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miércoles, abril 24, 2024

Teología Gay y fundamentalismo moral, ¿hacia un Opus Gay?

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Católicas por el “derecho a decidir” sientan posiciones sobre la Teología gay que es paradojalmente atea, es decir, niegan la existencia del creador de la naturaleza porque niegan la existencia de un naturaleza humana predeterminada.

Un católico se dirá que ser gay es pecado. ¿Pero esto es realmente así?

En el Foro Mundial de Teología para la liberación del año 2005 frente a esta pregunta dijo el filósofo venezolano radicado en Estados Unidos, Otto Maduro, durante la conferencia ‘Teología para otro mundo es posible’: “Las elites acostumbran estereotipar a los oprimidos, no sólo para desestabilizarlos, sino haciendo una imagen propia de que son superiores. Olvidan que limitar la moralidad a una cuestión sexual es limitar el debate ético”.

Los que sostienen la teología de la liberación son celibatarios y hallan en el homosexualismo el chivo expiatorio: “Las teologías dominantes tienden a verse como ciertas y las teologías de liberación critican parte del proceso y tienden a reproducir parte de esta misma ortodoxia dominante”- señala el filósofo antes citado.

¿Es posible articular la diversidad sexual con la religión? Los religiosos gay dan por supuesto que sí, entonces surge la teología gay.

El Seminario Interreligioso de Diversidad Sexual del Cono Sur (julio 2008) fue organizado por “Católicas por el derecho a decidir” de Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil, quienes participaron además de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual (ALITT); la Iglesia de la Comunidad Metropolitana de Puerto Rico; Cristianos Evangélicos Gays y Lesbianas de Argentina (CEGLA), la Secretaría de la Diversidad Religiosa y el Centro Cristiano, de la Federación Argentina Gay-Lésbico-Travesti-Transexual-Bisexual (GLTTB); el Centro de Estudos Bíblicos-CEBI/Pernambuco; y el Núcleo de Estudos e Pesquisas sobre as Sexualidades (NEPS) de Brasil.

“Católicas por el derecho a decidir” constituyen un grupo apóstata que en 1999 le pidió a Naciones Unidas que le quite al Vaticano su status de Observador ante esa organización.

El resultado de este seminario fue una “Carta abierta a las sociedades, los estados, los miembros y autoridades de las iglesias cristianas, de las sinagogas y de las religiones de matrices africanas e indígenas”.
Dicen algunos fragmentos de la carta: “las teologías, las iglesias y las religiones, en sus discursos y prácticas, han sido fuente de culpabilidad para el cuerpo y el espíritu”.

En este seminario manifestaron que se unen a los que luchan contra la pobreza y la desigualdad, en muchos aspectos “excluidos y marginados política y económicamente por su construcción de identidad de género y orientación sexual”; y a los “que luchan contra toda forma de fundamentalismo y unilateralismo, afirmando la pluralidad y la necesidad de re-pensar y re-inventar los conocimientos y los procesos de su construcción”.

Los miembros participantes se pronunciaron a favor de “teologías y religiones liberadoras”, y ven propicia la contribución de las “teologías de la liberación” y “las teologías feministas” pero cuestionan los límites.

Llamaron a “una apertura de las diferentes confesionalidades, en especial las que tienen una raigambre histórica en nuestra región y un poder sociopolítico preponderante”.

Mario Cely (Ministerio Cristiano Nueva Colombia) expresa que la teología gay sirve para justificar el comportamiento homosexual en el mundo. Retoma al autor que lo justifica y elabora una Refutación de la teología Pro-homosexual o Gay de Daniel Helminiak. Dice: “Necesitamos entender que la Biblia Dios nunca juzga a los individuos con base en los códigos de su propia ética cultural. Sólo la ley moral de Dios es la norma más alta por medio de la cual los hombres seremos juzgados (Romanos 1: 12-16). Con esto en mente, nos damos cuenta que en la ley de Moisés la homosexualidad es considerada una abominación que se castigaba con la pena de muerte” ( Levítico 20:13).

Avanza y da cuenta de “argumentos gay” que basados en el silencio de Jesús frente al tema gay, justifican la homosexualidad.

David C. Rowe, señala que todo ha contribuido a aceptar la cultura gay porque la misma iglesia dice que mientras no se haga daño a nadie puede haber tolerancia. Pero se pregunta si un cristiano puede ser homosexual. Señala:

“Uno de los libros con que posiblemente te topes mientras conversas con tu amigo, padre o hijo gay, lo es el best-seller Stranger at the Gate: To Be Gay and Christian in America por Mel White. Cualquier discusión sobre la iglesia con alguien de la comunidad gay que se muestra serio en cuanto a la fe, siempre incluirá una referencia a este libro, entre otros, por su convicción preconcebida de que lo gay y lo cristiano se puede sintetizar”.

“Desafortunadamente cuando no tienes un Dios ante el cual ser culpable, no tienes ninguna necesidad de un Dios que te salve”- expresa.

Indica que el hombre está en proceso y se desvía la atención hacia discusiones como el ser gay quizá porque “mientras el interés por la salvación individual mengua, la atención a asuntos sociales, tales como los derechos personales y la justicia, crece”.

Se habla- en este tema- de la teoría Queer de Foucault basada no en la diferencia de géneros sino en la anti-identidad, como una forma de responder a estos cuestionamientos.

A todo esto, parece que el flujo de la teoría gay también viene desde el interior de la iglesia puesto que sacerdotes homosexuales quieren que la iglesia acepte la teología gay para justificar sus prácticas y que además estas sean permitidas “dentro”. Esto se extiende en México entre laicos y el clero católico.

Es curioso que el debate haya surgido por este lugar, ya que primero los sacerdotes deberían ir contra el celibato, para evitar hipocresías. Reconocer la necesidad de una sexualidad plena es lo primero. Después habría que ver qué pasa con la homosexualidad.

De todos modos hasta ahora lo único condenable parece ser el opuesto al Opus en su versión gay. La repetición de las mismas estructuras de poder instaladas en lo que sería una minoría oprimida.

– Fuentes varias de la web

1 COMENTARIO

  1. Teología Gay y fundamentalismo moral, ¿hacia un Opus Gay?
    Amigos y amigas, al leer este artículo, aunque muestra parcialmente la discusión me quiero referir a un aspecto en particular, el silencio de Jesús respecto al tema LGBT, (para sintetizar); hablar de silencio estrictamente de Jesús es recortar la historia y des-contextualizar el evangelio.

    Los libros que aparecen en el canon bíblico del nuevo testamento fueron inspirados por el Santo Espíritu, eso es algo que no puede ponerse en duda, sin embargo los seres humanos conservamos prejuicios sociales y condicionamientos que no permiten que seamos imparciales, hablar de una única mano en los textos es desconocer lo que los mismos evidencian, hay diferencias de estilo, repeticiones y recursos varios que esclarecen que no es posible hallar una sola mano en estos escritos, además, las alteraciones realizadas en los mismos textos son inocultables en muchos casos.

    Es necesario hablar de las ediciones realizadas a los textos, puesto que no provienen de una única edición, los textos no fueron realizados simultáneamente a las acciones de Jesús, sino que son interpretaciones de las comunidades de acuerdo a sus vivencias y a su experiencia de Dios.

    Por esto y algunos otros argumentos es posible sostener que no es coherente hablar de un SILENCIO DE JESÚS en los evangelios.

    Para ampliar esta información consultar “J. L. Ska”

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