En la madrugada del jueves 25 de octubre la cámara de diputados de la Nación, dio media sanción al presupuesto del año 2019, analizado, redactado y aprobado previamente en su texto por el FMI, en el último viaje del presidente Macri y el ministro Dujovne a la sede del organismo usuario.
Afectada por la exposición pública que han significado las corridas cambiarias en el país, la imagen del gobierno PRO-CAMBIEMOS ha caído a niveles peligrosos para la gobernabilidad.
En otras oportunidades en esta misma columna, hemos puesto el acento en la estrategia que los gobiernos utilizan para anunciar las medidas en materia económica o financiera, con un dejo de complejidad para que, aun anoticiados todos de cuál es esa decisión, no se llegue a entender del todo.
En otra clarísima muestra de sumisión, subordinación y cumplimiento estricto de órdenes impartidas a la manera de una mandamás de empresa, la directora del FMI Christine Lagarde llamó a Mauricio Macri.
A finales del Siglo XIX, Friederich Engels resumía con magistral visión de futuro la disyuntiva social de la época, afirmando que “La sociedad capitalista se halla ante un dilema: avance al socialismo o regresión a la barbarie”
Tantas veces desde esta columna hemos intentado advertir sobre las diferencias históricas y económicas de clase, que provocan sin lugar a duda alguna, las inequidades sociales que nos abruman todos los días.
En columnas anteriores, hemos efectuado un reconocimiento expreso de lo que consideramos es un eficientísimo sistema de marketing político institucional del equipo de CEOS, a cargo del ejecutivo nacional y agrupados en el denominado frente político Cambiemos.
El pasado miércoles 18 de julio, el presidente de Argentina el Ingeniero Mauricio Macri, convocó en la residencia de Olivos a una programada conferencia de prensa, bajo estrictas reglas de protocolo para su desarrollo.
Después de dos años y medio de gobierno macrista en la Argentina, resulta objetiva la pérdida de confianza en la gestión y la imagen presidencial sigue en caída libre, aumentando la incertidumbre electoral del oficialismo que ya mira como inalcanzable a Diciembre de 2019.
Cumplidos dos años y medio de la gestión neoliberal encarada en Argentina por los organismos internacionales de crédito –usura- bajo la cubierta de un supuesto frente político que han llamado CAMBIEMOS, el desmejoramiento de las condiciones generales de vida en la población argentina, ya no admite más disimulo.