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sábado, mayo 4, 2024

Guardar medicamentos es peligroso para la salud

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Guardar medicamentos en forma incorrecta puede resultar peligroso para la salud. Y desecharlos en forma indebida, arrastra inconvenientes en el medio ambiente. Por eso, la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF) elaboró una serie de consejos y recomendaciones para un correcto tratamiento de los fármacos que quedan en los hogares.

“Hay diversos estudios científicos que aseguran que el almacenamiento de medicamentos sobrantes induce a la automedicación, que sin prescripción médica puede provocar daños en la salud”, advirtió el presidente de la FACAF, Miguel Angel Lombardo. Además, aclaró que “el fácil acceso a pastillas y jarabes resulta un peligro para niños y mascotas”.

Pero además, los estudios indican que descartar medicamentos en los residuos domiciliarios o tirarlos al inodoro resulta una maniobra directa para la contaminación de corrientes de agua, e incluso, para en el agua potable tratada para el consumo. De acuerdo con relevamientos científicos recientes se calcula que, en promedio, en las aguas residuales se encuentran restos de más de 20 fármacos distintos, que varían según el país y los hábitos de consumo.

Por eso, una de las entidades que integran la FACAF, el Centro de Propietarios de Farmacias de Villa Mercedes (CENPROFAR), suscribió un convenio para la disposición final de los fármacos domiciliarios en desuso. “Un medicamento vencido más que un remedio es un residuo”. Con esta premisa, la municipalidad de Villa Mercedes y el Centro de Propietarios de Farmacias de esa ciudad iniciaron la campaña ‘Remeven’ (Recolección de Medicamentos Vencidos), que invita a los ciudadanos a depositar sus medicinas domiciliarios vencidas en contenedores dispuestos en las farmacias de la ciudad.

Según informó Fabián Bautista, presidente del Centro de Propietario de Farmacias de Villa Mercedes, habrá contenedores en 62 de las 70 farmacias habilitadas de la ciudad. Allí los vecinos podrán dejar sus medicinas domiciliarias en cualquiera de sus formatos: gel, crema, píldoras, jarabes y ampollas, entre otros.

Las instituciones intervinientes firmaron hace dos meses los convenios de cooperación. En ese documento, el Municipio se hace responsable de la disposición final de los remedios recolectados. Según anticiparon, serán manejados con el mismo cuidado que reciben los insumos de origen hospitalario y sanitarios en general.

QUé HACER CON EL REMEDIO QUE NO USAMOS EN CASA

Es una escena casi cotidiana que luego de tomar medicamentos prescriptos por especialistas en un tratamiento médico, los envases con sobrantes van a parar a las alacenas domiciliarias o, en muchos casos, a la basura. En ambos casos, el incorrecto manejo de alguna de esas elecciones puede determinar consecuencias graves para la salud y el medio ambiente.

El presidente de FACAF recordó que guardar sobrantes de medicamentos en nuestra casa, “nos predispone a volver a consumir el fármaco sin la prescripción médica correspondiente, es decir, nos lleva a la automedicación”. En ese sentido, el profesional aseguró que la gastritis y las hemorragias digestivas, además de otros efectos adversos, son los riesgos más habituales.

Otro caso que menciona el escrito elaborado por FACAF es el de los ansiolíticos, los cuales pueden llevar a que la persona que los dejó de tomar, se los recomiende a un conocido, pudiendo provocarle serios problemas de salud, por su poder depresor del sistema nervioso central.

“Guardar medicamentos que ya no usamos, también genera potencial riesgo para los niños y mascotas, los cuales pueden encontrar la medicación y tomarla accidentalmente”, advirtió Lombardo.

Los jarabes que son reutilizados luego de dos semanas, meses o años después de abrirlos por primera vez, pueden ocasionar intoxicaciones, diarreas y enfermedades en la piel como la urticaria.

El tratamiento y disposición final de los fármacos también requiere de un cuidado especial. Ocurre que según las investigaciones coincidentes de varias universidades e institutos, entre los fármacos de uso humano que mayoritariamente se pueden encontrar en el medio ambiente se encuentran los siguientes: aminofilina, atenolol, beclometasona, clorfenamina, clotrimazol, cocaína, codeína, diclofenaco, furosemida, paracetamol, sulfametoxazol, tamoxifeno, teofilina y trimetoprim.

A lo largo de los últimos años se han identificado numerosos residuos de medicinas y de sus metabolitos, tanto en aguas residuales como en ríos y otras corrientes superficiales e, incluso, en aguas potables tratadas.

Es frecuente en los hogares la eliminación inadecuada de los caducados o de restos en las cajas y envases. A menudo, se tiran a la basura o al inodoro, por lo que pueden acceder al aire, al suelo y a las aguas superficiales y subterráneas.

A partir de este diagnóstico, la FACAF elaboró un listado de recomendaciones para tener en cuenta en los hogares. Si se presenta una señal de alerta o cambio en el medicamento, no debe ser usado. Así mismo, si hay señales de manipulación o pérdidas de los sellos de los envases, evite usarlos.

• Los medicamentos en mal estado deben eliminarse prontamente.

• Cuando un medicamento esta vencido o malogrado hay que destruirlo, incluyendo sus envases.

• La cocina y el baño no son los lugares apropiados para ubicar el botiquín familiar.

• No guarde productos de higiene o belleza personal en el botiquín, pues se pueden confundir.

• No es conveniente tener medicamentos en los bolsillos, bolsos o carteras de mano.

• Asegurarse que los envases de los medicamentos se encuentren sellados al momento de la compra y cerrados adecuadamente durante su almacenamiento en casa. No cambie los medicamentos de sus envases originales.

• Evite la congelación o refrigeración de los medicamentos, salvo indicación expresa en los envases.

• Los medicamentos líquidos (jarabes) deben ser eliminados una vez terminado el tratamiento, no deben almacenarse para usos posteriores ni reutilizar el envase.

• No consuma bebidas alcohólicas cuando este tomando medicamentos, hasta que haya consultado con su médico o químico-farmacéutico al respecto.

• Evitar ingerir medicamentos delante de los niños. Ellos imitan en sus juegos las actitudes de los mayores.

• Evitar decir a los niños que los medicamentos son caramelos u otras golosinas.

• Asegurarse de leer correctamente el nombre y la cantidad del medicamento que está administrando, especialmente si es de noche (encienda las luces). Muchos envases y medicamentos tienen formas y colores parecidos, los accidentes de administración de un medicamento son frecuentes.

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