaria, que se desarrolla en barrios de chicos con riesgo social. Entonces es como que la escuela extiende el horario y los niños tienen títeres, teatro, música, plástica, multimedia… y ahí estamos nosotros.

– T: los acerca a la cultura… hay diagnósticos que dicen que los chicos entran a la delincuencia porque no tienen otra perspectiva, entonces la idea es acercar la cultura, primero como visualización de un oficio y segundo, para llenar de información las cabecitas y mejorar el tema de la asistencia a la escuela.
¿Y cómo les va con el público ahí? ¿Son más receptivos, piden más, son más consumidores de teatro que nosotros?

– S: sí, hay mucho público.

– T: pero tampoco es la locura, tendría que ser diez veces más con la cantidad de gente que hay.

– S: y por la cantidad de propuestas también…

– T: pero no es tanto tampoco, debería ser mucho más. En Buenos Aires, por ejemplo, hay proyectos en los que hay 200 personas actuando… que son tipos de barrio…

Ah sí! El teatro comunitario…

– T: claro, y eso en Córdoba no existe.

Tiene toda su filosofía por detrás, un tipo de vida, hay una estructura, es un poco difícil de sostener…

– T: pero en Córdoba eso no existe. Y deben haber como 30 producciones, nada más.

(Me enseñan la grilla de las nuevas funciones para el jueves 22 de julio. Les digo que quiero ver mucho más. Me ha fascinado. Nos abrazamos)

– Fotos tomadas por Salta 21 durante la función de ayer.

2 COMENTARIOS

  1. Los Koconós en Salta, capísimos en el mundo de los títeres
    hola quisiera contratarlos para el dia del niño en las lomitas camino a campo quijano, como hago para contactarme con uds? muchas gracias

  2. Los Koconós en Salta, capísimos en el mundo de los títeres
    Sofia y Teseo: soy de Cordoba viviendo en Tartagal. Nos conocimos por intermedio de Sol, mi marido era el profe de folklore de la Escuela de trabajo Social. Me encanta el trabajo que hacen, para nosotros es unico. Quisiera saber si hay posibilidad de comunicarnos para proyectar una funcion en Tartagal. Aca lamentablemente no llega nada que valga la pena en cuestion cultural, y somos un grupo que tenemos intenciones de revertir esto.
    Les mandamos muchos saludos y espero pronta comunicacion
    Mi mail es correoclau2003@yahoo.com.ar

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