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domingo, noviembre 24, 2024

Madre desesperada de chicos adictos denuncia inacción judicial

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Pablo (de 19 años) y Adrián (de 16) están en la calle. Son adictos. Adrián intentó suicidarse el miércoles. Su madre, desesperada, dice que no consigue protección para la integridad física y moral de sus hijos por parte de la jueza Bustos Rallé.

Escuchamos con Amanda D. la nota que pasan por Canal 11 (25 de enero) mientras conversamos sobre su caso. A la par, los hijos que no están “perdidos” toman el té. “Recurrí a la prensa porque mi vida es un infierno, no tengo paz”- dice Amanda. «Me presenté esta mañana, muy temprano, madrugué para ir a Canal 11. Me atendieron a las 7, 45 y grabaron la nota”-comenta.

Vive en el Barrio San Ignacio, a pocas cuadras del Centro de Salud N° 54. Tiene 39 años, es viuda y dio a luz a seis hijos, dos de los cuales, están en la calle y por ello solicita ayuda. “Se drogan con pasta base, que es lo peor”-dice. Cuando le pregunto si se trata del “paco” contesta Santi (Santiago, de 14 años) que se trata de la “pipa”. “Es lo que se pone un polvo en un cañito o algo así”, aclara su madre. «En el barrio corre la droga, se me enfermaron dos, no sé qué pasará con los demás…»- añade.

Hace 4 o 5 años que Pablo, quien cumplió recientemente los 19 años, se droga. Amanda decidió buscar ayuda y hacer público su caso porque no tiene más salida, está en una encrucijada y en una situación desfavorable por su extrema pobreza y la condición de sus hijos. Adrián, de 16 años, es el segundo hijo a quien trata de recuperar su madre. “Tengo dos hijos perdidos, prácticamente desaparecidos, andan en la calle, quizá estén delinquiendo, vienen a mi casa a comer, estoy padeciendo, hay que vivirlo para saber lo que se siente. Es terrible. No puedo ver cómo se destruyen mis hijos. Soy madre y les doy un plato de comida. No me quieren hacer daño. Están enfermos y no tengo solución. Quiero recuperarlos a los dos.”

«Tengo miedo que se muera mi hijo, estoy al borde de cualquier cosa.
Quiero evitar que delinca pero la jueza no lo retiene, y me dice que ya conoce el caso de mi hijo y como no tiene causa lo deja ir
.”

Le digo exactamente esto: «vos querés evitar un delito o catástrofe mayor pero la jueza espera que cometa un delito para actuar, de lo contrario no lo hará”. Amanda me contesta: “vos lo dijiste, es eso exactamente lo que pasa”.

Insisto en preguntarle cómo es que una jueza de menores, tratándose de la vida de un chico, contesta de esa manera: “me lo dice a través del oficial, se comunica con él por teléfono y él sale y me lo transmite. Es la segunda vez que me manda a decir que ya conoce mi caso. Ella sólo firma, no las atiende a las mamás, no las escucha, no quiere oír sus problemas. Ella, la doctora jueza, le da la libertad o lo deja alojado al menor pero no nos atiende. El sumariante o el oficial son los que dan la cara. Esta es la segunda vez que la jueza me lo entrega a mi hijo Adrián porque no tiene causas. Quiero que mi hijo sea detenido, le digo al oficial, se cortó el brazo y se droga, el oficial me dice que vaya nomás, que dice la jueza que ya conoce mi caso”.

“Una amiga de mis hijos-cuenta Amanda- cuando la jueza Silvia Bustos Rallé fue a dar una conferencia porque también es profesora, le preguntó si conocía el casos de mis chicos. Son un caso perdido, le respondió la jueza«.

“Si se matan se matan, a ella no le importa. Como mi hijo Pablo ya cayó preso y se droga, no le importa. No quiero que sea una cadena de delincuencia. Sabe mi caso, me cierra las puertas y no me lo recibe al menor”.

Cuando Amanda habla sobre el menor, se refiere a Adrián quien le pidió a su madre que lo encierre: “mamá por favor, enciérreme, hágame encerrar por favor. Casi me trago la lengua consumiendo”. El pedido del menor, Adrián, es porque solo no puede, necesita ayuda y sabe que en la calle se droga y no puede evitarlo. Sólo el cuidado en un instituto y la desintoxicación pueden frenar su adicción.

Amanda llegó a la prensa porque el menor intentó suicidarse. El día 23 de enero, la madre llamó a la policía porque su hijo entró a la casa y ella cerró la puerta de calle para que no huyera. Dio parte a la comisaría de Barrio San Ignacio, los policías fueron e intentaron hablar con Adrián, lo calmaron para que saliera de una pieza y al hacerlo, vieron que se había cortado desde el puño hasta el codo. Fue trasladado al Centro de salud N° 54 donde fue asistido. El certificado, firmado por Mariel Eugenia González (enfermera) dice: “El joven A. C., de 16 años, fue asistido en este Centro de Salud donde se le realiza curaciones en heridas cortantes profundas, realizadas con vidrio. El joven se negó a que se le realice sutura”.

