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viernes, abril 19, 2024

Derecho a réplica: “Voy a hablar de la Esperanza”

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Quiero agradecer a Salta 21 por atender mi caso y abrir un foro abierto para tratar la precariedad laboral de los trabajadores de la prensa en Salta, pero también quiero aclarar algunos puntos comentados en la nota que escribió Romina Chávez Díaz.

He ganado un juicio a F.M. Noticias y Agencia D.D.N. porque ese multimedios no cumplió en ningún momento con cada uno de los derechos que me asisten como trabajador.

La autora del artículo, distrayéndose de hablar de la empresa que explota a trabajadores, desvía el enfoque hacia otros medios de comunicación. En este sentido, quiero aclarar que no soy periodista de F.M. Aries, sino conductor de un espacio de tango en esa radio y corrector de textos y encargado de cierre del Semanario Cuarto Poder, como también he colaborado en el sitio Salta Libre. En esos medios que he mencionado no trabajo en relación de dependencia.

La autora de la nota sostiene que sólo apunto contra la empresa de Patricio y Sergio Poma. Le respondo que es la empresa donde trabajé casi 5 años y que el juicio que le inicié a F.M. Noticias y D.D.N. demoró casi 3 años.

Si Chávez Díaz se hubiera ocupado de mi caso en diciembre de 2004 me hubiera encontrado desempleado e iniciando un juicio por mi dignidad laboral.

Creo que más allá de la mala intención y el disimulo presentados como “distinta visión” del caso, es necesario hablar del fraude, de la mentira y del doble discurso de empresarios de la prensa que maldicen la pobreza e indigencia y, a la vez, ellos mismos la promueven. Es imperioso abordar esta problemática para que el periodismo sea un trabajo digno y no la “manera más interesante de ser pobre”.

Tengo esperanzas en el periodismo que lucha por la verdad con dignidad y no en aquel que sabiendo y pudiendo denunciar la injusta realidad prefiere ser sordomudo permanente.

Javier Ricardo López

Respuesta de la Redacción

No hay mala intención ni disimulo en la lectura que hago del conflicto entre el señor López y FM Noticias. Creo que para entenderlo hay que ampliar la mirada hacia el contexto en el que medios pobres sobreviven con coraje -como ocurre con la radio de Poma- enfrentando no sólo difíciles situaciones económicas -que sería lo de menos- sino ataques de un poder omnímodo en la provincia y amenazas de muerte lanzadas por bandas de narcotraficantes.

Resulta harto contradictorio que quien denuncia precariedad laboral y proclama alta estima por la “honestidad” empresarial no dude, en este contexto, en trabajar gratis nada menos que para Mario Ernesto Peña!

Hacer un programa de tangos en forma gratuita en una radio aliada del poder corrupto que gobierna la Provincia (otra cosa muy distinta sería que lo hiciera en radio Nacional o FM UNSa) y sumarse al ataque contra una emisora donde hay colegas que se están jugando la vida no me habla -por lo menos a mí- de dignidad sino que por el contrario me huele a traición y a cobardía.

Actitudes así a mí me producen mucho escepticismo y muy poca esperanza.

Romina Chávez Díaz

Nota relacionada:

Planteo ante APES de un periodista de FM Aries y “Cuarto Poder”

https://www.salta21.com/spip.php?article304


Comentario:

Estimada Romina Chávez Díaz: He leído los artículos en los que cree que defiende la prensa independiente y para ello incurre en el argumento ad hominen de atacar a Ricardo Javier Lopez. Srta Romina, si mal no recuerdo Ud. fue mi alumna, pero como verá no ha dejado mucho en mi memoria, en cambio del sr. López tengo un buen recuerdo. Es más, puedo decir que tuve el honor de tener un estudiante como ese. Un muchacho pobre, sufrido, estudioso, humilde con todo su bagaje de conocimientos y que durante años trabajó en forma grauita para FM UNSa como pionero en la tarea de difundir la labor de las cátedras a través de una banda FM. Si Ud. revisa los archivos de FM Uiversidad se enterará de un programa llamado “AL otro lado de la pluma” que tenía la voz de Ricardo Javier López entre otras que hacian al conducción, a pulmón. Si López inició un juicio fue porque lo consideró justo, no porque el deudor no se comulgue con el gobierno lo hace menos deudor, ni tampoco hace al gobierno menos digno. La audición que hace en FM Aries es el resultado de su interés por difundir el tango, una de sus pasiones, lo que no lo convierte en un operador de la propaganda oficialista como Ud. pretende hacerlo parecer. No creo que Ud. sea una mala persona ni que tenga intereses oscuros pero cuando haga una crítica fíjese hacia donde apunta porque hay hombres de la talla de Ricardo Javier López que no se merecen los comentarios que Ud. ha vertido.

