Wayar sigue sosteniendo que ganó y Urtubey denuncia fraude

La diferencia entre los candidatos a gobernador más votados en Salta, Juan Manuel Urtubey y Walter Wayar, es inferior a un punto. Faltan escrutar poco menos del 4% de las mesas y Wayar dice que con esos votos gana. Urtubey afirma que hubo fraude.

Dada la extraordinaria paridad que mostraban los sondeos previos al comicio entre Urtubey y Wayar en Salta 21 conjeturamos que podía ocurrir lo que finalmente está ocurriendo: los dos candidatos se autoproclaman ganadores en una situación similar a la que enfrentó en Córdoba a Juez y Schiaretti.

En efecto, en la nota “Final electrizante. Gana Urtubey pero Wayar aún tiene chance” (ver: http://www.salta21.com/spip.php?article340) el viernes 26 de octubre a 48 horas del comicio escribimos:

“Las encuestas marcan una diferencia a favor de Juan Manuel Urtubey en los grandes centros urbanos. Leve en Capital, apreciable en Tartagal y más marcada en San Ramón de la Nueva Orán. También Metán y en general el sur de la provincia parece inclinarse en favor de Urtubey.

En la cabecera de Anta, la ciudad de J.V. González se manifiesta una paridad, pero sin dudas es Walter Wayar quien gana en el departamento. También podría haber empate en Cafayate, pero en el conjunto de los Valles el cacheño tendrá más votos.

O sea que todo parece indicar que gana Urtubey en grandes centros urbanos y que Wayar descuenta esa ventaja en el interior, sobre todo en pueblos más pequeños y parajes más alejados donde hay un voto peronista histórico.

A pesar de esa ventaja para Urtubey, las mediciones no muestran una diferencia contundente y definitoria por lo que podría ocurrir que no haya un ganador claro en las primeras horas del escrutinio.

Empezaría ganando Urtubey en las mesas céntricas de las grandes ciudades y luego iría descontando incesantemente Wayar con los votos de las villas y los parajes más alejados.

Mientras dure la indefinición ambos candidatos podrían autoadjudicarse el triunfo, por lo que no es aventurado prever la posibilidad de que se genere un ambiente de tensión social y política semejante al que enfrentó en Córdoba a Juez y Schiaretti”.

Declaraciones y denuncias

Walter Wayar insiste en que es él quien ganó. Sostiene que cuando se carguen los votos de las mesas que aún no fueron escrutadas (que suman un porcentaje de sólo el 3,73%) superará a Urtubey por medio punto. ¿En qué se basa para decirlo? En la misma fuente que le permitía asegurar que ganaba por diez puntos: el informe de sus fiscales.

Juan Manuel Urtubey por su parte, denunció, en los primeros reportajes que concedió como gobernador electo que hubo fraude. Aunque no usó esta palabra describió el método, el famoso “vuelco” de urnas. “¿Cómo puede ser -preguntó- que haya mesas en las que perdimos por 100 a 0? ¿O sea que votaron el ciento por ciento de los electores, todos por el Fre.Ju.Vi y a nosotros no nos votó nadie, ni nuestros propios fiscales y autoridades de mesa?”

Urtubey se muestra decidido a que se revise a fondo lo que ocurrió en el comicio y está convencido que saldrán a la luz irregularidades que una vez corregidas le darán una diferencia de voto a su favor más amplia, cercana a la que marcaban las encuestas, de entre un tres a un seis por ciento de los sufragios.

Por el momento las denuncias son mediáticas y ninguno de los sectores ha convocado a movilizaciones en apoyo de su posición. Por ello no hemos llegado al nivel de enfentamiento político y tensión social que se vivió en Córdoba.

Curiosamente acá el que dice que hubo fraude -y ya había anunciado su temor de que esto ocurriera durante la campaña- es el gobernador electo. En Córdoba el fraude lo denunciaba el que aparecía -y finalmente fue- el perdedor, Luis Juez. Allí ganó el candidato del gobernador, que en Salta perdió. Todas las esperanzas de Wayar están puestas en las pocas mesas que faltan escrutar, aunque con más del 96 por ciento de las mesas escrutadas ya se puede decir que el ganador es Juan Manuel Urtubey.

Es la Justicia Electoral la que deberá poner el punto final a esta situación con el recuento definitivo de los votos y con la investigación a fondo de las irregularidades denunciadas por el gobernador electo.