Se trata de la Escuela 4.515, del paraje La Quena, ubicada entre el puente sobre el Río Bermejo (Ruta Nacional 34) y la localidad de Embarcación, en el norte salteño. Hace dos semanas, Salta 21, tomó conocimiento que el Ministerio de Educación, por falta de matrícula, cerró los grados, 3º, 4º, 5º y 7º y dejó en disponibilidad a cuatro docentes.
El gobernador Juan Manuel Urtubey, lo reconoció públicamente en el programa de Néstor Sánchez, el domingo 6 de junio por la noche: “Tenemos 52 virtuales escuelas ranchos en Salta”. ¿Estará entre ellas la de La Quena?
La investigación periodística de este medio no es para nada exagerada. La Escuela Albergue 4515 de La Quena, hasta hace un tiempo, solía tener al menos cincuenta alumnos, entre hijos de cosecheros de cítrus de la finca donde está la escuela y de pescadores que viven en la banda norte del Río Bermejo.
Nancy Aguirre trabaja desde 1984 en la escuela y conoce la problemática de la zona y la historia institucional. En 24 años, vio una especie de florecimiento y cuidado de la escuelita gracias al padrino, el Sr. Oscar Ortega, un empresario de Aerovías Cargas que fue donando elementos para acondicionarla mejor. Tenían estufas, televisores, ventiladores, reproductores y biblioteca, entre otros recursos de los que nada quedó puesto que antes del incendio del 2006, entraron 4 veces a robar. “Envidiaban estas cosas”- dice la docente.
Nancy, por estos días, es la directora y única maestra de la 4.515, a quien se le seca la garganta cuando recuerda aquel 12 de abril de 2006, cuando le ocurrió la peor a esta escuela. En horas de la madrugada, desconocidos violentaron puertas e ingresaron a robar. “Fue intencional”- señala la maestra. Como no se pudieron llevar nada de valor, estos incendiaron todo: dejaron salir el gas del cilindro que luego explotó.
“Desde el 2005 que la escuela venía siendo robada. Pero la última vez, aquel 12 de abril, nos destrozó el alma a los cinco docentes. Los ladrones, abrieron la válvula de un cilindro que estaba en una pieza que funcionaba también como aula, y dejaron salir el gas que luego explotó y provocó el incendio”- explica Aguirre.
Con la escuela en ruinas, la municipalidad de Embarcación, techó parte de lo que había quedado del comedor, y ahí, durante el resto del 2006 y todo el 2007, los cinco docentes dieron clases a los 34 alumnos que hasta ahí estaban matriculados.
Los robos comenzaron cuando en el 2005, en nuevo arrendatario de la finca donde está la escuela, decide desarmar una casilla donde vivía una familia que a la vez cuidaba la tranquera principal de la finca, que está a metros de las vías del tren que va hacia la frontera con Bolivia, y a veinte metros de la Ruta Nacional 34.
“Esta familia nos solía cuidar la escuela y eso nos permitía estar seguras y por eso dejábamos todas las cosas de valor”- dice Nancy.
A todo esto, en el 2007, a la desgracia de la escuela se le suma la muerte por Hantavirus de una nena que tenía otros hermanitos en la escuela. A pesar de que la nena no se había contagiado en la escuela, como primera medida, el Ministerio de Ecuación levantó el comedor escolar y sugirió que no se cocine más en el establecimiento. Según relata Nancy – coincidentemente con la investigación realizada- el contagio del virus provino de La Finca Scavuzo donde se asienta la escuela.
Para remplazar el menú del almuerzo, se resolvió dar un sándwich y un vaso de jugo como almuerzo: “Fue muy triste para todos tener que dar clases bajo la sombra de los árboles y tanto maestros como alumnos, teníamos que usar barbijos. Entonces los padres comenzaron a tener miedo, y comenzaron a dejar que sus hijos no vengan a clases por lo que dos docentes habían quedado en disponibilidad”- explica la maestra.
Tanto el incendio como la muerte de la nena, la merma de docentes y la falta de una construcción digna para el normal funcionamiento de la escuela, hicieron que mermara la matrícula en señal de protesta.
En La Quena dan clases en una sala comedor
A dos años de aquel incendio, el pasado lunes 7 julio de 2008, la empresa Ceyba – que en el 2006 ganó la licitación aunque actualmente mantiene un litigio por parte de Garín Construcciones quien objetó esa adjudicación pero no prosperó- llegó al lugar para iniciar la construcción de la escuela.
La estructura edilicia está planificada con dos aulas, la dirección, una vivienda para el maestro, un salón para usos múltiples, baños y un patio interno; se abrió el sobre el 17 de setiembre de 2007 y
el inicio de la obra fue previsto para el 18 de junio de 2008 (después de 9 meses de apertura del sobre) .
Otra problemática que enfrenta la escuela de La Quena es que la finca está en juicio y el terreno abandonado. El terreno fue vendido con la escuela adentro. Anteriormente pertenecía a la empresa petrolera Estándar Oil quien donó al ministerio 2 hectáreas, el resto pertenece a Scavuzo.
En la zona viven varias familias de las cuales sólo tres, envían a sus hijos a esta escuela. Son mayormente pescadores que venden pescado en la Ruta 34 o en un comedor, ya listos para comer. Otros trabajan en la Finca.
El Ingeniero Barrera, a cargo de la construcción de la escuelita, dio trabajo a algunos hombres de estas familias pero el asunto comenzó a complicarse cuando llegaron otras personas de Embarcación a solicitar empleo. Coincidentemente, el gobierno de Urtubey anunció una medida en la que las empresas que den trabajo recibirán subsidios.
Dice Nancy Aguirre: “si no fuera por el padrino ya hubiese pedido traslado. Es mi bandera. Me sube los ánimos. Cuando incendiaron la escuela sufrió como no lo hizo por la muerte de sus padres. Somos su familia”.
Entonces, los diez alumnos que quedaron, y la única docente como Nancy que les da clases a 5 chicos de 1º, uno en 2º, uno en 3º, uno en 6º y dos en nivel inicial, van a ser los testigos privilegiados del comienzo de esta nueva escuela, una de las 52 virtuales ranchos, según Urtubey.