Rafael Gutierrez D.N.I. 17 580 244


Estimado profesor:

Sin duda no he dejado mucho en su memoria porque Ud.-cuando yo cursaba Literatura Argentina- solo fue a dar un par de clases. Es todo lo que pude compartir, que entre paréntesis, fue poco.

Sin embargo, me recuerda bastante.

Respeto sus argumentos, pero le advierto que incurre en la falacia ad hominem al pretender descalificarme como lo hace al sugerir que yo fui una alumna porra y López un alumno ejemplar.

Y como un sofista consumado pergeña una suerte de ad hominem inverso: porque López es pobre, esforzado y estudioso entonces tenemos que pensar que todo lo que sostiene es verdadero y limitarnos a aplaudir su punto de vista sin someterlo a un análisis crítico.

Creo, además, que estamos hablando de cosas distintas. Porque usted se refiere a la persona de López, y yo me refiero al trabajo en los medios.

Seguramente es muy loable hacer programas sobre la cultura. No sé si sabrá pero yo estuve casi 4 años en FM UNSa en el programa “El público” y lo hice ad-honorem cuando cursaba el Seminario de Crítica Teatral (2 años) y luego continué para seguir aportando a la cultura.

Con respecto a la pobreza y al sufrimiento, todos lo padecemos. Pero “lo cortés no quita lo valiente”. En ningún momento he dicho que el señor López sea operador del oficialismo, pero no pretendamos que sea tan ingenuo que no se dé cuenta para quién trabaja. Que no sabe quién es Mario Ernesto Peña, y que considera un gesto altruista trabajar gratis movido por el amor al arte ¡nada menos que en FM Aries! (¿?). Porque veamos ¿no es mejor ser un inteligente inútil antes que un idiota útil?

Admiro su apoyo al colega, y como lo he señalado, su problemática merece ser discutida para evitar que la pobreza siga haciendo de las suyas en el periodismo y para proponer más equidad que favorezca el trabajo digno y remunerado. Pero ello nos lleva, inevitablemente, al debate sobre el financiamiento de los medios y a la posibilidad de la existencia misma de un periodismo independiente.

Romina Chávez Díaz


Más allá de la polémica:

Estoy de acuerdo con el profesor Gutiérrez en que en una discusión racional el argumento ad hominem es una falacia. Al atacar a la persona no se refuta su afirmación ni se destruye su argumento.

Pero creo que en el plano de la comparación moral es válido y pertinente. No somos sólo seres pensantes; también tenemos sentimientos y podemos valorar. Cuando decimos “mirá quién habla” o “el muerto se asusta del degollao”, por ejemplo, no pretendemos que lo que la persona está diciendo es falso, sino que le estamos diciendo “no pontifiques desde una supuesta superioridad moral, que no la tienes”.

Con respecto a las discusiones que tenemos habitualmente creo -con Schopenhauer- que muy pocas veces ellas cumplen los requisitos de un diálogo confrontativo racional auténtico. Por lo general tomamos una posición por motivos egoístas, emotivos o ideológicos y luego tratamos de argumentar para defenderla.

En el caso de esta polémica es evidente que en ella se expresan dos fuerzas encontradas y opuestas -una a favor y otra en contra de Poma- con apenas dos denominadores comunes: el interés por la labor periodística y el hecho de que todos los que estamos opinando pasamos por la Facultad de Humanidades de la Unsa.

Creo que queda muy claro que en Salta 21 reinvindicamos a Sergio Poma como persona, como amigo y como periodista. En momentos difíciles para nosotros, cuando Romina era amenazada cobardemente por su cobertura del conflicto docente -con un trabajo de inteligencia inquietante porque llamaban a teléfonos de familiares de ella que ni yo conocía para anunciar ataques físicos a sus hijos si no dejaba de escribir sobre el tema- fue en el equipo de FM Noticias donde encontramos solidaridad y apoyo incondicional, en momentos en que otros “periodistas” no se interesaban por la situación que estábamos viviendo o la aprovechaban para burlarse o atacarnos.

