Milagreando por la Historia
por Juan O.Wayar
El día que no hubo Procesión del Milagro
Hay historias del milagro que ciertamente nos llegan a tocar por su cercanía en el tiempo, por ejemplo un hecho curioso de cuando la procesión debió ser suspendida. Esto en si mismo fue hecho histórico muy pocas veces visto. Sucedió allá por la década del 80, cuando se debió suspender por las inclemencias del tiempo la más famosa prueba de fe de los salteños, la venerada procesión del Señor y Virgen del Milagro.
Más precisamente fue el 15 de Septiembre de 1987 cuando en horas del mediodía e iniciada la tarde se precipito sobre la capital salteña una gran tormenta, justo antes de los actos religiosos. Ese día el anegamiento de las calle y la profusa caída de agua, hizo que las antiguas imágenes no salieran de la Catedral Salteña, para mas exactitud puedo decir que la inundación fue mucha en la intercesión de la antigua avenida Virrey Toledo y el Paseo Güemes , el torrente fue lo suficientemente grande para se decidiera no llevar hasta allí las veneradas figuras del Milagro y realizar por segunda vez en la historia un hecho pocas veces visto, cancelar la procesión.
La primera vez que eso había sucedió fue en los cultos de 1844 cuando por no haberse terminado los trabajos de remoción de la antigua cruz del Cristo por una nueva se tuvo que esperar varios días para que comenzaran las honras, las cuales dieron inicio recién el día 8 de octubre hasta finalizar el 16 de ese mes.
Lo que muy poco sabían es que la cruz se pudo hacer, pero al querer colocarla y adosarla a los brazos del Cristo del Milagro no coincidan con los agujeros de los clavos por lo que se decido cortar uno de los brazos de la imagen sagrada para achicarlo y que quedase bien, ya que no se tenía tiempo para conseguir otra cruz.
Así que fue modificada la efigie de Jesús pero no se dijo nada a la población que recién supo de estos arreglos muchas décadas después, cuando ya habían fallecido todos los que intervinieron.
Volviendo a la malograda procesión de 1987 se puede decir que muchos files esperaron pacientemente a las afueras de la catedral bajo paraguas y los arboles de la plaza, hasta que a horas 15 los legos episcopales dieron un comunicado no sin antes haber consultado a las autoridades sanitaria, policiales y con el compromiso del gobierno provincial de que se daría un día más de asueto para que los trabajadores y peregrinos pudieran realizar el pacto de fidelidad al día siguiente. El panorama que se presentaba esa tarde no daba esperanzas que el anegamiento del lugar donde se debía realizar el pacto estuviera prontamente seco y se temía que el agua de lluvia afectar a las antiguas imágenes, es por ello que se tomó esa decisión para preservar la salud de los promesantes.
Luego de pasada la lluvia torrencial a horas 17 el Monseñor Julio Blanchoud realizó una misa a cuyo término sacó la imagen del Señor del Milagro al atrio de la Catedral como modo de bendición al pueblo que esperaba, luego de eso, la cruz primitiva. Encabezó una pequeña marcha que rodeó la Plaza 9 de Julio, como un símbolo de la fe de los salteños.
Fue así que los cultos de Milagro de ese año pasaron al día siguiente convirtiéndose esto en un suceso histórico para la provincia. La procesión se llevó a cabo el día 16 de septiembre, tal cual se estipulaba se rezaron en la mañana las misas habituales y en horas de la tarde a las 16:00 salió la Cruz Primitiva y la Virgen de las Lágrimas, luego a las 16:30 Nuestra Señora del Milagro y a las 17:00 el Santo Cristo, culminado así la jornada en un ya seco paseo Güemes donde se celebró el Pacto de Fidelidad.
En la foto inédita que les muestro podemos ver a los files salteños bajo la lluvia esperando la salida de las imágenes del Milagro el día 15, lo cual no sucedido debiendo esperar una nueva jornada para rendir su devoción.
– El TEXTO y la IMAGEN son parte de una investigación propia de Juan Oscar Wayar.