Juan Manuel Urtubey ganó por menos de un punto

A las 6,30 de este lunes 29 de octubre no queda duda: Juan Manuel Urtubey es el nuevo gobernador de Salta, aunque en un final electrizante -tal como lo anunció Salta 21- gana por menos de un punto. Claves del triunfo y errores del gobierno.

Cerca de la 1 de la madrugada, las alternativas cambiantes y las esperanzas e incertidumbres vividas desde las 18 en la sedes de los dos partidos más importantes dió lugar a una tendencia clara. Ello porque el recuento de votos se acercaba al 50% en la información oficial suministrada por la Justicia Electoral y ese escrutinio arrojaba una diferencia en favor de Urtubey de unos 3 puntos.

A partir de allí todo fue algarabía en el hotel Provincial y el abatimiento comenzó a verse en los rostros de quienes estaban en la sede del PJ de la calle Zuviría. La tendencia en favor de Urtubey se fue confirmando y consolidando hasta hacerse irreversible.

A las 6,30 el panorama que muestra el sitio del Tribunal Electoral de la Provincia de Salta http://www.comiciosalta.org.ar/escrutinio/index.htm es este:

Total provincial

Sobre 2.011 mesas de las 2.089 habilitadas (96,27%).

Ciudadanos que Votaron: 71,12 %

Gobernador

Frente para la Victoria-PRS: 229.724 votos (45,53%)

Partido Justicialista-Fre.Ju.Vi: 225.120 votos (44,62%%)

Algunas claves del triunfo

– Juan Manuel Urtubey logró encarnar la idea del cambio de lo negativo del gobierno anterior (autoritarismo, desigualdad económica, corrupción) a la vez que la afirmación de una continuidad con lo que Juan Carlos Romero hizo bien (infraestructura, turismo, cultura).

– La palabra mágica fue «cambio», frente al desgaste de un régimen que llevaba 12 años de usufructo («irrefrenable y rapaz» para tomar una expresión del sindicalista opositor Miguel Rojo) del poder. Poder de cuyas entrañas emergió el propio Urtubey que luego se agiornó con su conversión al kirchnerismo.

– Su imagen de muchacho joven y buen mozo seguramente le permitió una buena llegada a dos sectores importantes, los adolescentes que votaban por primera vez -que se identificaron con su apariencia juvenil y su discurso sencillo- y las mujeres a las que encandiló no sólo con su apostura sino también con una imagen de mesura, seriedad y capacidad.

– Logró captar el voto castigo y el voto bronca anti-Romero que tradicionalmente recogía el Partido Obrero al punto que esta fuerza troskista ganaba en Tres Cerritos no porque la clase media alta fuera izquierdista sino porque al tener mayor nivel de información y de cultura podía ver claramente el extraordinario índice de corrupción del gobierno que se manifestaba a través de negocios y negociados millonarios, un desaforado saqueo al patrimonio público para beneficio de las empresas y las fortunas de los gobernantes.

– Un gran esfuerzo publicitario que llegó a rivalizar con el del gobierno en televisión, cartelería pública, radios e incluso medios pequeños del interior y alternativos de la capital. Esto despierta interrogantes. ¿De dónde sacó Urtubey tanto dinero para la campaña? Es posible que desde la Nación se le hayan girado fondos en una apuesta a fondo contra Romero y Wayar, con los que desde la Casa Rosada se concertó un pacto de convivencia política y conveniencia electoral, pero que son identificados claramente como enemigos del matrimonio presidencial.

– Los errores del propio oficialismo en la estrategia de campaña. Por momentos la imagen de Romero, Wayar e Isa aparecían como desarticuladas. Como si cada uno tuviera su eje y su estilo que no terminaba de armonizar con los otros. Y el ataque constante a Urtubey que finalmente lo ponía en el centro de la escena como el verdadero opositor (posición de la que muchos dudaban y aún dudan).

La polarización

A Juan Manuel Urtubey lo benefició la polarización atizada por el mismo gobierno que lo hacía blanco de ataques constantes con una campaña negativa. Los resultados de esta polarización se ven claramente en el hecho de que Wayar y Urtubey concentran -escrutadas el 96% de las mesas- 454.844 votos que representan el 90 por ciento de los sufragios válidos emitidos (con una diferencia entre ambos inferior a un punto y de menos de 5.000 votos).

El Partido Propuesta Salteña (PPS) que postulaba a Fanny Velarde a la gobernación, la Concertación Salteña UCR-MID cuyo candidato era Alberto Espeche y el Partido Obrero con Claudio del Pla apenas superan los 10 mil votos y los 2 puntos de porcentaje de los sufragios cada uno. Los otros candidatos no llegan a los 5 mil votos o sea que no alcanzan ni un punto.

Esto marca el éxito de la estrategia de polarización que terminó consagrando a Juan Manuel Urtubey y cerrándole el camino a la gobernación a Walter Wayar: sin dudas hubo una fuga del «voto útil» hacia el Frente para la Victoria de gente que en principio hubiera podido votar por Fanny Velarde, Espeche o del Pla.

El contraesfuerzo final del gobierno, cuando vió claramente que perdía fue descomunal: dádivas, amenazas, insultos, promesas desesperadas (como las que se hicieron a los ciudadanos de San Martín y Orán), reparto de mercadería y de dinero, traslado de los sufragantes-clientes hasta los lugares de votación.

Esto redujo la ventaja que mostraba el Frente para la Victoria – PRS en las encuestas a poco menos de un punto. Fue prácticamente un empate. Pero el nuevo gobernador es Juan Manuel Urtubey. Y se abre una nueva etapa cargada de esperanzas pero también de interrogantes.

Vea los resultados de todas las categorías en toda la provincia en la página oficial de la Justicia Electoral:

Tribunal Electoral la Provincia de Salta

http://www.comiciosalta.org.ar/escrutinio/index.htm