Poma puede tener defectos -quién no los tiene- pero nadie puede decir que es un cobarde o un mediocre. No ha traicionado la confianza de la gente que espera información amplia y opinión libre. No ha cedido ante las amenazas e intimidaciones ni tampoco lo han doblegado con el poder del dinero. Y de este modo da una lección clara y contundente a todos los periodistas de Salta. Lección que incluso aquellos miserables que están dispuestos a difamarlo y a atacarlo deberían tomar en cuenta.

Atentamente,

Miguel Brizuela


La verdadera precariedad laboral de un periodista

“Voy a hablar de la Esperanza”, fue el título del pedido de Derecho a Réplica que solicitó el señor Javier Ricardo López, y que él agradece a Salta 21, que se haya abierto un foro para “tratar la precariedad laboral de los trabajadores de la prensa en Salta”.

La precariedad laboral de los trabajadores de prensa no es algo que se haya descubierto en Salta, sino que forma parte de todos los periodistas que hay en el mundo.

Salvando las distancias con aquellos que van a cubrir guerras, a investigar sobre narcotráfico, o cualquier nota que implique un riesgo para su vida, voy a citar algunos ejemplos de la precariedad laboral a la que se somete un periodista todos los días.

Hace un tiempo atrás me tocó hacer una nota en Santa Victoria Este, en una camioneta maltrecha. Llegué con el atardecer en los talones. Aquí, pasé la noche bajo un árbol porque en el humilde rancho donde me prestaron una cama, no podía seguir aguantando los mosquitos, con el riesgo de que me pique una vinchuca y más aún, fue durante el brote de cólera (1992-1994).

También cubrí las duras movilizaciones del “Perro” Santillán, en Jujuy, donde descubrí que la Policía usó gas vomitivo de un remanente vencido que le perteneció al Ejército de los EE.UU. Ese día, cuando comenzó la represión frente a la legislatura jujeña, quedé en medio de la nube de gas que me dejó de rodillas y no paraba de vomitar junto a otras personas (está publicado en Clarín).

También me enfrenté con un grupo de piqueteros de General Mosconi que se molestó conmigo –y no fui agredido por la gracia de Dios-, porque en mis artículos sobre los cortes de rutas en el lugar, ponía como referente a “Pepino” Fernández, mientras que otros también querían figurar en mis artículos.

También debí soportar la ira de estos mismos piqueteros, cuando publiqué una entrevista a una mujer piquetera que denunció cómo sus líderes distribuían los planes trabajar entre sus más allegados, dejando de lado a desocupados que necesitaban trabajar. Los principales programas políticos de TV, de Buenos Aires, llevaron a esta mujer, y a uno de sus hijos discapacitados para entrevistarla y que cuente su verdad. Al poco tiempo, en Buenos Aires, saltó un caso parecido de cómo los piqueteros distribuían los planes trabajar a su antojo. Desde entonces, los piqueteros no me pueden ver.

Ya que estoy con los cortes de rutas, en Tartagal me tocó intervenir en una situación que parecía no tener solución para mis colegas porteños.

Eran más de las 23. Desde el hotel salí a cenar y, curiosamente, no encontré a ningún colega en el lugar donde habitualmente nos juntábamos. Todos estaban en un sanatorio porque Pedro (un fotógrafo de un medio nacional), estaba grave con el riesgo de que se le produzca una pancreatitis. Por el corte de ruta, Tartagal y General Mosconi, sufrían el desabastecimiento de todo, inclusive de medicamentos, y en el sanatorio no le aseguraban su atención.

La única alternativa de salvar la vida de Pedro, era trasladarlo urgente a Buenos Aires donde sus familiares estaban muy preocupados. La única solución era que el avión sanitario de la provincia de Salta lo lleve, pero ninguno de los colegas se atrevía a pedir esa ayuda porque estaba el temor de que sea negada.

Me acerqué a la cama de Pedro, y al oído le dije si quería que lo lleven urgente a Buenos Aires, en el medio de movilidad que sea. Aceptó. Salí a la vereda del sanatorio, ya en la medianoche, y lo llamé a Fernando Palópolis (Fil), y le expliqué la grave situación de Pedro: “Ya te llamo”, me dijo Fil.

