Nena Córdoba de cacería… 1ª en la Fiesta de teatro: «este es un premio de todos los NN»

Vientisiete años en las tablas, no es poco decir. Una vida dedicada a la actuación y recientemente a la dirección. Nena Córdoba formó el Grupo NN para poder poner en escena el teatro que ella ama. Y ese amor, le trajo gratificaciones. «La cacería» es una tragicomedia profunda, tanto como su misma directora. Ahora, representa a Salta en la Nacional, fiesta organizada por el INT.

«Esto» de ser artista es indescifrable, existe una especie de topamiento con la vida no sólo personal y social, sino profesional. Un reencontrase a sí mismo en medio de contradicciones, alegrías y desencantos. Este es uno de esos momentos alegres, irrepetibles, hechizos, festivos, donde en un punto se reúnen todos los sueños y las aspiraciones. Y no cesa de «ir hacia…» porque el teatro exige adrenalina, a cada paso.

La actriz (Medea, La fiaca) y directora de NN (Limpieza) se entrevista con Salta 21 , siempre frontal, apasionada, espontánea y enamorada del teatro. El elenco integrado por Esteban Trejo, Fito Gauna y Germán Tolaba con la obra «La cacería» dirigida por Nena Córdoba obtuvo el primer puesto el pasado domingo en la XVI Fiesta Provincial de Teatro y participará en noviembre de la Regional y en el 2011, irá a la Nacional de San Juan junto a elencos de todo el país. En segundo lugar quedó «Conejito» y en tercero, «Mujeres de negro» .

Rebelarse a la máscara… A contramano de la hipocresía

¿Cómo se siente el grupo NN y vos como su directora, luego de obtener un primer puesto en la XVI Fiesta Provincial de Teatro?

– Embargados de una felicidad enorme. Imagináte que somos un grupo muy joven, apenas tres años de vida tiene N.N. Es la primera vez que nuestro grupo se presenta a una Fiesta Provincial y en principio sólo lo hicimos con el objetivo de ganar en experiencia que es lo que obviamente nos falta.

Sin embargo, los chicos siempre confiaron en su trabajo y tuvieron expectativas. Tal vez yo fui la menos crédula de todos en que pudiérámos ganar, no porque desmerezca lo que hago sino porque había obras muy buenas que compitieron o que hubieran podido competir. Vos tenés que tener en cuenta que son varios los grupos que este año no se presentaron. No faltó por supuesto quien desmereció la Fiesta y sus ganadores por esa circunstancia, pero igual yo me quedo con lo positivo y es que esta es una gran oportunidad para nosotros de tomar contacto con gente especializada y aprender, a-pren-der, que es lo que más necesitamos y deseamos.

No te niego que somos bastante concientes de que esto nos obliga a trabajar más aún y a intentar al menos, de ofrecer en el futuro proyectos de calidad, quiero decir a superarnos, o mínimamente mantener aunque sea, el nivel logrado en el compromiso y el trabajo ofrecido. Pero el pirmer lugar!?!!!!! Guau!!!!! ¡Qué cosa! ¡Es bello lo que se siente!

Como directora del grupo me siento más que orgullosa, ¡creo que se lo merecen de verdad! Los actores N.N. que ganaron saben que este es el resultado de un gran esfuerzo sostenido por todos sus compañeros, es un premio de todos los N.N. que la venimos remando desde el 2007. Porque cada obra que hemos estrenado fue un aprendizaje que fue sumando y sumando hasta lograr con «La cacería» lo que se vio y se está viviendo.

¿Por qué elegiste un texto como La cacería para llevar a escena?

– Vos sabés que escuché muchas veces decir ese texto o ese autor o ese teatro es viejo… no tiene vigencia… Una cosa, lo que sea cuando toca temas que hacen a la esencia humana, se vuelve un clásico porque trasciende, pasa el tiempo y sentís que nada ha cambiado y entonces cómo podés decir que no está vigente. Por ahí lo que hace falta sea tal vez acomodarla a las nuevas circunstancias, a los nuevos códigos estéticos, al contexto actual.

Creo que casi todo es cíclico, todo vuelve a pasar, los seres humanos nos vivimos repitiendo, parece que no aprendiéramos. Mirá «La cacería», no sé cómo sintieron en el 69′ esto de las ideologías contrapuestas, yo para entonces recién estaba naciendo. Pero resulta que hoy, cuarenta y un años después -esa es mi edad- los argentinos no dejamos de ser extremistas en nuestro modo de pensar o de ver las cosas, mirá el caso de los políticos, el Senado de la Nación, los legisladores provinciales, el oficialismo y la oposición, nadie se preocupa por acordar en bien de todos sino en vencer en una u otra postura.

