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viernes, abril 26, 2024

Avanza la causa por el asesinato de Fronda

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El 17 de agosto de 2005 Luis Fronda denunció ante la Fiscalía Penal N° 1 de Salta la desparición, tortura y asesinato de su hermano Eduardo Fronda (25 años) cuyo cadáver fue hallado el 8 de enero de 1975 en el paraje La Choza, a 6 km de San Lorenzo y a 5 de Vaqueros, a siete metros del camino, al costado de la alambrada. El hecho fue publicado en El Intransigente del 9 de enero del 75 según testimonio recogido por Luciano Jaime, cronista policial del diario. En la denuncia se les imputan a Miguel Gentil, Joaquín Guil y Federico Livy (y la o las personas que surjan de la investigación) los delitos de privación ilegítima de la libertad, tortura y vejaciones.

Tania Nieves Kiriaco es la abogada que representa a los familiares de la víctima, junto al letrado David Arnaldo Leiva quien interviene en el caso como representante de la Red Nacional de Abogados de Derechos Humanos.

Luis Fronda expresa en la denuncia que su hermano Eduardo era vendedor ambulante y que fue secuestrado el 5 de enero. Su desaparición llamó la atención, ya que vendía juguetes en la vía pública y el día de Reyes no se lo vió desarrollando su actividad.

Por esos días Eduardo Fronda se encontraba refugiado en el Hotel Colón (Balcarce y Ameghino) debido a que se hallaba en la ciudad un grupo de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), organización peronista de ultra derecha liderada por José López Rega, grupo que tenía enfrentamientos con el Frente Revolucionario Peronista donde desempeñaba actividades la víctima en carácter de dirigente de la juventud.

Agrega Luis Fronda a su presentación como documentos testimoniales los artículos del periodista Luciano Jaime publicados el 9 y 10 de enero (lo que le costó su muerte), las declaraciones de Mirta Torres, quien actualmente integra la Red de Defensa de los Derechos Humanos en Salta y que por entonces, estaba detenida en la Central de Policía y vio a Eduardo Fronda según consta en el Expte. por el juicio “Isabel Parada Ruso”, y las investigaciones publicadas en el libro “La represión en Salta 1970-1983” de Barquet y Adet. En los bolsillos del pantalón de Eduardo Fronda (ropa que no era la suya) se encontró un trozo de papel con la leyenda “Comando Viola-Viva la Patria”.

En su denuncia el señor Luis Fronda vincula la muerte del periodista Luciano Jaime ( secuestrado y dinamitado) con la de su hermano, luego que el cronista diera la versión real de los hechos ocurridos en el diario El Intransigente. En su presentación Luis Fronda denuncia además que sufrió en reiteradas oportunidades hostigamiento por parte de la policía.

La crónica de Jaime en “El Intra”

Esta es parte de la crónica sobre el hallazgo del cadáver de Eduardo Fronda publicada por Luciano Jaime en el diario El Intransigente:

“Al lugar del crimen arribaron el subcomisario Raúl Garnica del destacamento policial de San Lorenzo y el oficial Juan Carlos Bayón (Vaqueros). Se procedió a sacarle la mordaza y la venda que le cubría los ojos. Se tomaron huellas dactilares. Su muerte se produjo entre las 4 y las 4, 30 de la madrugada. Se hizo presente el inspector mayor Ponce de León y el médico legal de la policía, Dr. Moisés. El cadáver se hallaba decúbito dorsal con impactos de proyectiles. Se supo que por las características del crimen, de ”connotaciones políticas” se trataba de un operativo del “Comando Norma Viola”. El hecho fue puesto a conocimiento del Juez de feria, Dr. Roberto Castro, que “arribó al lugar minutos después.”

