Salta 21 apoya a la artista Nena Córdoba. Los viles enfermos de la represión no encuentran causa en la democracia. Por si no lo saben, los artistas son libres y hay quienes no temen y están fuera de toda compra-venta. Hablarán.
La actriz del GIT (Grupo de Investigación teatral) dirigió a adolescentes con una adaptación de la novela Los sapos de la memoria. Este es el texto de la amenaza recibida: «Cuando volvamos al poder serás el primer sapito que dejará de cantar y nadie se acordará de aplaudirte».
Vergonzosa y payasa presentación de gente indigna. Por favor. ¿Qué se creen? Los artistas seguirán hablando y dando a conocer lo que a algunos no les gusta. Problema de los represores. Esos denigrantes y serviles acólitos del poder olvidado que siguen ejerciendo presión sobre la gente libre. Asesinos, inhumanos. No podrán callar las voces, no podrán presionar a los inteligentes. Saben cómo se mueven las estructuras de la oscuridad.
Pero hay un sistema contra el que no pueden ir. Y aquí ganamos los que tenemos algo que decir.
Los sapos de la memoria empezaron a croar, hace rato.
Repudiamos desde Salta 21 la opresión a los artistas. La libertad tiene ganas de gritar y resurge como un grito en la noche. Basta de silencios.
Los sapos de la memoria, comentarios
«Los sapos de la memoria hace oír, por fin, la voz de los hijos de los desaparecidos. Más allá de los documentos y testimonios, la novela de Graciela Bialet incorpora, re-úne la historia de Camilo, un joven de diecisiete años, con la de sus padres, víctimas de la violencia que vivió la Argentina durante la última dictadura militar.
El silencio premeditado, y otras veces no querido, se pagan con cuotas de demonios y pesadillas que Camilo deberá confrontar con la verdad que sus mayores, abuela y tíos postizos, le dejan saber a cuentagotas; quizá egoístamente, para preservarse ellos de tanto dolor insoportable.
«Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio», canta Joan Manuel Serrat, y Camilo descubrirá la suya en un doloroso tránsito que se hará más llevadero de la mano de Carola, con el descubrimiento de un paisaje de ternura donde reinan los sapos de la memoria.
Los capítulos «Verano de sapos» y «No hay tumbas para la verdad», obtuvieron menciones como cuentos para adolescentes en el Concurso XVI Feria Internacional El Libro, Buenos Aires, 1990, y en el concurso Memoria por los Derechos Humanos, organizado por la Cámara de Diputados de la Provincia de Córdoba, en 1996, respectivamente.» (Texto extraído de la contratapa del libro)
A Graciela Bialet y a todos los que creen en la democracia como forma de vida:
Yo nunca imaginé que iba a tener un apoyo como el que recibí de todos ustedes ante las amenazas que me llegaron, cobardes por cierto, porque esas personas nunca dan la cara, sus métodos son mafiosos y terroristas, pero cobardes con todas sus letras.
Nunca fui muy reservada que digamos y jamaz callé lo que pienso y lo que siento.- Yo viví mi primera infancia en plena dictadura, así que mucho de lo que sé al respecto me lo contaron o me lo enseñaron, a veces de una campana, a veces de otra, como muchos de mi generación que recibimos la democracia en plena adolescencia.- Cuando era niñita me contaron que los «guerrilleros», los «subversivos», eran unos monstruos asesinos y cada vez que a alguien le llamaban así, yo les tenía mucho miedo y los imaginaba con cara de sapos, cuerpo de monos y patas de cangrejo… como si esos bichitos fueran verdaderamente… monstruos…
No imaginé que algún día sería yo la señalada como subversiva, zurda, guerrillera, y me amenazaran por poner en escena una obra de teatro que contó la verdad de la otra campana.- ¿Habrán sido de verdad unos monstruos esos a los que como a mi, los llamaban subversivos? Porque yo nunca maté, no rebé, no amenacé, ni atenté contra los derechos de nadie.- Soy de verdad yo el monstruo? Hoy, les tengo algo así como miedo mezclado con aborrecimiento, pena, y a veces asco, a los terroristas, a los militares, a los médicos, a los abogados, a los escribanos, a los políticos, en fin a cualquiera, sea cual fuera su oficio, empleo o profesión, sea cual fuera su raza, religión o nacionalidad, a cualquiera que sea capaz siquiera de atentar contra la vida, la libertad, el honor, la dignidad, la propiedad, o cualquier otro derecho humano, de los que todavía valoramos a los seres huimanos y nos hacemos valer como Personas humanas.
Nunca justifiqué ni justificaré jamás a quien trata de imponer por la fuerza la manipulación, la especulacióin, la cohersión, la injusticia, y toda otra actitud antidemocrática, antihumana.
Lo bueno es que nunca callemos y todos los sapos de la memoria sigan cantando hasta desgargantarse, así estaremos siempre protegidos por los que como Graciela, como todos ustedes y como yo, creemos en la democracia.
Porque la diferencia de cuando éramos niños, es que ahora no nos pueden mentir fácilmente, hoy no nos tenemos que ocultar para leer un libro, para aplaudir a un artista o para expresar lo que pensamos.-
Los que se ocultan son ellos, y no por su ideología política, religiosa o del tipo que sea, sino por su espíritu corrompido que a ellos mismos los avergüenza, carcomidos por su propia violencia, por la culpa que jamáz asumirán porque les falta decencia para eso.
Que el miedo no nos atemorice. Yo no dejé de tener miedos por haber crecido, trato de superar mis miedos enfrentándolos, de modo que cuanto más pretenden atemorizarme, más me potencian, porque no quiero dejar de crecer.
Gracias a todos, y gracias por expresarse… así es como se ejerce aquello en lo que creemos: la libertad.
Nena Córdoba
– Nota relacionada:
Los genocidas siguen sueltos y amenazan a los artistas
http://www.salta21.com/spip.php?article407
– Amenazas a un artista en Tucumán:
Matías Manzur, un artista de la música, recibió tres amenazas
http://www.salta21.com/spip.php?article248
Comentario:
Agradecimiento
Quiero agradecer mucho el apoyo de Salta 21 y de todos los opinaron a favor de la iniciativa artística de Nena Córdoba y sus alumnos.
La memoria estorba a quienes necesitan esconder tierra bajo la alfombra, pero es vital para aquellos que trabajan por la esperanza.
Gra Bialet
gbialet@hotmail.com
Página web de Graciela Bialet:
www.gracielabialet.com.ar
Los sapos de la memoria, amenazas a Nena Córdoba
Quiero agradecer mucho el apoyo de Salta 21 y de todos los opinaron a favor de la iniciativa artística de Nena Córdoba y sus alumnos.
La memoria estorba a quienes necesitan esconder tierra bajo la alfombra, pero es vital para aquellos que trabajan por la esperanza.
Gra Bialet