En incontables ocasiones, Jorge Luis Borges confesó que aspiraba a un rápido olvido. Los argentinos, sin embargo, se empeñan en no respetar ese deseo. Tal es así que en estos momentos es precisamente Borges el eje de un ácido debate sobre la políticas culturales en el país. El disparador fue el retiro de una frase del escritor que se exhibía en una de las paredes del Centro Cultural Kirchner (CCK), sitio que por sus actividades se ha convertido en una referencia para la vida intelectual de la Ciudad de Buenos Aires.
El edificio, ubicado donde hasta hace pocos años se emplazaba el Correo Central, contaba en uno de sus lados con un letrero luminoso donde brillaban palabras de Borges: «Nadie es la Patria, pero todos lo somos». El mensaje fue quitado recientemente y eso causó una agria reacción en las redes, especialmente entre personalidades que simpatizan con JxC.
Las autoridades se atajaron diciendo que no hubo intencionalidad política, sino que se procuró no incorporar elementos invasivos a una fachada histórica. Desde el CCK resaltaron asimismo que en septiembre se realizaron allí las Jornadas Borges 2020, conmemorando 121 años de su nacimiento.
El homenaje a Borges en el CCK. Desde hace 5 años recordaba "Nadie es la patria. Pero todos lo somos" .
— Hernán Lombardi (@herlombardi) December 23, 2020
Una alerta elocuente y sabia a los personalismos .
Lo retiraron está semana. pic.twitter.com/BQhbdrcv3q
Ironías
Cabe destacar que el CCK, ya desde su nombre, generó defensas -pero también lágrimas y reproches– en el campo de la cultura. Ahora una frase del más ilustre escritor de la Argentina reflota los antagonismos y los cruces. Como cuando en 2016 el Gobierno de la Ciudad quiso homenajear al autor de El Aleph apelando a palabras que nunca había escrito:
O cuando el rey de España lo intentó evocar y lo rebautizó «José Luis»:
Una vez más la puja entró en agenda, como una repetición infinita. En caso de que se decida volver a ubicar alguna frase en la fachada del CCK, la disputa renacerá poco después, a propósito de otro asunto cualquiera.
A Borges le habrían divertido esos malentendidos que parecen voluntarios.