“La víctima presentaba un impacto de bala en la espalda y otros orificios de entrada de proyectiles en otras partes del cuerpo, heridas concentradas principalmente en el hígado y en el cuello, calculándose que habría recibido casi 30 proyectiles”. (sic)

“Se presume que la víctima fue llevada hasta ese lugar por los asesinos en un vehículo, del que se le hizo descender y caminar unos metros, efectuándosele un disparo en la espalda con una pistola calibre 45-se hallaron las cápsulas servidas- y cuando cayó, se procedió a rematarlo con disparos a quemarropas con una escopeta Itaka ya que la policía encontró los plomos y los tapones.” … cuando llegó la policía aún estaba desangrándose… detrás de la alambrada del lugar del crimen hay una pequeña barranca y luego sigue la zona boscosa perteneciente al sector militar…(sic)

Citación

Para el 14 de mayo fue citado por el juez de la causa Miguel Medina, Juan Carlos Alsugaray quien debía presentarse ante el Juzgado Federal N° 2 de esta ciudad para prestar declaración indagatoria. El próximo 4 de junio, debe presentarse Federico Levy ente el juez, otro de los imputados por la causa iniciada por la denuncia de Luis Fronda.

Después del crimen

Tras el asesinato de su hermano Luis Fronda debió refugiarse en forma permanente en la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles bajo el amparo del sacerdote Roberto Napoleón Corbalán, a quien le decían “cuidado padre, es peronista, es extremista”.

En aquel tiempo Luis Fronda vendía “vasitos para helado” en una fábrica y dirigía la Acción Católica-fue tres veces Presidente de la Juventud de Acción Católica y tres veces coordinador de la Catequesis- pero siempre era llamado “peligroso”, según relató a Salta 21.

En tiempos del gobernador Roberto Augusto Ulloa, trabajaba en la Secretaría General de la Gobernación, y se dio la orden de “voltearlo”. Hernán Cornejo dejó un “área protegida”, pero Luis Fronda formaba parte de una lista negra. “La orden era que me limpien”, dice. “Que un funcionario pidiera a un hombre marcado era la única manera de que éste pudiera continuar en el sistema, y por aquel entonces Ovejero, Secretario de Estado de Educación, me dijo: “Sé que Ud. está apuntado, pero lo voy a pedir para la parte técnica”, recuerda ahora Fronda.

Roberto Augusto Ulloa le ordena a Cajal, secretario privado “pro-milico”, que lo siga a Fronda. Entre Cajal y Fronda había choque y se conocían por asistir en el Servicio Sacerdotal de Urgencia. La cuestión es que lo encuentran en Educación y entonces Ovejero lo defiende ante la Sra. Ministra Guía de Villada.

En conversaciones sostenidas en los baños, Fronda se entera que lo querían afuera y que Ovejero había discutido para que permaneciera en su cargo, lo cual no pudo ser y debió dejar sus funciones administrativas.

Ya en tiempos de la gobernación de Juan Carlos Romero (quien “nunca llamó a un militante”-asegura Fronda)-, cuando el actual primer mandatario provincial comienza a dar Audiencias públicas Fronda se anota para conversar con él “para salvar el accionar político de Antorcha Justicialista“. Estuvo conversando cerca de 48 minutos (lo que equivalían a cinco audiencias) con el Gobernador- antes hizo al secretario el pedido: “quiero que me atienda no como a un dirigente sino como a gente”. En la charla mantenida con Romero le expuso su propuesta para desarrollar una política abierta, “un proyecto abarcador tal y como enseñó Perón”. Le propuso al gobernador “que conduzca la diversidad de criterio o será un César puesto que cuando el barco se hunde quienes escapan primero son las ratas”.

Lo cierto es que en tiempos de dictadura Luis Fronda tuvo que esconderse y en tiempos de democracia es perseguido y rechazado por sus ideas. Ahora espera que la justicia, después de décadas, se exprese a favor de la causa de su hermano, torturado y asesinado por efectivos policiales al servicio de la Triple A. En lo social sigue peleando por causas en la que también creyó su hermano Eduardo Fronda.

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