Asistir a una sala de Fisioterapia es una aventura equivalente a transitar una Peluquería de Damas, dado que se trata de relaciones humanas en crudo, sin interferencias ni frenos, propiamente, descargar tensiones de otros ámbitos.
La realidad tiene una direccionalidad inconfundible, irreductible. Son tiempos de TODO O NADA, en que se está con la Nación o con cualquier otra cosa, definidamente, antinacional.
Contamos con más mecanismos e infraestructura telemática que espacios y procesos para la comprensión y el entendimiento. Son más las tecnologías que la interacción. Las decisiones últimas, la toman los medios hegemónicos.