Otra vez un director invitado conduciendo la orquesta sinfónica local, con acierto, con musicalidad, con un excelente trabajo previo, pero con un repertorio tal vez no muy llamativo ante un teatro cubierto a medias por el público. Espero que las autoridades observen este tema.
Teatro Provincial. Jueves 23 de octubre de 2008. Orquesta Sinfónica de Salta. Director Invitado: Maestro Alfons Reverté (Catalán). Obertura para El Barbero de Sevilla (Ramón Carnicer 1789-1855). Concierto para corno di basseto en fa mayor (Alessandro Rolla 1757-1841). Sinfonía nº 12 (Dmitri Shostàkovich 1906-1975).
Otra vez un director invitado conduciendo la orquesta sinfónica local, con acierto, con musicalidad, con un excelente trabajo previo, pero con un repertorio tal vez no muy llamativo ante un teatro cubierto a medias por el público que en épocas anteriores colmaba la sala. Llama poderosamente la atención y como no estoy seguro de mis sospechas, dejaré para finales de temporada mis conclusiones sobre el particular. Espero que las autoridades observen este tema, pues la Orquesta Sinfónica de Salta fue creada con la intención no solo de satisfacer los requerimientos del público necesitado de su presencia sino también con la intención de desarrollar el arte de la música en su más elevada expresión.
Reverté trajo la información de un compositor catalán del siglo XIX que cuando hizo conocer a sus coterráneos la música del italiano Rossini, escribió una obertura para la ópera El Barbero de Sevilla con la excusa que la tradicional y famosa obertura que se toca habitualmente ya había sido usada en dos óperas anteriores. Si bien no tiene ni por cerca la belleza y el atractivo que tiene la tradicional, no es posible desconocer que se trata de un trabajo serio aunque dramáticamente anodino, lo que quizás no está muy de acuerdo con el sentido bufo que la ópera tiene.
Luego, el concierto del que fuera por mas de treinta años director de Orquesta de la Scala de Milán, dedicado a un instrumento que durante el siglo XVIII tenía su fama: el corno di basseto. La página de estilo galante mostró al director Reverté, solista en esta oportunidad, como un ejecutante de primera línea debidamente acompañado por un reducido conjunto ejecutante que brindó un marco adecuado para conocer las bondades de un instrumento poco común de ser apreciado. Pertenece a la familia de los clarinetes aunque su sonido es mas grave que el de aquellos.
Finalmente la Sinfonía nº 12 del ruso Shostàkovich que a la sazón ya había encontrado la tranquilidad que el régimen dictatorial de Stalin, muerto para la época, no le había permitido. La tituló “El Año 1917” y está escrita en homenaje a las intenciones de la revolución moscovita. Comienza con una notable frase a cargo de los contrabajos, que dicho sea de paso, mostraron la belleza de una buena cuerda. La interpretación, de estilo elegíaco, con frases rimbombantes, divididas en cuatro secciones ejecutadas sin solución de continuidad, exhibió la capacidad innegable de la orquesta cuando ésta está bien preparada.
Este trabajo del fantástico sinfonista que fue Shostàkovich no es de los mejores. Tiene muchas ideas y arquitectura parecidas al famoso “allegro” de la décima sinfonía aunque en este caso hay largos pasajes de ritmo monótono y obsesivo. Homenajea a Lenín cuando habla musicalmente del “Petrogrado Revolucionario”.
Luego viene “Razliv” de cierto aspecto pastoral. “Aurora” prepara al oyente para el peso majestuoso de los metales gruesos en el último movimiento, denominado con cierta presuntuosidad “El Amanecer de la Humanidad”. Su pulso es intenso pero me deja la sensación que el autor buscó el mensaje épico de homenaje a sus héroes y no tanto las construcciones musicales de sus trabajos sinfónicos previos y posteriores a esta doceava sinfonía que no oculta la feroz y violenta alegría de no tener ya a su despreciado opresor.
El maestro Reverté cumplió una muy buena labor destacando los aspectos que aquí se dicen y lo hizo con la complicidad de una orquesta dispuesta y abierta a sus indicaciones. El conductor vino con muchos títulos gracias al aporte del Institut Llull de Barcelona. En mi opinión revalidó a todos ellos.
Página web de Reverté www.areverte.com
