Por ser la fuerza policial una organización civil y con verticalidad de mandos, pareciera que esa violencia institucional implícita ò directa, convalidaría el derecho que tienen las jerarquías policiales superiores, sobre el personal subordinado y los mandos intermedios de la institución en las diversas áreas y competencias previstas por la Ley del Personal Policial .
Se previó la división en Escalafón de Seguridad y Escalafón Profesional. Este último, agrupa a todos los profesionales con grado universitario, sean éstos Cont. Pùb., Licenciados, Nutricionistas, Médicos, Abogados, Bioquímicos, etc. etc.
Pero esta amañada profesionalización de la Policía se habría iniciado unos 15 años atrás y es entonces cuando se inició el desgranamiento ò salida de este recurso humano calificado con grado policial(1er grado de inicio Of. Ppal.) por imperio de la ley de la materia. Qué sucedió y sucede hoy todavía? Los malos tratos y degradación humillantes a estos profesionales del Escalafón Profesional por las jerarquías que dirigen la institución, generan un estado de abuso de poder y de mando totalmente indebido y contrario a derecho.
Y muchas veces, con el disimulado y oculto visto bueno de la superioridad funcional y política de la organización policial, cual es la Sec. De Seg. Y el Ministerio del mismo nombre. Ello les permitiría prácticas institucionales discriminatorias y persecutorias, que en la realidad representarían de hace tres quinquenios, que más del 50% del personal profesional se retirara ò renunciara a prestar servicios. Lo curioso es que el personal femenino graduado en profesiones humanísticas, es el que más padecería una violencia de género permanente y encubierta la más de las veces.
No obstante, como en todos lados, a toda regla sigue la excepción. De este modo, en esta lista de réprobos y elegidos, como se concibe con dos ejemplos vulgares que a la hora de “Reforzar” “Servicios” de Fin de semana, un Lic. en Nutrición custodie una Comisaría, un Contador Público deba ir a la cocina a prestar servicios de Camarero…!! Y otros tantos ejemplos que deben haber en la prestación de servicio.
Pero a ningún médico ò veterinario se los reduce vía jerárquica a tareas domésticas ò ajenas a su práctica e incumbencia profesional, para la cual se incorporaran a la Policía de la Provincia. Algo no estaría bien, y son las autoridades políticas que deben rever estas anomalías y tal vez, ominoso abusos de autoridad no compatibles con un estado de derecho, donde de cara a la sociedad, es esta institución la que debe mostrar y demostrar el apego y cumplimiento a las leyes vigentes, y con mayor razón y justicia cuando se sospeche el menor atisbo de violencia de género, o de una encubierta violencia institucional.