Niebla, 20 años de música a puro corazón

Esta noche a las 21,30 en la galería El Palacio -frente a la Plaza 9 de Julio- el grupo Niebla tocará en el día de la música y los salteños celebraremos sus 20 años de jazz, rock, blue y zamba. Julio Lamas y Pekiné Lamas charlaron con Salta 21…

El espectáculo -en cuyo transcurso se le entregará una placa al grupo Niebla- es organizado por la Sociedad Argentina de Letras, Ciencias y Artes Filial Salta, cuya Comisión Directiva está integrada por Mónica Sánchez, Miguel Herrera, Raúl Gómez y Julia Scordomaglio.

¿Cómo se inició esta aventura que es hoy parte de la historia musical de esta ciudad?. Julio Lamas recuerda:

“Desde los 14 años, escuchaba discos de tango, folklore , blue, de músicos como B. B. King, Eric Clapton. Entrando a los 18 comienzo a estudiar en la escuela de música para formarme desde el lado profesional.

El primer grupo se llamó “Propuesta”. Justamente cuando ingresé a la escuela de música teníamos una onda León Gieco, con música andina, charango bajo, batería. Para variar hacíamos fusion: rock, andino y blue. En ese tiempo en casa habia un órgano, violín y guitarra. Quedó la guitarra porque es lo más fuerte en el rock y el blue.

El siguiente grupo lo integramos con Juan Carlos Marín. Fue un cuarteto que se llamó “Contemporáneo”. También estaban Palmito Flores y J. C. Quintanilla. Luego con el “Coco” Carrasco formamos “Niebla”. Fue hace ya 20 años, en 1987. Estaban Sajama (saxo), Orlando Jiménez. Luego se unieron a nosotros Chinato Torres y Mirko Petrocelli“.

– ¿Cómo ves la música en salta, el folckore por ejemplo?

Con todo respeto, ahí no escuchas una musicalidad, no es poner unos instrumentos para rellenar y sin un discurso propio. Hay que tener un discurso propio. No hay propuesta musical en el folckore actual de Salta.

– ¿Ahora qué están haciendo?

Estamos homenajeando a Oscar Aleman y a Diango Reinjar que son músicos de los años 40. En la galería El Palacio vamos a tocar temas del Cuchi Leguizamón y de Manuel J. Castilla.

Zambas y blues para “abrir cabezas”

Pekiné Lamas dice que comenzaron con el rock y derivaron al jazz. De chico se formó en el folclore, en la escuela. Su padre era un trabajador que tocaba el acordeón los fines de semana, en las fiestas.

Recuerda que en el primer Niebla estaban Zapato Jiménez en batería, Palmito Flores en bajo. También pasó por el grupo Chinato Torres. Actualmente el trío se completa con Pablo Arnedo en la batería. Pekiné Lamas toca la guitarra eléctrica y Julio Lamas la guitarra MIDI.

Nunca grabaron. Tiene grabaciones caseras. Están incluídos en el ciclo Poesía Viva, que registró la confluencia de poetas con músicos de Salta. Participaron además con su aporte musical en el documental Copla Vera, que refleja la vida y la obra del poeta Jesús Ramón Vera. Hace años ya que ganaron junto a La Región un festival de jazz y rock cuyo premio era una grabación. Había fondos de la Nación con los que la entonces secretaria de Cultura Adriana Pérez debía editar un disco. Pero nunca se hizo.

Los músicos de Niebla son empleados. Julio trabaja en una imprenta, Pablo en la radio de la Unsa, y Pekiné en una empresa de servicios. “Imposible vivir de la música”, dice –como resignado- Pekiné. Y si bien no ganaron dinero hace un balance positivo de estos 20 años como artistas: cosecharon amistades, afectos, el reconocimiento de otros músicos. “Por el laburo no tenemos el tiempo necesario para dedicarle a la música, sólo nos juntamos un par de veces por semana, luego cada uno practica solo, con su instrumento. Yo soy autodidacta. Julio, en cambio, tiene estudios de música”.

A Pekiné le parece bien que la Sinfónica vaya a los barrios, que se lleve el arte musical al pueblo. Dice que hay que derribar prejuicios, darle más importancia a la educación. Y se lamenta porque las radios están “bombardeando” a la gente con música que “no vale la pena”, cuando deberían “abrir cabezas”, lo cual sólo pasa excepcionalmente, en emisoras como radio Nacional y la radio de la Unsa.

El repertorio básico de Niebla pasa por un standard de jazz. Pero desde allí navegan libremente por el blue, el rock y el folclore. Tienen una versión espléndida de La Pomeña, por ejemplo. Pekiné prefiere hablar de “unión” o “armonización” y no de “fusión” para la confluencia de distintos tipos de músicas. “Hay que trabajar para lograrlo de modo que no se note un choque, que sea creíble”, explica.

– ¿Niebla es por el tango Niebla del Riachuelo?

No, por el tema “Niebla Púrpura”, de Jimmy Hendrix…

“La zamba, la baguala, son como el blue”, compara Pekiné. “Se ha dicho que Vidala para mi sombra es el blues más triste de la tierra. Y es que el origen del blue -que es como un lamento de los negros- es similar al de nuestra música; el campesino bagualea y en el carnaval baja al pueblo con su caja, y expresa con su canto sus alegrías y sus tristezas”.

Es lo mismo que viene haciendo Niebla en la ciudad de Salta –con algunas escapadas a Orán, Jujuy, Metán y Rosario- desde hace ya 20 años, para deleite de un grupo de amigos que los sigue y disfruta de una música que –como dice Pekiné- se hace “a puro corazón”.

Fotos: Leandro Méndez