El individualismo, la codicia, el cuidar el kiosquito sin importar las consecuencias, o aferrarse al dicho horrendo de que el fin justifica los medios, sin mirar más allá, sin comprender en tanto y en cuanto a la larga o a la corta nos perjudicamos todos con la intransigencia y la intolerancia. Ese tipo de posicionamiento es lo que según mi modo de ver nos lleva al fracaso. Nadie acepta la diversidad ni busca el acuerdo. Todos quieren sólo ganar a como dé lugar aun a costa de los más débiles por supuesto. Y eso pasa en todos los órdenes de la vida… ¿O no pasa en el teatro también?

Elegí «La Cacería» porque me parecía vigente y porque no puedo entender por qué no podemos cambiar las cosas si tenemos todo para lograrlo.

¿Creés que mucho de esta obra depende de los actores ?

– Por supuesto. Y del diálogo con los otros hacedores. En «La cacería» todos acordamos. Lo que vimos como un mal argentino tratamos por todos los medios de evitarlo en nuestro trabajo, y congeniamos en nuestras opiniones y conceptos. Ello sin dejar de afirmar que tengo la suerte de trabajar con actores inteligentes, preparados y con criterio propio. Pero por sobre todas las cosas artistas que entienden lo que es el respeto por el otro.

¿Te parece que Pavlovsky dispara fuerte contra la «iglesia» o es un punto que vos como directora acentuaste?

– Entre otras cosas creo que Pavlovsky dispara contra la intransigencia y la hipocresía. Yo, contra eso y contra todo lo que limite la libertad bien entendida, pero no disparo, digo. O sea, la libertad basada en el respeto por el otro. Y eso venga de donde venga, quiero decir si de la Iglesia o las Iglesias, si de los políticos, los militares, los docentes, los actores, venga de quien venga, no acepto los límites infundados o las máscaras oportunistas o especuladoras, los argumentos acomodados a intereses mezquinos y egoístas, me da urticaria el disfraz, la hipocresía humana y eso es lo único de lo que me arrepiento si alguna vez me descubro cometiendo esas bajezas.

Por eso está acentuado, en realidad me gustaría que se lea el todo, porque toda la puesta te está diciendo no seamos hipócritas. Pasa que lo que tiene que ver con la Iglesia siempre es más impactante, por nuestra tradición religiosa católica apostólica, pero no es en la única Iglesia que vas encontrar fuertes signos de hipocresía ni mucho menos en el único ámbito.

NN es un grupo que tiene – según creo- una tendencia ideológica, si bien todos cuando hacen teatro la tienen, eso puede ser más o menos político y desde algún punto entenderse que siempre es político. ¿Cuál es esa base «constitutiva» de NN?

– ¿Base «Constitutiva»? ¡Qué bello lo que decis! Yo amo la Constitución Argentina. ¿Sabías que la nuestra es una las Constituciones nacionales más respetadas en el mundo por su fuerte contenido en defensa de los Derechos Humanos entre otras cosas? Creo que ésto es lo que nos constituye como N.N.: el amor al ser humano y por ende, la fe en los derechos humanos, la convicción de que antes de maestros, actores, comerciantes, escribanos etc. somos seres humanos, que quieren ser mejores «personas», que desean ser «señores», porque profesionales, comerciantes, empresarios, empleados, ricos, pobres, viejos, jóvenes, negros, blancos, héteros u homos… pueden serlo cualquiera, pero ¿personas? ¿señores? Eso implica mucho más y desde nuestro arte queremos trabajar para lograrlo.

¿Esperabas que seleccionaran a tu elenco, ser representante de Salta en la Nacional?

– No. Una sola vez gané una fiesta y representé a Salta en la Nacional, con «Pueblo Negro» ¿Te acordás? Con mi otro grupo el G.I.T. en el que me desempeño como actriz y dirige Jorge Renoldi, allá por el 2.000. Luego con ese mismo grupo nunca llegamos a la Nacional a lo sumo un par de veces a la Regional. No lo imaginé. Tal vez sí imaginé un segundo o tercer puesto o una mención, el primer lugar no. Pero parece que mis compañeros actores otra vez tenían razón, ellos sí creían que podía ser. Un montón de veces he sido la equivocada y he tenido que bajar la cabeza. Pero en esta oportunidad, no sabés qué feliz estoy de que ellos hayan tenido razón (risas de felicidad)

¿Cuál es el balance que podés hacer sobre esta Fiesta de Teatro?

