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jueves, abril 25, 2024

Memorias de ENTEPOLA 2009 en Salta

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Ayer y el domingo Salta fue subsede del Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano (ENTEPOLA). La idea comenzó a gestarse cuando asumió Alfredo Ferrario en el INT de forma provisoria. La delegada titular Cristina Idiarte, tuvo a su cargo la organización y el cierre.

El domingo, en la sede de la Asociación Argentina de Actores de calle Rivadavia 937 se vio “Memorias de un loco”, basada en un cuento de Gógol. Ayer lunes en Vaqueros -en el local El Molino con la lluvia como musicalización de fondo- se pudo apreciar el trabajo de Douglas Paredes, de Venezuela y del grupo mexicano Lotería Teatro conMitote de Calaveras.

Un festival de autogestión, que acerca el teatro a la gente en forma gratuita. Al término de cada función se pasó la gorra para que el público pudiera colaborar voluntariamente con los grupos.

La palabra según Wilson

Wilson Cohelo llegó acompañando la delegación de artistas, realizador de ENTEPOLA Brasil, dirige el grupo Tarahumaras desde hace 21 años. Comenta para Salta 21 que es Licenciado en filosofía, que trabaja la angustia ontológica y explota la cuestión existencialista en sus obras. Rastrea el significado de la “palabra”, tomándola como “pala” que “labra”, y de este desglose resurge un juego interesante en la dramaturgia. Luego de haber realizado una Maestría en Letras, desde 1981 en adelante, trabaja con el lenguaje en la desintegración de la palabra en Artaud y subraya tres problemas o cuestionamientos que se le pueden hacer a la literatura: los manierismos, la sintaxis a priori – que debiera ser a posteriori y que por ello ya hay esquemas previos- y la ruptura con los estilos, por ejemplo “El anarquista coronado”, puede ser tomado como ensayo o poesía. Cohelo explota la palabra dentro de la poesía como forma de hablar y señala que el director pone en escena procesos porque todo director es – o al menos debiera ser- dramaturgo. Lo que hace es negar el teatro literario.

Con Fabián Morales en un monólogo

jpg_entepola_4.jpg Memorias de un Loco por la Organización Negro Olmedo (Argentina). Una versión libre del cuento homónimo de Nikolai Vasilievich Gógol. Un modesto empleado se enamora de la hija de su director y piensa que puede casarse con ella para conseguir así una buena posición social. Sus ansias de que se le reconozca socialmente y de que se le acepte como novio le llevan a la locura. Habla con los perros, se cree el Rey de España y lo llevan a un manicomio.

La obra se vio el domingo 11 de enero en la Asociación Argentina de Actores (Rivadavia 937) y podría haberse disfrutado por muchas más personas pero algunas se quedaron en el Anfiteatro del Parque San Martín donde había sido anunciada en un principio. Por cuestiones técnicas y porque la pieza teatral era para sala, se cambió el lugar poco antes del inicio.

Aunque nunca una sinopsis refleje el contenido desbordante, en este caso de una obra y siempre se trata de una lectura e interpretación que el mismo grupo considera que es la línea que encauzó su labor, los espectadores solemos hacer lecturas que amplían esta mirada. En mi opinión, la obra Memorias de un loco también exhibe la degradación de una clase social relegada: la del pobre. Pobre que en este caso además, no tiene más escape que la locura para enfrentar la desigualdad. Tierno y sumiso por momentos, avasallante por otros, el actor se revela con una esquizofrenia que posee nuestros sentidos y nos catapulta hacia su infierno descomunal. Pasajes de humor en medio del sombrío vericueto de un alma oscura, transportaron nuestra razón hacia el rechazo de una política divisionista. Con una mirada atrapante, Fabián Morales pregunta a los espectadores: “qué desgracia ser pobre, ¿no?” y nos sumerge en un hielo que se derrite sólo en partes.

Buen trabajo del actor con actos mínimos que revelan la identidad de un ser que ha sido maltratado por la aspiración de ser otro. Una frase central: “los perros son bien políticos y los políticos son bien perros” .

Fabián (38 años) cuenta a Salta 21 que es de Mercedes (localidad de 80 mil habitantes), Buenos Aires, que se formó en la Escuela Nacional de Arte Dramático, que participó de la obra “La lección de anatomía” y que con su anterior monólogo “Informe para una academia” (adaptación del cuento de Kafka) ganó varios premios. Pertenece a la Organización Negro Olmedo, creada hace 17 años, grupo dirigido por Marisa Ibaldi y donde él es director artístico y actor.

Ayer actuaba en S.S. de Jujuy, el 14 de enero estará presentando su monólogo en La Quiaca y al término de ENTEPOLA realizará una gira por Misiones, partirá al V Encuentro de Teatro Latinoamericano de Chile, y a Colombia y La Habana.

