El organismo informó por tercera vez la suba de precios minoristas, tras el sinceramiento de cifras y la elaboración del nuevo índice. El indicador mostró una variación por debajo de lo esperado por analistas. Pero el acumulado se mantiene elevado y gremios insisten con la reapertura de paritarias.
El Gobierno logró cerrar la semana con una buena noticia que oxigena la realidad económica y política signada, en los últimas días, por el impacto del tarifazo y la disputa judicial que generó.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), los precios minoristas subieron un 2% en julio, una tasa por debajo de la esperada por analistas.
Si bien la cifra de la inflación anual es muy elevada -mayor al 45%, según la mayoría de las estimaciones públicas y privadas- y los gremios continúan reclamando la reapertura de las paritarias, el descenso progresivo de este indicador le dará al Gobierno cierto alivio para encarar el último cuatrimestre del año.
En el Gobierno insisten también con que cumplieron con otra de las promesas de campaña: transparentar el Indec.
Sucede que el organismo completó tres meses consecutivos informando la inflación minorista tras el sinceramiento de las cifras y la elaboración del nuevo Índice de Precios que alcanza a la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
El dato de julio, por cierto, implica un respiro para el Gobierno, una especie de “buena noticia”, en pleno conflicto por el tarifazo.
La variación de los precios correspondiente al mes pasado fue de menos de la mitad que la registrada en mayo, cuando alcanzó el 4,2%.
Además, se ubicó muy por debajo del 3,1% de junio. Frente a estas cifras, los funcionarios confían en que se haya ingresado en una tendencia bajista, que debería profundizarse de cara al último tramo del año.
No obstante esa desaceleración, todavía preocupa y mucho la evolución que tuvieron los precios de los alimentos, que se movieron por encima del promedio.
A pesar de que el dato oficial demuestra una ralentización tanto en el nivel general como en la llamada inflación subyacente (3,6% versus 2,3%), los alimentos (que tienen un importante peso en el índice) se mantuvieron firmes y mostraron una suba del 2,7%, apenas por debajo de la registrada en junio pasado.
No obstante, la mayor suba se registró en los rubros de esparcimiento (5%), restaurantes y hoteles (4,7%), salud (3,6%) y recreación y cultura (3,4%).
En tanto, los alquileres de viviendas reflejaron un incremento de 2,2%, y el rubro Mantenimiento del Hogar una suba de 3,4%.
Las subas fueron compensadas por la baja de precios en el sector Indumentaria, que incluso marcó una caía del 0,8%.
En tanto, la inflación núcleo, que excluye subas de precios estacionales y/o de los bienes y servicios regulados, fue del 1,9%, por debajo a la suba registrada en junio, que había sido del 3%.
A mediados de julio, el director del INDEC, Jorge Todesca, había admitido estar “preocupado” por el impacto en la inflación de “los fuertes aumentos que vienen del sector privado”.
Según Todesca, el Gobierno no lleva adelante en estos momentos “una gran expansión monetaria ni tampoco procesos devaluatorios”, por lo que los fuertes aumentos “vienen de manera neta del sector privado. Desde ahí proviene el 60% de los incrementos”.
La cifra del INDEC se dio a conocer días después del seguimiento que hacen legisladores. Según el IPC Congreso, la inflación en julio fue del 2,4%, que arroja un 46% en los últimos 12 meses.
Según el indicador, elaborado a partir de estimaciones de un conjunto de consultoras privadas, julio fue el cuarto mes consecutivo con inflación mensual en baja pero el noveno consecutivo con crecimiento en términos interanuales. En los primeros siete meses del año, la inflación acumulada es del 30,2%.
Las cifras del INDEC estuvieron en sintonía que lo que habían marcado las otras mediciones “alternativas” que, mes a mes, le toman el pulso a la inflación:
– El Observatorio Social de la CGT que dirige Hugo Moyano estimó que la inflación el mes pasado estuvo en el orden del 3,1%, por debajo del 3,4% que había calculado para junio.
