Que el jazz atrae no cabe ninguna duda. Hoy fue a sala llena, desbordante, tremendamente participativa; con un detalle, muchos oyentes que no suelen asistir a los ya tradicionales conciertos de la orquesta local. En otras palabras estaban atraídos por los pentagramas de la música norteamericana.
El concierto para flauta y corno inglés, combina con gran habilidad la línea melódica de las excelentes solistas –integrantes de la orquesta- Paula Daffra (corno ingles) y Marina Tiburcio (flauta) con la estructura armónica del contrapuntístico estilo del grupo orquestal.
Bartok era un notable de la música de su tiempo. La música de Respighi fue favorita de algunos políticos de la Italia que intentaba, en algunos círculos, ingresar en un ambiente quasi pagano. Finalmente, el plato fuerte de la noche. La orquesta pasa de la vehemencia a los momentos de ensoñación con la participación del concertino
La Camerata Stradivari reconoce antecedentes que vienen desde julio del 2009 en las provincias de Salta y Jujuy. Surge con otros nombres por la vocación musical académica y pedagógica de dos fundadores de la Orquesta Sinfónica de Salta.
La música es netamente incidental lo cual exige a orquesta y directora una atención especial. El lucimiento de la Mª Yeny Delgado fue más que evidente. Junto a Kitry y Basilio, fueron los más aplaudidos en una muestra de su aceptación pública.
Bien los solos de Germán Mercado y en el escenario el autor, Martín Palmeri también con sus solos, cuidadoso el grupo instrumental y muy buena conducción de Lhez. La segunda parte con “Misatango” ya fueron palabras mayores.
Piazzolla, el segundo gran compositor argentino: creó un “estilo”. Hay muchos intérpretes en el mundo que tienen en su repertorio música de este notable compositor. Hay varios arregladores que transcribieron sus originales para solistas, grupos de cámara y orquestas sinfónicas. Salta cuenta con una pianista que se enamoró perdidamente de esta música. Se trata de la pedagoga e intérprete platense Alicia Carbonell.
El quinteto de Brahms fue como abrir los oídos del oyente para registrar la exquisitez de una obra que representa el apasionado sentimiento maduro del autor. Si en la primera parte el lucimiento fue evidente, su comprobación en la obra mozartiana fue el extremo cuidado que el grupo tiene sobre el sonido final de su interpretación.