Si el lector desprevenido se limita a hojear solamente los títulos y no ahondar y comparar los textos de las columnas o cotejar las eventuales desmentidas posteriores, puede caer en el error de aceptar sin reparos que todo en nuestra sociedad corre por carriles de incertidumbre, corrupción generalizada e inestabilidad
Cuando todavía restan cuatro meses y medio para las próximas elecciones nacionales, ya la exasperación de los distintos sectores en pugna desde la oposición está llegando a límites impensados. Basta repasar los sucesos que la guerra mediática ha puesto en escena esta semana para advertir que unos y otros no retacean ningún recurso en esta puja pre comicial. Hagamos un repaso.
Con repetitivos y hasta monótonos titulares en letras de molde las empresas periodísticas que trabajan en conjunto contra la gestión gubernamental (Clarin, La Nación, Perfil, Infobae, Ámbito Financiero entre otros en papel y TN, Canal 13, Metro, y América en televisión) han logrado imponer la palabra escándalo para referirse tanto al caso Schoklender y la Asociación Madres de Plaza de Mayo, como al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. (INADI) y la renuncia de dos de sus funcionarios de primera línea. Aprovechando obviamente estos dos sucesos para lanzar sus habituales dardos contra la señora Cristina Fernández. En este juego perverso de los grupos económicos que se presentan como prensa independiente, si el lector desprevenido se limita a hojear solamente los títulos y no ahondar y comparar los textos de las columnas o cotejar las eventuales desmentidas posteriores, puede caer en el error de aceptar sin reparos que todo en nuestra sociedad corre por carriles de incertidumbre, corrupción generalizada e inestabilidad.
Hasta hemos tenido que sufrir el editorial del Pro Secretario de redacción del grupo Clarín, el señor Marcelo Moreno que llegó a decir el pasado martes 7 de Junio: “Resulta muy áspero practicar el periodismo en estos tiempos desde Clarín. Mucho más difícil que en todo el periodo democrático que arrancó en 1983. Y, bajo riesgo, como si viviéramos en una dictadura”. ¿No será mucho?
La investigación judicial en la causa que involucra a Sergio Schoklender recién se inicia, y para esta movida mediática aparentemente ya no hay nada que investigar. Los titulares que se publican ya dan por cierto movidas de lavado de dinero, mesas clandestinas financieras, yates, automóviles de alta gama, aviones y manejos millonarios, y todo eso por supuesto estaría manejado por Hebe de Bonafini con la directa supervisión de la Presidenta. De un caso de aparente manejo irregular de fondos por un apoderado de esa organización, que de confirmarse las hipótesis y las líneas judiciales en marcha deberá responder penalmente, se pretende claramente desprestigiar la enorme obra que desde esa fundación se hizo durante todos estos años, demostrando para el horror de los eternos contratistas privados de la obra pública, que existen otras posibilidades de construcción de viviendas que no necesariamente deberán pasar por sus contabilidades. De idéntica forma y medida se castigaba el año pasado a la organización social Tupac Amaru, y por la misma razón. ¿Qué hacen Las Madres construyendo casas? Se preguntan desde estos medios, indicando con malicia que sólo deberían dedicarse a buscar a sus parientes desaparecidos. Todo al mismo tiempo que se obstaculiza hasta el hartazgo precisamente la investigación judicial para que se pueda determinar el origen de los dos hijos adoptivos de la señora Herrera Viuda de Noble. Una hipocresía casi sin límites.
En los últimos treinta y un días, las notas de tapa del diario Clarín por ejemplo, tienen ataques directos a funcionarios del gobierno nacional en veintisiete casos. Nuevamente: ¿no será mucho? Se ha llegado a publicar en ese medio que la representante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, la señora Taty Almeida ha pedido que se investigue a Hebe de Bonafini, y a pesar de que literalmente la señora ha acusado a esa editorial de canalla, y exigirle que rectifique la noticia ya que nunca afirmó nada de eso, el título igualmente quedó. Tampoco se publica por supuesto, que la titular de la organización investigada sigue viviendo en su misma modestísima casa de La Plata, que dista enormemente de ser siquiera parecida a las viviendas que ella misma entrega a los beneficiarios de la organización. Las verdades a medias a veces son las peores mentiras. Nadie podrá salvar las irresponsabilidades de Hebe de Bonafini en los últimos tiempos, donde hasta llegó a arengar a sus seguidores a tomar la Corte de Justicia –entre otros exabruptos parecidos- pero acusarla de enriquecimiento es claramente una infamia.