La devolución de llamada no tardó ni cinco minutos: “El gobernador (Romero) ya dio la orden de que el avión sanitario esté a las siete de la mañana en el aeropuerto de Mosconi. Pero voy a pedirte algo –me dijo Fil-, que nadie sepa que el gobernador intervino en forma directa en este trámite”. A Pedro se lo conté cuando ya estaba arriba del avión.
Dos horas después, desde Buenos Aires, la esposa de Pedro me llamó al celular para que le agradezca al gobernador –cosa que se lo transmití a Fil- en nombre de todos los familiares, porque Pedro había llegado a tiempo para ser operado y salvarle su vida.

Con estos antecedentes (que son muchos más), se puede hablar con fundamentos sobre la real precariedad laboral que debe enfrentar un periodista, porque en el campo de acción está la precariedad laboral y no dentro de una redacción, donde se puede dar que, al no estar de acuerdo porque no hay aire acondicionado, no tengo la más completa PC –ahora, antes tenías que escribir en la Olivetti-, o te pagan lo que uno considera inapropiado, y se complica si no se tiene una estabilidad laboral, más vale irse y volver a empezar en otro lado, cosa que muchos colegas que conozco, lo hicieron para siempre tener una puerta abierta.

La experiencia que le tocó vivir al señor Javier Ricardo López, y que lo llevó a entablar una demanda judicial a FM-Noticias, y que ganó, tiene que ver con lo económico, y fuera del ámbito del ejercicio del Periodismo, esto sin ninguna mala intención ni de desmerecer su condición de conductor de un programa radial de tango, y como corrector de pruebas de un semanario (según sus propias palabras).

Para los periodistas que puedan estar leyendo estas líneas, les digo que no vengo como el “maestro ciruela” a pedirles que “arroje la primera piedra” si alguna vez uno de ustedes no pagó el derecho de piso en una redacción, “derecho” que implica aguantar –entre otras cosas-, el percibir un salario poco acorde a su producción, o más aún, que todavía no sea personal efectivo en el medio para el cual trabaja, aunque la frase justa sería “para el cual colabora” porque mientras no exista una relación de dependencia, para mi no es un trabajo.
Pero los periodistas tenemos que ver el lado positivo del planteo del señor López, que desde su condición de locutor y corrector de pruebas, nos muestre una realidad que todos los periodistas no vemos, o no queremos ver. Sería de mucha utilidad para este foro de discusión que comenzó a rodar, que el señor López, aporte datos de otros medios y de personas que como él, afrontaron o afrontan la precariedad laboral que él denunció.

Sin embargo, mientras el Periodismo no sea colegiado en Argentina, para los hombres y mujeres que quieren ejercer esta actividad, tendrán que aprender (aunque hay carreras universitarias o terciarias, pero eso cuesta), se tendrá que seguir pagando ese “derecho de piso” dentro de una redacción, que con el tiempo se convierte en el “aula magna” más preciada de muchos, que como yo, llegaron a ser periodista.

Jesús Rodríguez – periodista

– NdR: Jesús Rodríguez es corresponsal del diario Clarín en Salta.


Por qué el periodista debe tener un buen sueldo

Jesús:

Me sumo al debate en Salta21 (que sigo de cerca y sobre el que ya escribí en opadromo.blogspot.com). Te tengo un gran respeto, porque conozco tu trabajo, las coberturas que hacés en el Norte, los aportes a las emisoras capitalinas. Y es por eso que quiero ahondar en este debate con vos (que trasciende el juicio laboral que Ricardo López ganó a Fm Noticias). Hay algo en lo que discrepo profundamente. En tu nota, decís que “la experiencia que le tocó vivir al señor Javier Ricardo López, y que lo llevó a entablar una demanda judicial a FM-Noticias, y que ganó, tiene que ver con lo económico…”.

Dejemos ahora este caso concreto. El problema es que “lo económico” va en detrimento del trabajo del periodista. Un periodista que no tiene plata para ponerle pilas a un grabador, para hacer las llamadas telefónicas que considera necesarias o para tomarse un colectivo y lograr una cobertura de “x” evento en otro punto de la provincia, no puede hacer bien su trabajo.

Como verás, Jesús, no sólo tiene que ver con lo económico. Es verdad que el trabajo del periodista es, por los lugares y las noticias que le toca cubrir, precario en sí mismo. Tus ejemplos son claros. Sin embargo, creo que para algunos esa precariedad es aún mayor, cuando no tienen cobertura médica o el dinero para comprar medicamentos.

En el blog, un lector anónimo dejó este mensaje, con el que estoy de acuerdo: “La buena remuneración de los periodistas es necesaria y es urgente: para que se puedan desarrollar investigaciones a largo plazo, para excavar en las estructuras de poder”, afirma y añade que el amateurismo termina siempre con notas superficiales, con meros comentarios de programas de TV; hacen notas anodinas, totalmente funcionales al poder de turno.

