“Hace frío, somos pocos, pero el corazón es un cosmos”, dijo anoche el notable bajista porteño Javier Malosetti, que tocó junto a Oscar Giunta en batería y percusión y Hernán Jacinto en teclados. La fiesta musical duró más de dos horas -hasta la 0,15- en la Casa de la Cultura. Humor, talento y energía creadora fluctuaron en una noche plena de jazz y algo de rock. El cosmos Malosetti estalló y se expandió otra vez en Salta.
¿Hace frío?. Mucho. ¿Somos pocos? No tanto, quizá 150 o 200. Las entradas a 35 y 25 no son caras para un recital del nivel Malosetti pero tal vez sí un tanto pesadas para bolsillos flacos a fin de mes…
Javier Malosetti se siente en Salta como en el living de su casa. Se suelta, cuenta anécdotas, hace bromas. Y por supuesto toca. Y ahí confirma todas las virtudes que los especialistas señalan en su arte. Sólidamente apoyado en la fuerza y versatilidad de la percusión de Oscar Giunta (“el sex simbol” del grupo) y la amplia y a la vez ajustada navegación de Hernán Jacinto (desgarbado y dócil) en los teclados.
Todo bien. Demasiado bien. El cosmos Malosetti recaliente la fría noche con sus fulguraciones. Va de sus temas de Onyx a la banda de ángeles que vienen a llevarse a los negros que inventaron la música popular más increíble del siglo XX en las plantaciones del sur de los Estados Unidos para que ya dejen de sufir…
Mucho de jazz, algo de rock. Los temas de “Niño”, claro, además de un símil de vuelo intergaláctico hacia las estrellas del género en clave de sinfonía Miles, con un bajo vibrante bajo las luces de colores, llevado por los teclados de Jacinto y los rítmicos golpes vitales de Giunta. Un regalo, además, en la voz de una manager con garganta profunda en la emoción exacta para el jazz (un paso más acá del tango).
Y al final, ya zarpado, contento por tocar en la tierra de su “hermano del alma” Chinato Torres, a quien no sabe qué agradecerle en esta oportunidad y le parece que es bueno agradecerle simplemente por ser amigo, Javier arroja al aire su bajo. El instrumento alemán de 10 mil pesos vuela y él no acierta a barajarlo y cae al piso del escenario. Afortunadamente sobrevive y cobra vida de nuevo en las manos mágicas de Javier Malosetti para los temas finales, la interminable yapa. El que se quedó con ganas de más y puede y quiere, que lo escuche de nuevo esta noche de jueves 31 de mayo a las 21 en el teatro Alberdi de San Miguel de Tucumán.
En fin. Malosetti pasó otra vez por Salta con su bajo y su canto (pone también la voz en varios temas) y confirmó su romance con esta ciudad a la que ha venido a tocar muchas veces y donde tiene músicos amigos y un público que siempre lo espera.
¿Quien es este chico?
A la música la lleva en la sangre. Tras el look de eterno adolescente está el hijo de un exquisito músico de jazz, Walter Malosetti. Una de esas biografías urgentes que siempre están a mano en los sitios especializados en la red dice que Javier Malosetti fue miembro estable del grupo de Luis Alberto Spinetta, con quien grabó los discos “Don Lucero”, “Exactas” y “Pelusón of Milk”, y tocó con Dino Saluzzi, Lito Vitale, Jaime Ross y Baby López Furst, entre muchos otros.
En 1993 grabó su primer disco solista, excelentemente criticado y hasta calificado como “revelación” en varios medios. Luego de muchas giras acompañando a distintos artistas, en el 2001 editó su segundo trabajo en solitario, “Spaguetti Boogie”, para el cual el encasillamiento no es precisamente una buena opción: «Con este disco me gustaría zafar de las bateas del jazz. No sé si es fácil, porque algunos me siguen viendo como un músico de jazz que histeriquea con el rock, pero eso es injusto. Soy un músico de ningún estilo. Y no coqueteo: yo me curto todos los estilos».
En el 2003 volvió al formato de trío para la gira de su disco “Malosetti vivo”, al tiempo que continuó tocando con Spinetta. Al año siguiente dejó la banda de Spinetta para dedicarse full time a “Onyx”, su nuevo trabajo.
Sobre “Niño” el disco que presentó anoche en Salta -galardonado con el premio Carlos Gardel al mejor álbum de jazz- escribió el diario La Nación:
“Basado en el trabajo del trío, el bajista, guitarrista y cantante Javier Malosetti logró con su sexto disco darle a su música una dirección contundente, en la cual abundan los arreglos sofisticados, las improvisaciones, pero también una sencillez melódica que genera una renovada frescura en su propuesta. Los temas adoptaron un esquema de canción que favorece mucho el mensaje general del disco. Con un ascendente Hernán Jacinto en piano y teclados y Oscar Giunta en los tambores, Malosetti cuenta en este disco con la participación de músicos como Rubén Rada y Deborah Dixon, entre otros, que acercan la propuesta aún más a la música negra, concepto que predomina en el repertorio del bajista”.
Malosetti insistía a lo largo del concierto -en clave de broma- que compremos el disco que estarían ofreciendo a la salida a mejor precio que en las disquerías. Tiene razón. Vale la pena. El último movimiento del cosmos Malosetti trae potentes fulguraciones de jazz y de rock. Y pudo vencer con sus destellos el frío de una cruda noche salteña.
Fuente: http://www.rock.com.ar
Página oficial: http://www.malosetti.com.ar
