A punto de cumplir siete años de mandato gubernativo en la Provincia, el lord mayor salteño, Juan Manuel URTUBEY, acaba de anunciar la creación de lo que él llama el Ministerio de la Primera Infancia.
A punto de cumplir siete años de mandato gubernativo en la Provincia, el lord mayor salteño, Juan Manuel URTUBEY, acaba de anunciar la creación de lo que él llama el Ministerio de la Primera Infancia.
Ese anuncio se hizo a sala llena de funcionarios convocados al efecto, todos los cuales en vez de estar en lo que deberían ser sus ocupaciones del área, concurrieron presurosos para aplaudir las calculadas pausas oratorias del gobernador.
Hace escasamente una semana se conocieron datos sobre desnutrición infantil en Salta, y esa temática ha motorizado otra vez más al oficialismo de manera tan tardía como repentina, para salir a anunciar esa creación burocrática que tiene claramente más entidad formal que real.
Decir que un mandatario está preocupado por el tamaño de los cerebros de los recién nacidos puede sonar bien; crear un ministerio para ocuparse del tema también. Lo que no cierra es que se encare una reforma en tal sentido cuando se llevan casi dos mandatos completos de gestión, o de falta de gestión según se mire, a los que se debe sumar una cruel docena de años anteriores en la misma tónica, dedicada a los negocios para pocos y la desatención lisa y llana de los temas sociales fundamentales en claro y contundente perfil grosero de elite.
Y esta práctica no es nueva en Salta. Cada vez que un tema delicado invade los medios y el estrépito periodístico hace tambalear la estabilidad emocional y la imagen de quien se considera presidenciable, se toman decisiones espasmódicas de momento, que no solamente revelan lentitud de reflejos sino una concreta, real, e inocultable improvisación.
La prédica oficialista ha girado citando un libreto ajeno, casi textualmente. Basta leer la página “PRIMERA INFANCIA” DE UNICEF (http://www.unicef.org/spanish/earlychildhood/index_bigpicture.html), para advertirlo, ya que salvo la propia mediocridad de los funcionarios para repetir los párrafos, el argumento es idéntico.
Pero eso no es todo. En la tarde del jueves 27 de noviembre y habiendo cooptado el joven gobernador y luego el intendente capitalino el afamado programa de Radio Del Plata “La vuelta de Zloto”, que conduce el periodista Marcelo ZLOTOGWIAZDA, sorprendió la futilidad y la superficialidad de la entrevista, sospechosamente ensayada, y cuyo auspicio del espacio radial fuera dado por la Provincia y la Municipalidad.
Dos nuevas promociones de dos candidatos, con el dinero del erario, que terminó siendo un verdadero desperdicio periodístico, o un previsible acuerdo, en la que el mandatario salteño consideró que el nuevo ministerio obedecía a una conducta valiente, que consistía en no esconder –visibilizar dijo textualmente- y afrontar el problema con decisión.
Lo que no pudo explicar, y en realidad no hizo siquiera el intento, es porqué se tomaron siete años para hacer visible una cuestión tan fundamental como cuidar el delicado cerebro de los niños mal alimentados.
Tampoco se pudo explicar porqué motivo la Secretaría de Nutrición y Alimentación Saludable del Ministerio de Salud de la Provincia a cargo de la polifuncional CRISTINA LOBO no ha hecho ese trabajo de alimentación y estimulación temprana en su momento, si toda la estructura a su cargo está para eso.
Hablamos de la misma funcionaria que en el mes de Septiembre de 2014 justificó la muerte de una beba en el Hospital de Rivadavia, aduciendo que no había sido por desnutrición sino por deshidratación, argumentando que aún en aquella desolada zona de Salta los hijos de la mujer denunciante estaban bien nutridos.
Entonces ¿hay o no hay problema de nutrición? Este sería un tema en el cual los funcionarios involucrados deberían en primer lugar ponerse de acuerdo, para luego abordar con seriedad un asunto tan delicado.
Habría en todo caso que advertirle a LOBO que el gobernador ha decidido visibilizar ese drama. De paso se podría solicitar a esta profesional que informe sobre la investigación que en parte de prensa oficial del 10 de Septiembre se anunció que se llevaría adelante, en busca de los responsables de esa muerte.
Pero todas estas especulaciones son banales, ya que si en la estructura burocrática de la administración oficial ya existía una Secretaría de Nutrición, y ahora se le va a dar a esa área el rango de Ministerio, no es por tener en claro un plan de gobierno que aporte soluciones, sino que solamente se guardan las formas para salvar apariencias.
A partir de la creación de la nueva organización ministerial habrá por supuesto más cargos a cubrir –ninguno por concurso- con asesorías, coordinadores, choferes y demás fauna presta para vegetar en cualquier puesto en el que no haya que rendir cuentas. Y hasta no sería una sorpresa que la actual secretaria pase directamente a ser ministra.
Esto es igual a comprar un collar más caro que el mismo perro, porque todos esos recursos se los podrían asignar a la ya existente Secretaría y poner manos a la obra sobre acciones concretas que vayan más allá de la fastidiosa articulación, que como novedosa actividad deberá cumplir el nuevo engendro.
Ojalá que nunca se publique una estadística sobre el malgasto del Estado salteño, porque entonces URTUBEY va a crear en el acto un ministerio de articulación y control del gasto, generando inmediatamente más gastos y menos articulación.
Lo que se dice en definitiva, el ir improvisando sobre la marcha mirando siempre para adelante como gusta repetir el primer mandatario.
Actitud más que conveniente la de no volver la vista atrás, para no encontrar el triste panorama de que sumando desacierto tras desacierto, y espasmo tras espasmo, la imagen que él quiere preservar y hacer crecer, parece cada vez más chiquitita.