En el acto por la Memoria, realizado en la plaza 9 de Julio el martes, Carlos Holmquist denunció que los poderosos de Salta apoyaron a la dictadura. Rodrigo Liendro criticó actitudes nazis del papa e insultos de monseñor Cargnello contra los gays.
La marcha y el acto por la Memoria, la Verdad y la Justicia convocado por organizaciones de Derechos Humanos y partidos políticos que se realizó el martes 24 de marzo en esta capital contrastó con las ceremonias oficiales.
Hubo fervor y discursos combativos. Cuando la marcha que se inició pasadas las 18 se desplazó por la calle Belgrano se pudo observar un vallado y un refuerzo en la seguridad del edificio del comando militar Salta.
Pero no hubo incidentes. Con banderas de organizaciones y partidos los manifestantes -unas 600 personas- reingresaron en la plaza donde se realizó el acto frente a los mástiles sobre la Caseros.
Se recordó a luchadores como Olga Aredes, Lucrecia Barquet, Quelo Sánchez. El acto fue conducido por Mirta Torres y Nenina Lescano, de Familiares de Detenidos-Desaparecidos y Detenidos por razones políticas y gremiales de Salta.
El dirigente de la Asociación de Lucha por la Diversidad Sexual (ALUDIS) Rodrigo Liendro recordó la persecusión a las minorías sexuales durante el Proceso y pidió que cese la homofobia, la lesbofobia y la transfobia. Exigió respeto por la identidad sexual de cada ciudadano y el fin de la discriminación por orientación sexual. Calificó como «nazi» al papa Ratzinger por su posición contraria a la homosexualidad y recordó que monseñor Cargnello llamó «sodomitas» a quienes abogan por la instauración de la unión civil en la provincia. Liendro denunció que en Salta la policía persigue y hostiga a gays, bisexuales y transexuales.
Jóvenes de la escuela de Humanidades de la Unsa repudiaron el golpe del 76 y denunciaron que en la Universidad los guardias privados actúan como parapoliciales que controlan a los estudiantes y les revisan las mochilas. Pidieron que se triplique el presupuesto para las universidades nacionales. Un estudiante leyó un poema de su autoría y sus compañeros cantaron «¡universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode!»
«Hay que seguir en la lucha para denunciar todas las injusticias y pelear por la droga (sic) para un buen futuro», propuso Atilio Paz, de la juventud de la CTA, quien llamó a defender a los trabajadores «para que no paguen ellos la crisis».
Genocidas libres, piquetes sojeros en 4×4
Carlos Santillán del MST recordó que el 95 por ciento de los genocidas están sueltos, que hay 400 jóvenes apropiados, que Julio López continúa desaparecido, que fusilaron al profesor Carlos Fuentealba, y que encarcelaron a luchadores sociales en Las Heras y en Tartagal. El gobierno, dijo, está cometiendo ahora el genocidio del hambre. «El capitalismo agoniza, unámonos para sepultarlo» pidió.
«Los represores hijos de mil putas siguen en libertad. No hay justicia», protestó un joven del Partido Comunista.
Pablo López, del Partido Obrero, se refirió a la crisis de capitalismo y al despido de trabajadores en la empresa Santa Rita de Campo Quijano, al tiempo que denunció que la Seabord Corporation se apresta a despedir a 1.200 trabajadores en Orán. Advirtió López que está en marcha un ajuste contra el pueblo de Salta y que el gobernador Juan Manuel Urtubey y los jueces aplican mano dura contra los trabajadores mientras los sojeros cortan la ruta con sus 4×4.
La madre de Cristian Luna, un joven desaparecido hace un año, denunció que el gobierno no hace nada por su hijo que no aparece desde el 11 de marzo de 2008. La causa está en el juzgado Formal N’ 2, pero se mantiene paralizada. «Mi hijo era un diseñador de páginas web y daba clase en la UOM», dijo la mujer, que aclaró que Cristian «era un chico común, que no andaba en nada raro».
Elena Rivero, del Partido de la Liberación , recordó los versos de la poeta salteña Teresa Leonardi Herrán que hablan de la «tenaz memoria con sudor de semilla». Dijo que los que alentaron el golpe hoy cortan rutas y levantan la bandera de Wall Street, no la celeste y blanca, y que la memoria de los desaparecidos es ahora una bandera de lucha. Rivero pidió que cese la impunidad para los represores de la noche de las Tizas y para los asesinos de Palomitas.
Leonardo Juárez, del Partido Comunista, llamó a construir la alternativa popular frente a la crisis del capitalismo, siguiendo el eje Evo – Chavez – Ecuador, en contra del Imperio, y denunció al gobierno de Colombia como un «enclave terrorista».
En el cierre habló el representante del MOCEP -Movimiento Obrero Campesino Estudiantil Popular- Carlos Holmquist, quien aseguró que Romero, Urtubey (*) y Marcos Levín «aplaudieron el golpe», y que incluso Levín llegó a denunciar a sus propios trabajadores.
«Por eso es que los juicios se atrasan. Los jueces son amigos del poder. El juez Lona no puede aducir que no podía hacer nada. En tal caso debió renunciar aunque hoy fuera por ello un desaparecido más», dijo Holmquist.
También hablaron Adrián López por la CCC, Gustavo Agüero por la Sociedad de Escritores, y un dirigente de la agrupación barrial Tupac.
Asistieron al acto el abogado Daniel Tort (de la Red por los Derechos Humanos), el sindicalista Rodolfo Zacarías y el titular de la CTA Salta Buenaventura David.
Tambien se lo vió a Tupac Puggioni, quien apoya a Daniel Isa y ya es uno de los flamantes candidatos que disputarán cargos en las próximas elecciones.
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(*)NdR: Es improbable que en marzo del 76, a los 6 años, Juan Manuel Urtubey aplaudiera el golpe desde el primer grado.
En cambio tal situación sí es posible en el caso de su padre Rodolfo Urtubey, ex ministro de la Corte y aliado del grupo Romero, quien es conocido por sus ideas ultraconservadoras de una derecha más que pronunciada.