Si la corrupción política, el narcotráfico, las mafias y el poder económico concentrado son letales para el periodismo, en Salta la prensa libre está en jaque ya que todos esos factores están entrelazados aquí en un poder único que presiona, compra, condiciona y amenaza a periodistas y medios de la provincia.
¿Cuál es la misión del periodista hoy? Es la de siempre: informar con precisión y opinar con libertad. Para lograrlo debe enfrentar y superar un obstáculo tremendo: el poder político y económico pretende transformar la verdad periodística en propaganda y direccionar a la opinión pública de acuerdo a sus propios intereses. La información y la opinión devienen mercancía que se compra y se vende, objeto condicionado a la voluntad del poder político imperante. El poder compra o condiciona a los medios. Y en definitiva el que decide lo que se publica o no es el dueño del medio y no el periodista.
Este es entonces el desafío del periodista hoy: encontrar las vías para poder llegar con la información veraz y la opinión libre a la gente. Es decir: sortear la censura que establece el poder político y el económico.
Tarea difícil. Hay algunos medios en los que el espacio de libertad para ejercer un periodismo sin condicionamientos es mayor que en otros. Pero su viabilidad está amenazada porque el poder político y económico no sólo no los sostienen (no reciben publicidad oficial y les cuesta conseguir avisos de las empresas) sino que menudo trabajan para silenciarlos.
Por ello, lamentablemente, los periodistas se transforman en meros voceros del poder, en propagandistas a sueldo. Y los que realmente aman el periodismo terminan enfermándose porque no hay peor situación para un trabajador de prensa que estar sometido constantemente a la censura. En este caso su deber ético es canalizar los datos y la información a la que acceden y no pueden publicar en sus medios hacia periodistas o medios independientes para que salgan a la luz. O sea que siempre deben estar al servicio de la gente –que tiene derecho a acceder a la información que el poder pretende ocultar- y no someterse a los intereses mediáticos, políticos o económicos que intentan medrar con el ocultamiento y la mentira.
Por eso es importante crear medios alternativos e independientes y para ello Internet es una herramienta posible. También hay que buscar formas de financiamiento que eviten la dependencia de los grandes grupos económicos y los factores de poder político a través de cooperativas, medios comunitarios, publicaciones no convencionales, etc.
Se debe trabajar también dentro del sistema educativo en la Formación Etica y Ciudadana -en EGB 3 y Polimodal- para formar ciudadanos críticos que no sean manipulables por los grandes medios y que prefieran la prensa libre a la prensa canalla.
El problema es mundial
La prensa libre en Salta casi no existe, ya que la mayoría de los medios se limitan a informar y opinar en función de los intereses del grupo de poder político y económico liderado por el actual gobernador de la provincia, Juan Carlos Romero.
A nivel nacional se han denunciado repetidamente los intentos del presidente Néstor Kirchner de controlar a la prensa del país como lo hace con la de Santa Cruz.
“Incluso países como Francia tienen la prensa censurada” denuncia Ana Ragot, socióloga salteña que residió años en París y fundó el sitio independiente www.saltalibre.org. No hay periodismo en Cuba, en el sentido de pluralidad de medios con distintas líneas editoriales y trabajadores de prensa que puedan criticar públicamente a los gobernantes. Ello es así porque la prensa debe reflejar la voz del pueblo: una voz única que -por cierto- habla a través y en función de un partido único. La prensa estadounidense acompañó la política internacional de Bush y silenció los crímenes en Irak. Las grandes cadenas yankis imponen el punto de vista imperial incluso fuera de los Estados Unidos.
¿Un mundo feliz?
Gran parte de la prensa ha dejado de reflejar la realidad para crear un mundo de ficción que refleja los intereses políticos y económicos dominantes. Y esto también se hace con el recurso de transformar la noticia en espectáculo y mostrar catástrofes y crímenes sin ahondar en análisis críticos y debates libres y profundos sobre problemas como la ecología, la pobreza, los suicidios y el racismo. La frivolización de la noticia también es una forma de ocultamiento.
Cuando la prensa funciona como contrapoder a menudo las consecuencias son trágicas. ¿Quién se acuerda hoy de José Luis Cabezas el fotógrafo que firmó su sentencia de muerte cuando capturó el rostro de la mafia que se movía tras el poder político de la presidencia de Carlos Menem?
La periodista rusa Ana Politkovskaya fue asesinada en octubre de 2006 porque investigaba el abuso a los derechos humanos de los militares rusos en Chechenia. 40 periodistas fueron asesinados en Colombia desde 1992 en el contexto de un conflicto armado que lleva décadas. En México los carteles de la droga están acorralando y silenciando a la prensa. Son 29 los periodistas caídos en Filipinas en los últimos 15 años: la mayoría se dedicaba a investigar o informar sobre casos de corrupción política, narcotráfico y crimen organizado. El 85% de estos casos permanecen impunes. Todo ello lleva a la autocensura.(*)
En Salta la Triple A asesinó en 1975 (lo dinamitaron) al cronista policial Luciano Jaime, quien informó en el diario El Intransigente sobre el crimen del militante revolucionario Eduardo Fronda (25 años) cuyo cadáver fue hallado -con signos de tortura- el 8 de enero de ese año en el paraje La Choza luego de que el periodista lo viera la noche anterior, detenido, en una comisaría.
Actualmente FM Noticias y Nuevo Diario tienen consigna policial; sus periodistas y sus directores fueron amenazados por informar sobre el caso del ex diputado Ernesto Aparicio, acusado de narcotráfico y de asesinatos en la frontera con Bolivia. La periodista Romina Chávez Díaz –co-fundadora de www.salta21.com– sufrió amenazas de muerte por su cobertura de la huelga docente.
La redacción del periódico La Reseña de Rosario de la Frontera fue allanada irregularmente por la policía y los periodistas Sergio Poma y Marco Díaz Muñoz afrontan procesos judiciales motorizados desde el gobierno a modo de «vendetta» por su trabajo periodístico crítico e independiente.
Si la corrupción política, el narcotráfico, las mafias y el poder económico concentrado son letales para el periodismo, en Salta la prensa libre está en jaque ya que todos esos factores están entrelazados aquí en un poder único que presiona, compra, condiciona y amenaza a periodistas y a medios de la provincia.
Restituir la información sin censura ni condicionamientos, restablecer el debate que confronte distintos puntos de vista, lograr la participación de los ciudadanos a través de la opinión libre es parte del desafío para construir una sociedad realmente democrática. Tarea en la que se deben comprometer no sólo los periodistas sino todos los ciudadanos, con el aporte de instituciones educativas como la Universidad Nacional de Salta.
(*) Cfr. revista Noticias Nº 1584 pág 91 «Periodismo e impunidad», por Jorge Lauría.
NdR: Con este artículo el autor -coeditor de Salta 21- participó en el Foro «periodismo y política» organizado por las Cátedras «Teoría y práctica de la Prensa Escrita», «Introducción a las Teorías de la Comunicación Social» y «Análisis del discurso» de la Carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Humanidades de la UNSa, que tuvo lugar el 28 de mayo en el complejo universitario de Castañares. En la mesa de exposición y debate participaron también los periodistas Luciano Tanto, Elena Corvalán y Antonio Oieni
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