Con la renuncia del presidente y la vice presidenta del INADI, se quiere montar una operación parecida. Al fin y al cabo se ha tratado de una pelea de dos funcionarios como en tantos otros organismos, que debieron abandonar sus cargos y mediante una intervención directa la entidad se regularizará en seis meses. ¿Era un caso tan extremo para hablar de escándalo y hasta publicar los supuestos diálogos e hipotéticos insultos de los dos protagonistas, a la mejor manera de las ridículas novelas de la siesta?
La conformación de la fórmula que acomoda a la derecha política Argentina con Alfonsín- Gonzáles Fraga, ha hecho necesario redoblar esfuerzos para desprestigiar la gestión gubernamental a como de lugar. En consonancia con este montaje periodístico, estos candidatos que son clientes fijos de los programas nocturnos de la cadena TN, inmediatamente han comenzado a hablar de moralizar y ordenar. Tener estrategias electorales es válido; pero que quienes organizan los operativos de prensa como estos les den el discursito escrito, ya es lamentable. Por actitudes como estas precisamente, desde el inicio la gente percibe poca credibilidad.
El gobierno por su parte se encarga a través de medios que les son afines de desviar la atención hacia otro punto y en las ediciones de Tiempo Argentino o Página 12, -que por ejemplo en la edición de hoy 11/06/2011 no tiene ningún título de ninguno de los dos sucesos que mencionamos; y programas como 678, Duro de Domar y otros, se empeñan en publicar que la encuestadora Monitor de Tendencias Económicas y Sociales de la consultora Opinión Pública y Servicios de Mercado (OPSM), da ganadora a la señora Fernández en primera vuelta con el 43% de los votos, y que la reciente fórmula de la oposición solo alcanzaría el 18,7%, y que más del 70% de los encuestados no votaría nunca a Carrió, Duhalde o Rodríguez Saa.
Para esta parte de la prensa prácticamente ya no haría falta hacer la elección de octubre. También podemos volver a preguntar: ¿no será mucho?
Todo parece indicar que esta tendencia a la confusión y la desinformación se acrecentará a medida que avance el cronograma electoral, y los sufridos ciudadanos deberemos seguir buceando detenidamente en el mar de noticias de cada día, para no caer en la trampa de creer que todo es blanco o todo es negro.
Mentiras y medios
Buen artículo. Elogiable. Por mi parte yo me inclino por el mas expuesto: el gobierno. No es comparable la variedad de medios que utiliza el multimedios y sus asociados para defenestrar al gobierno, con los medios supuestamente «oficialistas» mencionados en la nota.
Mentiras y medios
Es curioso el titulo de esta nota “mentiras y medios” cuando atravesamos un escenario político en el que el kirchnerismo ha utilizado todas las herramientas mediáticas habidas y por haber para hacer demagogia de su “modelo” de gobierno: levantando las banderas de la sanción de la ley de medios, ley que beneficia a los grandes monopolios, permitiendo el ingreso de los pulpos telefónicos en los medios audiovisuales, estatizando los contenidos culturales… y que ha “democratizado” la palabra incorporando al espectro programas oficialistas, tales como “678”…
Este intelectual K presenta una batalla en el campo del lenguaje, queriendo polarizarse de los grandes multimedios, para no hablar de los compromisos reales, para nada verbales, del gobierno con las mineras, las petroleras, los banqueros y los acreedores externos, o con el mantenimiento del trabajo precario y las jubilaciones de miseria.
En ese sentido si deberíamos hacer una polarización. Una polarización entre los partidos patronales y los que realmente defienden los intereses de los trabajadores.
No es Schoklender el “problema”, es Tomada manteniendo charlas con Pedraza autor intelectual del crimen de Mariano Ferreyra, es Insfran en Formosa asesinando a los Tobas Qom… es Peralta amenazando a los docentes, petroleros y mineros, y mandando patotas a Adosac en Santa Cruz… es este modelo que defiende a los intereses empresariales frente a los de la clase trabajadora.
“El kirchnerismo no logrará separar a Hebe de Bonafini de Schoklender, ni logrará separarse de Schoklender mismo, porque esos negociados no hubieran sido posibles sin la participación de Planeamiento y de De Vido, así como de los institutos de viviendas provinciales e incluso del macrismo.”