Muchos buenos periodistas hoy tienen que buscarse otros trabajos (que nada tienen que ver con los medios de comunicación) para poder llevar el pan a sus hogares. Y en ese tiempo libre tratan de informarse y escriben o hacen programas de radio. Hacen lo que pueden y cada tanto le dan un buen cross a la mandíbula al poder. Pero lo ideal es que puedan trabajar como periodistas a tiempo completo, de una manera profesional. Serían mucho más nocivos para el poder. Los mejores salarios son precisos para conseguir un periodismo independiente y profesional. Espero tu respuesta.

Un abrazo, Daniel Medina

PS: En otro punto de tu nota marcás la diferencia entre el periodista que está en la calle y el de redacción. Creo que ese punto es mucho más complejo y en otra ocasión, con gusto, podríamos profundizar esa idea, que me ha parecido importante y es el puntapié inicial de otro debate.

NdR: Daniel Medina trabajó como redactor de la Agencia DDN-Fm Noticias y fue columnista de la revista Política y Cultura. También ejerció el periodismo en el programa “Ver o no ver” (FM Unsa.), en el semanario Cuarto Poder y en el sitio Saltalibre, entre otros medios de la ciudad de Salta.


Por la Protección Intelectual del Periodista

Daniel:

Antes que nada, muchas gracias por tus conceptos hacia mi tarea periodística, y me alegro de que te hayas sumado al debate, del cual espero, surjan planteos positivos que puedan plasmarse en un borrador para comenzar a buscar la forma de crear la Protección Intelectual del Periodista, a cargo del Estado Nacional, que vaya más allá de las leyes que asisten a los trabajadores aquí en la Argentina. Será, sin dudas, una tarea difícil, pero no imposible. Eso sí, se debería buscar la forma de tratar este tema fuera del ámbito laboral y gremial porque para estos dos últimos están las leyes laborales vigentes.

Que se entienda que la Protección Intelectual del Periodista, por parte del Estado Nacional debe contemplar los daños que la actividad provoque en la salud del periodista. Un periodista está expuesto diariamente a riesgos extremos como a ser secuestrado, asesinado, golpeado para callarlo, al estrés de la Redacción, y a sufrir un accidente en cumplimiento de la cobertura periodística. “No nos olvidemos de Cabezas”.

Que la Protección Intelectual del Periodista, por parte del Estado Nacional, otorgue un subsidio mensual de por vida equivalente al 100% de su último salario de bolsillo cobrado por el periodista que haya sufrido durante el cumplimiento de sus funciones, una enfermedad coronaria, cerebral o sufra una discapacidad física que le impida continuar con sus tareas, y sin que esto implique que el Estado o las AFJP se desentiendan del pago de la Jubilación ordinaria.

Hay datos donde constan que muchos periodistas murieron antes de llegar a jubilarse. Además, a partir de los 50, hay quienes sufrieron infartos con lesiones severas, y otros con ACV (accidente cerebro vascular), por lo que no pueden seguir trabajando. Pero conozco casos donde el periodista, cuando medianamente ve que se recupera, vuelve a trabajar, ya con un alto riesgo de morir.

Vas a ver Daniel, que el tiempo me va a dar la razón, porque cuando la actividad periodística sea colegiada, y el periodista pase a ser un profesional (como lo es un médico, un contador, un veterinario y tantas otras profesiones que hay), el Estado va a ser quien imponga un Código de Ética, y es ahí donde tenemos que solicitar la Protección Intelectual del Periodista.

Daniel, me dejé llevar por mis neuronas, y me fui del tema que nos convocó a esta charla virtual. Cuando encasillé en lo económico en el planteo judicial de López, lo hice porque él puso el acento que su situación laboral estaba en negro (lo dijo con otras palabras) en FM-Noticias.

En ningún momento leí, salvo que esté planteado en el expediente judicial, que López haya enfatizado en su demanda contra la FM, que la emisora no le reintegraba los gastos ocasionados para cubrir las notas solicitadas por los editores de la emisora, como también de aquellas notas que por su propia iniciativa las cubría y, que al ser emitidas al aire por la emisora, ese material pasaba a ser de exclusividad de la radio, por lo que los gastos provocados para su cobertura, no les fueron reintegrados al periodista (incluido la compra de pilas para el grabador).

