Una multitud marchó para exigir la libertad de Karina Germano López, La Galle, y de Romina Tejerina, al tiempo que reclamaron el cese de la persecución a Bertha González, dirigente del Futradeyo.
– Buenos Aires, 12 de Marzo de 2009
Organizaciones de derechos humanos, sociales, piqueteros, estudiantes universitarios, partidos políticos, entre otros, concentraron en el Obelisco para movilizarse hastaTribunale s y después a la Secretaría de Derechos Humanos.
Estuvieron presentes con sus banderas: Asambleas del Pueblo, Convergencia de Izquierda, Coordinadora Antirrepresiva del Oeste, Frente Único de Trabajadores Desocupados y Ocupados (Futradeyo), Partido Revolucionario (ml) – 29 de Mayo, Coordinadora de Barrios en Lucha, Torre (Trabajadores Organizados por la revolución) yMovimiento Independiente de Desocupados Organizados (MIDO).
Entre pancartas con inscripciones por la libertad a Romina Tejerina, La Galle y por el cese de la violencia y la persecución a los luchadores se realizó un acto en Tribunales. En medio de una pasajera y delgada lluvia, se exigió la libertad de las/os compañeras/os presas/os políticas/os, amnistía y/o desprocesamiento de todas/os las/os luchadoras/es populares que defienden el verdadero derecho de los que nada tienen.
Además de los oradores y oradoras de cada organización, desde la Unidad 3 de Ezeiza, mediante una carta leída por una amiga cercana, Karina Germano López se sumó a la convocatoria “por todas las mujeres que ven cercenados sus derechos en el país y en el mundo”. Y se despidió con un abrazo fraternal y agradecimiento por la solidaridad recibida.
Más adelante tomó la palabra la hermana de Romina Tejerina, presa hace 5 años en Jujuy por la ya conocida carátula de homicidio calificado por el vínculo, después de matar a su hija al ver en ella “la cara del violador”, como declaró en su causa. Mirta Tejerina se refirió a las víctimas de la violencia, del abandono, de la desprotección, la desocupación, la persecución; y leyó una carta escrita por Romina, donde consta una reciente agresión que sufrió por parte de unas compañeras, sin conocer la razón.
Finalizó, entre lágrimas, la carta donde su hermana pide ayuda, ya que “no le quedan fuerzas para nada”; y no dejó de recalcar su agradecimiento a esta “gran familia” que se fue formando alrededor de ellas.
Al concluir el acto los manifestantes marcharon a la Secretaría de Derechos Humanos, donde entregaron un petitorio a un funcionario de esa entidad que dirige Eduardo Luís Duhalde. En el escrito estaban puntualizados todos los reclamos que el gobierno viene desoyendo desde su asunción hasta el presente.
– Azul Rodríguez
– Agencia Walsh