Buenos Aires (Télam). El ex policía Gustavo Prellezo, condenado a reclusión perpetua por el crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, cometido en enero de 1997, fue beneficiado con el arresto domiciliario, con lo que no quedará ningún acusado en prisión.
Fuentes judiciales informaron que la Cámara Penal de Dolores otorgó el martes a Prellezo ese beneficio por cuestiones de salud, ya que padece una hernia de disco, y explicaron que el ex policía no podrá abandonar su domicilio salvo para recibir asistencia médica.
Los voceros añadieron que el arresto domiciliario aún no se concretó, ya que el padre de Prellezo, Anastasio Prellezo, y su pareja deben constituirse como “garantes” de que no saldrá del domicilio que fijó en la localidad de Tolosa, La Plata.
Cuando el padre y la futura concubina del imputado se presenten en la Cámara a firmar, Prellezo será llevado a su casa y una vez que haya disponibilidad, se le colocará una tobillera electrónica, por lo que permanecerá un tiempo indeterminado sin control.
Sin condena firme
Para conceder la prisión morigerada, los camaristas Fernando Sotelo y Susana Darling Yaltone tuvieron en cuenta su estado de salud, el tiempo que lleva detenido -trece años- sin sentencia firme, y que no entorpecerá la investigación.
“Los informes médicos señalan que necesita un tratamiento constante y que en prisión no lo está recibiendo en forma adecuada”, agregó el vocero y recordó que el imputado está preso desde el 9 de abril de 1997.
Prellezo era el único de los detenidos por el denominado caso Cabezas que no había obtenido hasta ahora el beneficio de la prisión domiciliaria.
El 24 de septiembre de 2009 el Tribunal de Casación bonaerense confirmó la condena a reclusión perpetua impuesta a Prellezo por el delito de “sustracción de persona agravada por la muerte de la víctima, en concurso ideal con homicidio calificado por alevosía”.
Con esta medida, la sala II del máximo tribunal penal bonaerense rechazó un recurso presentado por la defensa del ex oficial bonaerense y dejó firme la condena impuesta en 2000, por la Cámara de Dolores.
El crimen del fotógrafo
José Luis Cabezas fue secuestrado el 25 de enero de 1997 en Pinamar al salir de una fiesta, como venganza por haber fotografiado para la revista Noticias al empresario Alfredo Yabrán mientras caminaba por las playas de esa ciudad balnearia.
La denominada banda de los “Horneros” (Horacio Braga, José Luis Auge, Sergio González y Héctor Retana) confesó haber sido reclutados por Prellezo para cometer el asesinato.
Cabezas fue llevado hasta una cantera en General Madariaga, donde fue asesinado de dos disparos y lo prendieron fuego dentro de su propio auto.
Prellezo fue vinculado a Yabrán y su jefe de custodia, Gregorio Ríos, también acusados por el caso.