– Que nos salió como el país, hicimos lo que pudimos. Insisto, los argentinos no tenemos conciencia del sentido de solidaridad y trabajo colectivo. Hubo poquísima participación de los propios actores. Los grupos se declararon ausentes, el público respondió en un treinta por ciento respecto de otros años. Desmerecimiento por parte de muchos colegas respecto de un evento que significa mucho para el teatro aunque muchos no lo quieran ver o lo vean y no lo quieran aceptar por rencores y rencillas particulares. A la larga van a entenderlo.

A la larga comprenderán por qué el teatro en Salta siempre está en «veremos» a pesar de que nos sobran talentosos, el drama es que hay demasiada soberbia y vanidad. Cuando los actores comprendan que si no lo hacemos entre todos, todo se va al demonio… las cosas comenzarán a cambiar. Divide y reinarás, dice el refrán. No hay cambio si sólo me limito a mirar de afuera y no me arremango para meter las manos en el balde y ponerme a limpiar, y encima critico porque el que trata de hacer algo no puede con toda la mugre. Si veo mi casa sucia, pues tengo que limpiarla. ¿Qué? ¿Voy a esperar que venga el vecino a hacerlo? En todo caso debo ser prudente y los trapitos blanquearlos en casa. Quiero decir: adentro discutamos hasta ponernos de acuerdo. Pero afuera pues defendámonos y defendamos nuestra actividad! ¡Carajo! ¡La unión hace la fuerza! Y esto no es de mi autoría! Lo dijo un grande que todos admiran!

¿Qué relación o comparación podrías establecer entre la devolución del 2009 y la de este año?

– En mi modesta opinión la del año pasado fue muy profesional pero un tanto descontextualizada y por eso mismo muchos la vivieron como dura y hasta hubo quienes se sintieron irrespetados. Este año creo que fue más diplomática y «políticamente correcta», coincidí en muchos casos con la devolución realizada, obvio respecto de las obras que vi, porque no pude ver todas. Hay otros casos en los que ni siquiera me había dado cuenta de las observaciones formuladas, pero bueno apunto eso a mi falta de conocimientos en tal o cual punto intelectualmente hablando o a un descuido a la hora de percibir detalles estéticos o dramatúrgicos, pero por lo general, la de este año me pareció menos dura que la del año anterior pero igual de profesional.

Como actriz, si tuvieses que elegir tres trabajos en tu carrera, los mejores, ¿cuáles serían?

– Romi! Eso es muy difícil! Mirá en el brete que me ponés! ¿Como actriz?… Me viene a la cabeza así de buenas a primeras «La Malasangre» con el G.I.T. tal vez por la delicadeza que tuve que ponerle al proceso de construcción de un personaje del todo contrario a mi forma de ser y sin nada en común conmigo misma, ni siquiera la edad, yo tenía 30 años y tuve que hacer de una mujer de casi cincuenta y a mi modo de ver fue mi trabajo mejor logrado. El que más me divirtió, el «Líquido táctil» , aunque en esto se pelea el puesto con el «Cepillo de dientes» -ambas con el G.I.T también. El que más éxitos me dio: Sheeredzade de «Las mil y una noches» con el Grupo El Equipo de Teatro de Tucumán, peleándose también el puesto con «Doña Flor y sus dos maridos» . Pero en general te diría que no hay un solo personaje que yo haya hecho que no me haya embriagado de placer…

Tu experiencia como intérprete y tu temprana incursión en el teatro, ¿te dan seguridad a la hora de dirigir?

– Haber empezado a los 14 años me ayuda a la hora de trabajar con los N.N. adolescentes y tener que decodificarlos, estimularlos, entretenerlos y tenerlos ocupados, porque si te descuidás en eso se aburren y a otra cosa mariposa. Yo misma fui así a esa edad, estaba tan estimulada que me aburría rápido y «ya» lo quería todo, pero «ya». Entonces con mis adolescentes, muchas veces tengo que acudir a una paciencia que todos sabemos que con los años se va perdiendo, pero no queda otra (risas). Mi experiencia como actriz me da mucha seguridad a la hora de comprender el proceso creativo de cada uno de mis actores. Creo que me ayuda a percibir los cuestionamientos y los obstáculos que los actores deben sobrevellevar. Por lo demás, nunca tuve seguridad en nada y tal vez por eso siempre estoy probando y explorando. A veces me equivoco, a veces no, pero soy una bruta, aprendo con los errores. No me asusta equivocarme, sí hacer equivocar a los que trabajan conmigo y eso me obliga a estudiar. Lo cual me satisface.

