“Closer” se presentó el viernes 4 en la Juan Carlos Dávalos con Raùl Taibo, Carolina Papaleo, Emilia Mazer y Fabio Aste, bajo la dirección de Marcelo Cosentino. Subrayable trabajo escenográfico (Lorena Ditro) y puesta (Alejandro Paredes). Lo mejor de la obra: Raúl Taibo y Emilia Mazer.
Ambientada – excelentemente con varios dispositivos escénicos- en once lugares distintos (hospital, estudio de fotografía, Chat en dos espacios simultáneos, acuario, exposición, departamento, tarima de night club, restoran, consultorio, dormitorio y parque), Closer de Patrick Marber desata un enredo pasional e intercambio de parejas entre Leo (Raúl Taibo) y Ana (Emilia Mazer), Alicia (Carolina Papaleo) y Daniel (Fabio Aste). La vida de estas parejas transcurre en cuatro años donde hay matrimonio, divorcio, idas y vueltas cuando se está entre dos amores, sobre todo en la pareja de Daniel (escritor, periodista de necrológicas) y Alicia (streeper) porque aquel se enamora de Ana (fotógrafa) pero Leo (médico), esposo de Ana también se acuesta con Alicia. Final dramático.
Carolina Papaleo se destaca en la escena hot (en reemplazo de Victoria Onetto) con Taibo, donde subida a una tarima de un club, calienta a Leo; ambos separados de sus parejas respectivas. Y aunque Emilia Mazer pasó casi desapercibida por la prensa, no lo hizo ante la crítica de Salta 21 que subraya su trabajo y el de Taibo como excelente frente a un muy bueno de Papaleo y Aste.
La obra te atrapa poco después del inicio, sube el tono y levanta el nivel completo. Por momentos no se lograron escuchar algunos parlamentos por interrupciones en los micrófonos pero finalmente se torna secundario este aspecto con escenas de exigencia dramática.
Las alusiones a las preferencias sexuales, la infidelidad que exige que se cuente cómo se “coge” con el otro y cómo es en la cama, los conflictos que desata el deseo y el amor, las rupturas, los levantes en Internet y las personalidades de cada uno, van planteando situaciones reales muchas veces enmascaradas socialmente. Insultos como: “sos una reventada”, “puta de mierda”, “¿cogiste o no cogiste?” y las confesiones provocan tensión e interés por sus historias. Una obra actual y bien pensada.
– Dato: Taibo al llegar al teatro saludó y conversó con los técnicos, cosa poco habitual en un artista llegado de Buenos Aires.
Con Raúl Taibo después de la función
La gente dice que conquistaste la pantalla de TV por tus ojos pero hoy se vio un trabajo estupendo además de todo lo que venís haciendo en telenovelas que es fantástico
– Muchas gracias… muchas gracias… Creo que es una obra muy buena, el personaje también es hermoso, creo que tuvimos un entrenamiento con Marcelo Cosentino muy intenso, una preparación muy fuerte y hay un grupo que bueno… son todos unos talentos arriba del escenario… Así que es fácil dejarse llevar por todo el talento que hay allí arriba.
¿Alguna vez dijiste tantas veces la palabra coger en una obra o en la TV?
– Es la primera vez, sí, la verdad que sí… Pero está bueno ¿no? decir tantas veces coger (risas) y después nos ponemos medio escatológicos. En los ensayos también empezamos a contar cosas muy descarnadas nosotros también, es como que se empiezan a correr un montón de velos culturales, está bueno.
Qué te pareció la película, ¿tomaron la película como referencia?
– No, nosotros tomamos la obra como referencia, en realidad la película fue un guión que se adaptó de la obra de Marber, es una obra que se hizo antes de la película. Nosotros le pusimos nuestra sangre en realidad porque en Hollywood la hicieron de una manera y nosotros de otra; aunque muchas escenas son similares, hay otras que están trabajaditas, están mucho más preparadas, hay una vuelta más de tuerca de acuerdo a cómo somos nosotros.
La televisión te hizo muy famoso pero aquí en el teatro uno aprecia tu calidad como actor
– Evidentemente sí, es más limitante la televisión y sobre todo en el tipo de trabajo que yo hago que son novelas, son trabajos que hago todos los días y tenés que hacer un montón de escenas. Lo que pasa que en teatro hay que tener mucha más preparación, tenés que encontrar la esencia donde hallás esos tres niveles de vínculos: con uno mismo, con el personaje y con el público. Hay una dinámica que en la televisión no existe, es muy difícil que esté, entonces al actor eso lo enriquece. Yo me siento mucho mejor, me siento con muchas más capacidades, hay más descubrimiento, hay mucha más sorpresa hasta de mí mismo y si eso se ve afuera, está buenísimo.
Cómo hacés para estar tan bien… Me enteré que te gusta la cultura Zen, ¿puede ser?
– Lo Zen sí, bueno es admirable todo lo Zen pero yo admiro todas las culturas de nuestra sabiduría ancestral y lo Zen también es ancestral… es de cuando se sabía vivir… Me alimento bien, medito lo más posible, tengo mucho trabajo interno hecho, tengo mucho recorrido y sigo haciéndolo… Quizás es por eso y también soy bastante libre, lo más libre que puedo.
La recuperación de tu problema cardíaco tan serio, ¿te dio otra visión de la vida?
– Ese fue un momento donde sí hubo una transformación en mi vida importante, me hizo apuntar más a lo espiritual.
Tu carrera artística está como muy ligada a Carolina Papaleo, se vio como que hacen una dupla infernal
– Sí, trabajamos muchos juntos, nos encontramos en muchos programas y tenemos mucha afinidad.
Vi una foto muy erótica de una imagen que se vio en una novela con Solita…
– La Ley del amor…
… también es una mujer que tuvo mucha incidencia en tu carrera
– Sí, con Solita trabajamos juntos, fuimos novios en una época, somos como hermanos ahora así que imagináte… hemos recorrido bastante juntos y hay mucha confianza con Solita como para haber hecho esas imágenes tan eróticas…
¿Te dijeron que los salteños son como más conservadores? ¿Con tanta alusión a coger sentiste algún estremecimiento?
– La verdad que no. Vi que había gente joven y que lo toma mucho mejor, no habían tantos silencios. No me di cuenta de eso, me pareció que participaban tanto como otros públicos.
Es que la obra también refleja lo que pasa con Internet
– Sí, se abre a la gente otras posibilidades no tan estructuradas como el dogma.
¿Te sentís realmente un galán maduro hoy?
– Nunca me sentí un galán y muchos menos ahora un galán maduro.
(risas)
La obra
Según Patrick Marber, su autor, Closer es, en esencia, una historia de amor. Y como en la mayoría de las historias de amor, las cosas salen mal. Closer es un juego de espejos deformados, donde se hacen elecciones por motivos equivocados, donde todo es relativo, donde nadie tiene razón, donde todos son víctimas y victimarios, culpables e inocentes.
La gente puede convertirse en adicta a enamorarse y descubrir que ese hábito es difícil de dejar. A través de la obra, Marber hace acertados comentarios que son tan ingeniosos como divertidos.
– Nota relacionada:
Andrés Zottos vio Closer y rescató que la Sinfónica logró integrarnos
http://www.salta21.com/spip.php?article2355