Con el Método, obra de teatro, podemos reflexionar acerca de la perversión del sistema laboral; cuatro personajes podriamos llamar geniales interpretados por Goity, Suárez, Flechner y Seefeld (éste último reconocido por Los simuladores) hicieron gala la noche del jueves 10 de mayo en El Huerto, a sala repleta. La originalidad del autor Jordi Galcerán (Barcelona) fue explotada al máximo por el director Daniel Veronese (también es autor; fundador del teatro El Periférico de Objetos). Con estos talentos, vivimos entre risas y dramatismo, una historia del patetismo empresarial en la incorporación de empleados con altos salarios
El Método Grönholm, de Jordi Galcerán, exhibe el maquiavelismo de algunos empleadores y hasta qué punto alguien puede soportar la presión por mantenerse en carrera para obtener un puesto. Esta obra en la que actúan Gabriel Goity (Fernando) , Jorge Suárez (Enrique), Alejandra Flechner (Mercedes) y Martín Seefeld (Carlos) cuenta con la dirección de Daniel Veronese.
La anécdota de la obra de teatro es que llega a Salta como parte de una gira nacional luego de que el público y la crítica la consagraran en sus presentaciones en el Teatro del Paseo La Plaza de la calle Corrientes en Buenos Aires. La versión fílmica española contó con la actuación de Darío Grandinetti.
Ágil en su lenguaje, ácida en su mecanismo expresivo, delirante en su argumento e inteligente en su coordinación general y puesta escénica, el Método es una obra que propone diversas estrategias maquinadas por los psicólogos empresariales para avasallar al pre empleado. El triunfo de la hostilidad es patente.
La subersión de los esquemas de vida se yuxtaponen en un juego con las emociones en las que los seres humanos se disfrazan de “buenos”, “malos” o perfectos “hijos de su mala madre”.
Con un humor ácido y convincente, los actores llegan al punto máximo de la tensión psicológica soportable para un tipo que quiere entrar en una empresa importante. El “ojo” mira hacia Fernando pero alguien más astuto pondrá a prueba su verdadera personalidad.
En mi opinión, Gabriel Goyti (Fernando) se lleva la obra puesta. Actor egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático, mostró la virtuosa composición de su personaje. Conmueve a la vez que hace reír, agita y sorprende a la vez que silencia. Excelente.
Sin desmerecer las buenas actuaciones del elenco, también es interesante rescatar la blanquecina escenografía típica de una empresa frívola. En tono serio, los personajes van haciendo punto de contacto en las cavidades psíquicas del ser humano; ahondan y retuercen, exprimen y juegan.
El espacio escénico daba siempre esa sensación de que “alguien observa”, siempre otros están haciendo mover las piezas, que son estos cuatro personajes, orientados hacia los intereses del poderoso monstruo empleador.
La obra también muestra la homofobia, pero sobre todo que «nada es lo que parece» y que las personas pueden llegar a inquietarnos y sorprendernos en el momento menos pensado. Casi hora y media, las actuaciones suben el tono de tensión y mantienen despiertos a los espectadores en el foco del drama.
En Salta, durante el 2004 y 2005, se presentó “EL líquido táctil” de Daniel Veronese, dirigida por Jorge Renoldi. Esta obra llegó hasta instancias de la Fiesta Nacional y constituye una de las piezas mejor logradas por el G.I.T. (Grupo de Investigación Teatral).
Veronese es un autor y un director conocido por estos lugares, y ahora con esta obra que gira por todo el país su trayectoria se amplía y diversifica.
El logro con el Método es digno de elogios y por supuesto, esperamos volver a encontrarnos con más talentos para seguir compartiendo buen teatro.