Un software desarrollado por investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata recrea una colmena de Apis mellifera. Es uno de los insectos más importantes para la polinización, el proceso clave en la actividad agrícola al beneficiar al 75 por ciento de los cultivos.
En 1999, se estrenaba “Matrix”, la película de los hermanos Wachowski, que plasmaba el enfrentamiento entre la humanidad y las máquinas en un espacio virtual. En el 2016, el protagonista del proyecto de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) no es Keanu Reeves, sino Apis mellifera, la especie de abeja con mayor distribución en el mundo, clave para la actividad agrícola por su tarea polinizadora.
Además de producir miel, las abejas contribuyen al proceso de polinización, que permite la producción de frutos y semillas e incide en el 75 por ciento de los cultivos. Suelen ser afectadas por la contaminación ambiental y enfermedades bacterianas y parasitarias, como las producidas por el ácaro Varroa destructor, el Nosema ceranae o el bacilo Paenibacillus larvae, causantes de preocupación entre los apicultores.
En busca de una solución a esta problemática, especialistas del Centro de Investigación en Abejas Sociales, de la Facultad de Ciencias Exactas del Departamento de Biología de la UNMdP, diseñaron un modelo computacional que simula interacciones entre los insectos para evaluar el efecto de sus acciones dentro de una colmena virtual, y así extrapolar los resultados sobre las reales.
Mario Migueles, uno de los coordinadores del estudio, resalta que, si bien existen programas que utilizan ecuaciones diferenciales para analizar las poblaciones, “ninguno” identifica el ciclo de vida de cada individuo “al detalle” como lo hace la iniciativa actual. “Elaboramos una Matrix que, en vez de personas, plasma la vida y la existencia de las abejas”, asegura el investigador.
La colmena es ingresada al software diseñado con determinados parámetros iniciales que luego se modifican virtualmente para, por ejemplo, “infectar una colonia con un ácaro varroa, y observar cómo se propagaría la parasitosis, para actuar de la mejor manera”, explica la investigadora del CONICET Liesel Gende a la Agencia CTyS-UNLaM.
El proyecto “BeEp” recrea el comportamiento de miles de Apis mellifera, que pueden moverse, ser afectadas por el entorno, y modificar su comportamiento. El sistema se compone de tres tipos de agentes: obrera (en forma de huevo, larva, pupa, y adulta), zángano y reina. Las celdas virtuales pueden contener néctar, miel, y polen, con insectos que transportan estas sustancias, se alimentan, y también pueden descansar.
«A través del software, los especialistas logran conocer de manera interactiva lo que sucede con cada abeja, y así anticipar cualquier inconveniente con su producción ante incidencias climáticas o una determinada infestación causada por un parásito. Obtuvimos una colmena virtual que permite prever los cambios en una real”, afirma Gende.
La innovación ya está en funcionamiento. Los especialistas buscan deducir cuánta miel se recolecta en función del clima o cuál es el comportamiento a partir de la lluvia o el viento. De esta manera, complementan los estudios que realizan en laboratorios con insectos, donde investigan el comportamiento introduciendo cambios reales en los individuos.
– Por Sebastián Alonso – (Agencia CTyS – UNLaM )