Aristóteles no lo hubiese podido imaginar. Ni siquiera los críticos del siglo XX. Mucho menos los contemporáneos del XXI. Nadie. Jamás pensé que podía ver teatro en vivo desde mi celular. ¿Hablaremos de un telón virtual? La nueva cuarta pared es la pantalla. Lo cierto es que el teatro menos pensado ha resurgido tras la pandemia. El artificio sigue intacto y el intimismo, también. ¡The teather lives! ¿Lo habrá soñado Federico?
Anoche se estrenó por la plataforma Zoom la obra “5 pesos“, una versión libre de “El público”, de Federico García Lorca, que reúne artistas de Salta, con el Grupo La Otra Vuelta, integrado por Diego López y Álvaro Sanmillan Roberts; de Tucumán, con el Grupo Manojo de Calles, conformado por Verónica Pérez, Luna, Sandra Pérez Luna y Jorge Pedraza; y de Jujuy, con el grupo El Colectivo Teatro, del que forman parte Iván Santos Vega y Fabiola Vilte.
Absolutamente desafiante. Del absurdismo lorqueano al rupturismo trasvasado por las nuevas tecnologías de la información, estética zoomneana de corte inteligente.
Absolutamente fascinante, metateatral como su original, versionada al estilo panópticom.
Absolutamente poética y filosófica, de una póiesis implacable y erótica; foucaulteana por los iconos y metáforas y el tenor puesto en el ojo que todo lo ve: “mariposa ciega que aletea” (busca el auge, el futuro, la transformación), “puñales de hierro que van clavando mis ojos” (se refiere al obstáculo de hacer teatro como alusión a la tragedia cultural, especie de paralelismo con “Edipo Rey”), “ojos de tiburón/ojos de mosca” (lo acechante, lo peligroso, lo mortuorio…el teatro en peligro).
Absolutamente intensa y visceral en la que los cuerpos hablan, aman, se erotizan, eyaculan arte, esparcen sangre; sufrientes, dolientes, amantes del teatro. Teatro que resiste a morir y sangra… Se alitera “carmín… carmín…” y sabe a cenizas… pero resurge en dos caminos: destruirlo o vivir en él. Si no lo ves, muere: “si no me miras pronto voy a desaparecer”.
Teatro que nace “en las humedades confinadas”, en alusión a esa resistencia a desaparecer y en un claro manifiesto del resurgimiento en plena pandemia, en el aislamiento obligatorio.
Absolutamente esperanzador: “el teatro del mundo encontrará a todos nuestros muertos…”
Helena recita una “Oda al teatro” como un manifiesto de resistencia.
Absolutamente vital: marca el aquí y ahora de la existencia.
¿Cuarta pared?Absolutamente rota, tras la puerta que se abre e ingresa alguien del público en tiempo real y de manera simultánea. La ficción se entremezcla con la realidad y al pedido de aplausos, alguien grita “bravo”. El público es real y es personaje, co-existe en ambos planos.
Absolutamente novedosa porque impone otras reglas y exige nuevas formas de mirar y de construir el sentido de la obra, exige una nueva posición crítica frente al arte; exige repensar el teatro y sus posibilidades.
“5 pesos” también alude a una política cultural que pone 5 pesos para el teatro, metáfora de la nada misma… Pero ni la deficiente política cultural logra extinguirlo. Resiste al abandono.
¿Qué es teatro…? Te preguntás.
Me arreglé para asistir a la función. Salí de mi cuarto y me senté en mi banqueta. A mi lado, mi gata esparcía la tranquilidad de ser parte de la obra, gata periodista. Dio su conformidad con un pestañeo irrepetible.
La acaricio porque en silencio, advertía que sus ojos estaban en la pantalla. La fotografía aludía a una mirada felina que se completaba desde la ficción a mi realidad, y viceversa.
Lo técnico propone texturas, sabores, sonidos, olores y experiencias sensoriales visuales que componen, junto a lo escenográfico, una ambientación de marcado surrealismo, digno de los cuadros de Dalí.
Una experiencia alucinante que propone una revelación: el teatro jamás morirá. Y todo por “5 pesos”…
- – Fotos Salta 21