Ahora bien, a los jefes no les interesa saber cómo y en qué llegó ese periodista a horario a la Redacción. Tampoco le interesa que ese periodista se retire en el horario establecido, como tampoco les interesa si tenés o no dinero para pagarte el pasaje de colectivo para volver a tu casa ¿o sí? Pero los periodistas responsables, nunca se van a retirar de la Redacción, mientras no hayan redactado a conciencia y responsabilidad, el artículo encomendado por el editor. Y si tiene que volver caminando, no le queda otra.

Daniel, en otra oportunidad vamos a charlar sobre la diferencia que hay de un periodista de escritorio con aquel que sale a la calle. Te adelanto algo como para mostrarte una de las tantas cosas que distinguen a estos dos tipos de periodistas: “el que sale a la calle, vuelve con la nota exclusiva”.

Te cuento una anécdota: hace tres años, la Embajada Británica, en Buenos Aires, invitó a 100 periodistas argentinos a participar de una jornada de Capacitación Periodística con Pablo Mendelevich como coordinador del evento quien a su vez estaba como representante de la Universidad de Palermo, entidad que hizo la selección de los participantes a pedido de la Embajada, que corrió con todos los gastos pagos durante cuatro días (martes a viernes).

El jueves, los organizadores recibieron a los 100 periodistas con una cena en la Embajada Británica. Los cien periodistas pasamos por el mismo detector de metales (los que tienen los aeropuertos), y a su costado derecho, había una moto impresionante que los cien periodistas vimos ahí estacionada. De los 100, uno se atrevió a preguntar por qué estaba ahí la moto (ese era yo). El agregado de la Embajada (no recuerdo su apellido), me dijo que “era la moto del Embajador, Robert. A la hora de los postres, volví a insistir y averigüé más datos: “con esa moto, el último verano, el embajador viajó desde Mendoza hasta La Quiaca, por la ruta nacional 40”, me lo cuenta el agregado de la embajada.

Volví a Salta en el vuelo del sábado por la noche. De inmediato le escribí un e-mail al editor de la Revista Viva, José Alemán, y le comento el tema que había encontrado en Buenos Aires. Me lo pide, y le aclaro que yo estaba en Salta, y que no lo había conversado con el embajador, sino con su agregado. Le pedí a José que mande un periodista (la designa a Alba Piotto), y que le iba a hacer el contacto. La nota fue tapa: “El embajador motoquero”, y ocupó cinco páginas en Viva.

Moraleja: “un par de ojos que tiene calle, ven más que 99 pares de editores” (la moraleja se me acaba de ocurrir).

Daniel, nos veremos en algún momento.

Un abrazo,

Jesús Rodríguez

Corresponsal de Clarín en Salta

Punto final


1 COMENTARIO

  1. Derecho a réplica: “Voy a hablar de la Esperanza”
    Estimada Romina Chávez Díaz
    He leído los artículos en los que cree que defiende la prensa independiente y para ello incurre en el argumento ad hominen de atacar a Ricardo Javier Lopez.
    Srta Romina, si mal no recuerdo Ud. fue mi alumna, pero como verá no ha dejado mucho en mi memoria, en cambio del sr. López tengo un buen recuerdo. Es más, puedo decir que tuve el honor de tener un estudiante como ese. Un muchacho pobre, sufrido, estudioso, humilde con todo su bagaje de conocimientos y que durante años trabajó en forma grauita para FM UNSa como pionero en la tarea de difundir la labor de las cátedras a través de una banda FM. Si Ud. revisa los archivos de FM Uiversidad se enterará de un programa llamado “AL otro lado de la pluma” que tenía la voz de Ricardo Javier López entre otras que hacian al conducción, a pulmón.
    Si López inició un juicio fue porque lo consideró justo, no porque el deudor no se comulgue con el gobierno lo hace menos deudor, ni tampoco hace al gobierno menos digno.
    La audición que hace en FM Aries es el resultado de su interés por difundir el tango, una de sus pasiones, lo que no lo convierte en un operador de la propaganda oficialista como Ud. pretende hacerlo parecer.
    No creo que Ud. sea una mala persona ni que tenga intereses oscuros pero cuando haga una crítica fíjese hacia donde apunta porque hay hombres de la talla de Ricardo Javier López que no se merecen los comentarios que Ud. ha vertido.

    Rafael Gutierrez
    D.N.I. 17 580 244

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