¿A qué artistas admirás y te han servido de referentes para tu teatro?

– Admiro a García Márquez, a Mario Benedetti, a Lorca -lo amo-, Chejov, Ibsem, aunque muchas veces a estos últimos me cuesta mucho comprenderlos. Admiro a Niño, el colombiano, a Alfonsina Storni, a Borges… aunque en muchos puntos no coincido con él, a Miguel Hernández, a Alsina como dramaturgo entre los más cercanos, a Susan Sarandon como actriz entre las más lejanas, a varios actores alemanes cuyos nombres no recuerdo porque soy muy lela recordando nombres; los miro siempre en cine arte, me gusta el cine italiano en general algunas cosas del cine francés y me encanta el material de crítica que me ofrece el cine norteamericano. Al Cuchi Leguizamón, a Ariel Ramírez, Piazzola, a la Piaff, a Charly, Spinetta, la Negra Sosa, Alberto Cortez, Julia Zenko -quisiera cantar como ella…- Todos en general que fueron los pioneros del rock nacional, a las bailarinas rusas, la Fura de Baus, al maestro Stanislavsky, aunque digan muchos que no está «vigente»; a Serrano, Pedro Asquini, a Miguel Angel Solá entre los actores argentinos; a China Zorrilla, Ricardo Darín por su capacidad de crecimiento constante, a los cineastas argentinos que marcan una diferencia como nuestra Lucrecia Martel; y a muchos, muchos, muchos otros, sólo que ya estoy cansando y es mejor contestar tu próxima pregunta… (risas)

¿Cómo unís – o separás- tu profesión de Escribana y tu Doctorado en Derecho de Autor con el teatro?

– ¡Otra pregunta difícil! Metiste el dedo en la llaga… Mirá, todavía no sé como unirlas, lo que sí sé es que una de un lado y la otra del otro lado, me tiran con fuerza tal, que a veces terminan por destrozarme. Uno de estos días me dejo llevar por mis locuras -y te cuento que tengo muchas- tiro al diablo ambas y me voy de mochilera a recorrer el mundo, que en realidad es uno de mis grandes sueños. No sé Romi, no sé como hacer… es mi gran dilema, no pude todavía reconciliarlas, se pelean mucho, exigen de mí conductas que a veces me parecen contrapuestas, o sencillamente a mí no me da el cuero para conciliarlas o descubrir cómo convivir con ambas profesiones sin dejar de ser lo que quiero ser como persona y como artista. Lo que sí sé, es que no puedo dejar a niguna de las dos y entonces mis energías se dividen y reina el caos.

Soy especialista en Derecho de Autor y tal vez en ese punto me apoyo para realizarme en una y otra pero aquí poco y nada se sabe de eso, o poco y nada se valora esa especialidad, o poco y nada se trabaja con eso, así que poco o nada me reditúa como te imaginarás y me ha pasado incluso que en mi ambiente del teatro hubieron muchos que me llamaron b…… por respetar los derechos de autor, en fin… La Argentina en la que vivimos, ¿no?… Y en el ambiente de «los normales» me miran como bicho raro porque soy actriz y ando con los andrajosos, porque es así como lamentablemente muchos nos califican a los artistas. Ese es mi gran fracaso, no haber aprendido a separar o a unir ambas profesiones si es que lo uno o lo otro es lo que más conviene.

Aunque estoy convencida que nunca haré lo que me conviene, «siempre vas a contramano», dicen los que me quieren. Yo siento que siempre hago lo que puedo y lo que me hace medianamente feliz. Para eso vinimos a este mundo, ¿no? Para ser felices, esa es mi verdadera búsqueda y en ella seguramente moriré. Nada original, ¿no?

– Notas relacionadas:

Ganadores Fiesta de Teatro Salta 2010: cacería de conejitos con mujeres de negro

http://www.salta21.com/Ganadores-Fiesta-de-Teatro-Salta.html

Obra La cacería: la barbarie del comunismo, el catolicismo y la burguesía

http://www.salta21.com/Obra-La-caceria-la-barbarie-del.html