En su opinión, la pieza teatral presentada se refiere a la angustia, a la opresión y a la ausencia de una salida del personaje. Próximamente trabajará con Wilson Cohelo también en una trilogía entre Kafka, Gógol y Artaud.

jpg_ActorVenezolano.jpg“Dame la mano y danzaremos…”

Douglas Paredes, de Venezuela, mostró su trabajo como Cuentacuentos. Comenzó ayer lunes a las 20, 30 en El Molino de Vaqueros e increíblemente, sin elevar el volumen ni hacer quiquirimichis extraños, atrapó la atención de los niños en el salón, al compás de una lluvia torrencial. Pequeñines de 2, 3 y hasta 13 años estaban embobados con los cuentos de Douglas. Tenían mensajes de sabios, moralejas y reflexiones sobre la vida. Algunos fueron bastante cortos y con remate anecdótico.

Farsa callejera tragicómica: el plato fuerte del 12

Mitote de Calaveras por Lotería Teatro de México (Aguascalientes). Cinco personajes rompen la rutina que se vive en la calle para invitar a la gente a ser parte de una historia fuera de lo común, pero humana: Doña Brígida Romo sufre de un ataque cataléptico, sus familiares al creerla muerta la entierran viva, con todas sus joyas como ella lo había pedido. Ruperto, un hombre humilde, sufre gran pena por no tener recursos par atender a su hijo moribundo, tras una larga indecisión que le acarrea la conciencia, decide desenterrar a la difunta y pedirle prestadas sus joyas.

El grupo mexicano fue aplaudido sostenidamente por la concurrencia hacia las 22, 30 del lunes, en la Asociación El Molino de Vaqueros. La tormenta se hacía sentir pero en el salón de El Molino, había un microclima especial. Rompieron lo estático con una entrada de saltimbanquis y juglares. Esto atrapó la atención de los espectadores, muchos vecinos de la localidad de Vaqueros y de los que veníamos de un poco más allá.

Mitote de calaveras se trata de una creación colectiva basada en una leyenda popular de Encarnación de Díaz y la canción “Ruperto” de Alí Primera.

jpg_ActoresMexicanos2.jpgRecrearon excelentemente la obra en clave de farsa y revivieron el arte popular, signo de ENTEPOLA, con una dramaturgia de tono sencillo y con actuaciones logradas. Nos transportaron hacia siglos atrás y en forma farsesca nos mostraron la virtud y peripecias del pobre. La muerte acechante siempre y sin remedio por falta de dinero y ante la hostilidad policial, cedía impetuosa ante nuestros ojos. Y sin embargo, pese al hondo dramatismo de la escena final, los niños no sintieron esa presión por el encuadre que el grupo le dio.

El humor matizaba las escenas y parecía la vida misma soplada desde un cuento animado. El tono mexicano atrapaba al espectador y todos disfrutaban de una buena representación, de poco más de una hora.

La encarnación del sacerdote que larga hostias a la concurrencia y desea confesarlos fue potente y bien articulada; la entrada del médico chanta que suelta graciosos parlamentos de poca ciencia pero que se precia de su saber fue notable; la muerta que revive hizo estragos de humor; la sirvienta y el resto de los personajes que creían ver un fantasma fue una humorada creativa. Al final, el llanto de Ruperto, poblador, sufrido y sin dineros se llevó puesto al personaje y aunque fue triste, se remarcó como parte de la resignación de una clase popular librada a su suerte. Así se entendió.

El elenco estuvo integrado por Magda Olmos, Aline Reyes, Carlos Velasco, Daniel Hernández y Gerardo Ávalos bajo la dirección de Martín Layune.

Fuerte y sostenido aplauso coronó al grupo Lotería Teatro al cierre. Las plásticas imágenes descubrieron una estética preciosa.

Mientras se veía la obra y al término de la misma, se pudo compartir una exquisita pizza de queso hecha en casa, relizada por la gente de la Asociación El Molino para recaudar fondos destinados a arreglar ventanales del lugar, entre otras cosas.

Juan Barcenas al cierre de ENTEPOLA le dio las gracias a los artistas llegados a Salta, a la delegada del INT, Cristina Idiarte, y a los espectadores por el marco festivo, el recibimiento y el trabajo puesto para lograrlo.

– Foto 1 y 2: Memorias de un loco

– Foto 3, Douglas contando cuentos; y foto 4, la farsa mexicana.

Nota relacionada:

Con Juan Barcenas de ENTEPOLA 2009: bienvenido a la Argentina

https://www.salta21.com/spip.php?article1454

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