– Para el estudio Bein, el índice de julio se ubicó debajo del 2%.
– La consultora Ecolatina relevó una inflación en torno del 2,3% y 45,7% a nivel interanual.
– Para PriceStats se ubicó cerca del 1,5%.
– Desde Orlando Ferreres & Asociados estiman una suba cercana al 2% y un 41% interanual.
En medio de este panorama, el Banco Central aseguró el viernes en su Informe Monetario Mensual que “el proceso de inflación siguió en baja durante julio”, al registrar menores alzas de precios que en junio.
Con esa perspectiva, recortó el precio de las Lebac el martes al 30% anual, lo que arroja un rendimiento mensual en torno al 2,80%.
Pobreza
La difusión de los datos oficiales de inflación se da horas después de que el oservatorio de la Deuda Social de la UCA publicara el nuevo informe del Barómetro de la Deuda Social de esa universidad.
El director del Observatorio, Agustín Salvia, aseguró que “muchos indicadores demuestran que hubo alguna mejora durante el 2010 y 2015, pero que mantenemos una estructura sumamente complicada desde el punto de vista social desde diciembre pasado”.
Salvia afirmó que “se produjo un agravamiento de pobreza por ingreso”.
“Hay 1,4 millones de personas con problemas de alimentación; 7,9 millones de personas con dificultades para ingresar a los sistemas de salud y 7,2 millones de personas sin una vivienda adecuada”, añadió.
Sin embargo, tras conocerse el relevamiento del INDEC, dijo que una caída a la mitad de la inflación, sostenible en el tiempo, “haría caer la pobreza 4% o 5%”.
“Con menos inflación y más empleo, aunque sea informal, la pobreza pasaría de 32% a 20 o 21%, y ese sería un piso“, dijo.
“Una caída de la mitad de la inflación haría caer la pobreza 4% o 5%. Y aumentar el empleo también haría caer 2% o 3% la pobreza”, especificó.
Tras el demoledor informe de la UCA, el presidente Mauricio Macri desde Mar del Plata, volvió a hacer referencia al objetivo de llegar a un nivel de “pobreza cero”.
En un brevísimo discurso que que apenas duró poco más de 2 minutos, aseguró que la Argentina camina hacia ese plan e instó a todos los sectores “a trabajar en conjunto por un país con pobreza cero”.
El conflicto sindical, latente
Más allá del dato de julio, el acumulado anual de inflación generó en los últimos días un nuevo foco de conflicto para el Gobierno: el pedido, por parte de los gremios, de que se reabran las paritarias.
Con el foco en ese objetivo, la CGT informó a principios de esta semana que la inflación subió un 3,1% mensual en julio y alcanzó así el 45,86% anual, por lo que una familia tipo necesita casi $12.800 para no ser pobre.
Ante esas cifras que probablemente compliquen el escenario de la conflictividad social, el Gobierno -rápido de reflejos- salió a decir que no alentará la apertura de las paritarias.
Tras las fuertes subas en los primeros siete meses del año, ya son varios los gremios que reclaman reabrir las paritarias, sobre todo aquellos que firmaron los acuerdos al comienzo del año, con la promesa de una inflación más baja.
Es el caso de los docentes y de varias provincias, que cerraron convenios en torno al 30%. También es el caso de estatales de algunas provincias y de ATE a nivel nacional, que tuvo que aceptar un 37% acordado por UPCN.
Por otro lado, hay tres gremios importantes que antes de fin de año volverán a negociar porque acordaron una suba por sólo seis meses. Es el caso de Comercio, el gremio con más afiliados que cerró un 20% hasta septiembre; la UOCRA, un 22% hasta el mismo mes; y el Suterh, un 25% hasta noviembre.
Marcos Peña tuvo que salir a responderle a la CGT y prometió que “el salario y el poder adquisitivo se van a ir recomponiendo mes a mes”.
“Para el año que viene ya se habla de un año con crecimiento y con menor inflación”, insistió.
– iProfesional