“Esto no es verdad”-dice Amanda. Él no se negó. Mi hijo tendría que haber sido llevado al Hospital o a la salita de V° Lavalle, cómo puede ser que no lo hayan llevado. Por eso recurro a los medios, tengo un hijo con heridas profundas que está en la calle”.

jpg_pabloadictopaco.jpgAmanda les da de comer cuando aparecen pero no puede retenerlos en su hogar. Van cuando ella no está y le roban lo que pueden, tanto Pablo como Adrián: “me robaron todo, mini componente, plancha, ropa, calzados, colchones, ollas, cuchillos, todo, no tengo nada. Estoy cuidando unos platitos que compré para las fiestas”. Tres niños duermen en un colchón -que se salvó de ser vendido- del abuelo que falleció hace poco. Venden todo lo que roban a su madre para comprar droga por eso Amanda realizó varias denuncias. “Pabo estuvo en la Comisaría del Menor, en el Instituto de Menores Michel Torino que queda en Cerrillos de donde se cansó de fugarse, también en Betania. Lo llevé a Betania, agoté todo”.

“Soy una madre que trabaja, tengo otros cuatro hijos. Me dicen que vaya a familia y exponga el caso, ya lo hice, ando de juzgado en juzgado, me dicen que junte las denuncias, que ponga las partidas de nacimiento, que esto y lo otro para darme un número, perder la mañana y que me den un turno. Y todo es plata. Estoy cansada de esto. Hasta eso se me mueren mis hijos por sobredosis. Ya no quiero perder más el tiempo”.

“Hasta intenté internar a mis hijos fuera de la provincia pero no se dejan, no quieren; Adrián tiene que estar en un instituto, tiene que desintoxicarse, nunca consume delante de mí, está tirado, sucio, está flaco, no se alimenta bien, es una personita enferma. Entre los dos me roban, no sé quiénes son las gentes que frecuentan, vienen solos a la casa. Una señora lo vio a Pablo arrebatando una cartera. Qué les va a pasar a mis hijos, no doy más. Necesito ayuda”.

Yamile tiene 13 años, apenas terminó el sexto año, Santi tiene 14 años, está en octavo año, quizá repita porque se llevó nueve materias; Yoel, tiene un retraso de madurez, con 11 añitos está en cuarto año en la Mariano Castex y Roberto, tiene 10 años y permanece interno de lunes a viernes en período de clases en el Hogar Escuela. Todos asisten a escuelas distintas.

Los niños de Amanda están en situación de riesgo, no pueden estudiar como corresponde, el caso de sus hermanos les afecta la vida de todos. Y están mal en la escuela. Amanda es empleada doméstica, con un sueldo de $ 360 debe mantener a los 6 hijos. Su marido murió hace años, su casa tiene una deuda con el FONAVI pero no puede pagar, apenas le alcanza para dar de comer a sus hijos.

Si todo esto no es suficiente para que la justicia accione, ¿qué hace falta? ¿Una muerte? ¿Dos? ¿A quién hay que tocarle la puerta? La madre pide internación e intervención para sus hijos Pablo y Adrián para prevenir delitos o muerte por sobredosis, ¿y le cierran las puertas? Estamos frente a un caso que da muestras de un mundo impotente, solo la justicia puede devolverle el bienestar a una familia entera. Después hablan de seguridad social, de asistencia social, pura burocracia que no salva la vida de la gente ni les ofrece calidad de vida.

Es el límite. No da para más papelitos. ¿Cuál es la responsabilidad del estado?

– Foto de portada: jueza Silvia Bustos Rallé (Página 12)

– Foto 2: Es Pablo, de 19 años. (Tanto él como Adrián andan en la calle; van al hogar para recibir alimento y huyen). La foto fue cedida por su madre, quien acude a los medios en un intento desesperado por salvar a sus hijos.


NdR: El domingo 27 de enero el adolescente Adrián C. quedó detenido por «consumir droga», ante la denuncia efectuada por Amanda D., su madre, quien debe presentarse a audiencia el lunes 28 a hs. 11 con la jueza de menores, Silvia Bustos Rallé.

3 COMENTARIOS

  1. Madre desesperada de chicos adictos denuncia inacción judicial
    ME PARECE QUE DEBERIA, INTERVENIR LA JUSTICIA Y QUE SEAN INTERNADOS, Y ESTEN ESTRICTAMENTE VIGILADOS.HOY ELLOS NO SON DUEÑOS DE SUS ACTOS POR ESTA ENFERMEDAD,QUE LAMENTABLEMENTE AFECTA A UNA FAMILIA ENTERA.BASTA DE DECIR QUE NO SE PUEDE SE TRATA DE UN SER HUMANO.SEAN CREADOS TANTAS LEYES PARA BENEFICIOS DE POCOS,DEBERIAN CREAR UNA PARA SALVAR LA VIDA DE MUCHOS JOVENES QUE HOY POR HOY ESTAN EN LA DROGADICCION.Y QUE SE ERRADIQUE DE UNA VEZ POR TODA LA VENTA DE DROGAS
    OJALA ESTA MADRE ENCUENTRE UNA SOLUCION
    COMO MUCHAS OTRAS QUE SUFREN POR LA ADICCION DE SUS HIJOS.

  2. Madre desesperada de chicos adictos denuncia inacción judicial
    Tanto la jueza como los policias del lugar saben muy bien quienes sonlosresponsables de la venta de las drogas basuras que se venden en la zona, en el bajo no hace falta mas q ir y verlos vender en las verdas. Dejemonos ya de hipocritas medidas y detengan a los q las venden o apliquen verdaderas politicas penales a quienes la distribuyen. En santa cecilia existen vecinos conocidos por todos pero que tienen proteccion de politicos que ponen plata e influencias para q queden en libertad. Dejemonos ya de fantochadas y procedan y consuman lo que quieran quienes tienen nivel adquisitivo dejen a los niños y jovenes ensituacion de extrema pobreza q no tienen ni para comer y matan el hamre y el dolor con estas mierdas que los adultos mierdas les ponen al alcance de sus manos

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