Las últimas noticias sobre la nueva pasante del equipo de Obama, subrayan a Campoverdi, nacida en la Ciudad de Santa Mónica-California- como el fantasma de Mónica Lewinsky. En el siglo XXI, la belleza es peligrosa en la política y la sensualidad es amenazante. ¿Los hombres están acostumbradas a las feas, y por ello menos “peligrosas”?
Una mujer salteña contó en una rueda de amigos que se había presentado en una empresa en la que necesitaban “ingenieros”. Como era hermosa y sexy, pensaron que distraería a los obreros y no le dieron el empleo. Sus títulos y su brillante currículum fueron rechazados. Al puesto lo obtuvo un hombre.
Alejandra Campoverdi, aparentemente, sería la novia de Jon Favreau, el politólogo y poeta que escribió los discursos de Barack Obama. Los norteamericanos se hacen la cabeza pensando que esta muchacha morena puede “distraer” al flamante presidente y repetir la historia de Bill Clinton, en su affaire con Lewinsky.
Este pensamiento no es para nada ingenuo pues predica una moral que es bastante falsa en EE.UU. ¿Será este el punto débil de la política de un país poderoso? Porque después de someter a países latinos, explotarlos y vender armas- entre otras cosas- tiemblan con las ropas íntimas de una muchacha. Increíble.
Ali –según su diminutivo- es Licenciada en Gobierno por la Universidad de Harvard, se desempeñó como vocera y organizadora de eventos -como el de Denver donde se oficializó la candidatura del actual presidente- durante la campaña de Obama.
La nueva becaria de la Casa Blanca, participó en dos reality shows: El
aprendiz (finalista) y Por amor o dinero; protagonizó a una vampiresa en Constantine junto a Keanu Reeves y actuó en El aviador; posó en ropa interior para la revista Maxim, oportunidad en la que declaró: “Estoy buscando a un hombre apasionado por alguna cosa. No me importa si es apasionado por el trabajo, algún pasatiempo o los zapatos”.
Esta declaración hace pensar que ella pondría sus ojos en el apasionado Obama como lo hizo con su apasionado politólogo, quien trabaja 16 horas por día.
Después de enterarme de todo esto, pensé en dos cosas. Podríamos reunir a todas las menos agraciadas de la política salteña para que firmen una carta advirtiendo a Obama para que se prevenga de caer en “trampas lujuriosas”, por un lado. Por el otro, podríamos hacer un casting de mujeres lindas y enviarlas a la Casa Blanca a buscar empleo, por supuesto que deben acreditar títulos.
Ahora bien, ¿y si formamos las Golden girls? ¿Acaso no tuvimos a los Golden boy’s? Todos están en altos puestos políticos. ¿O no?
¿Dónde quedó el fantasma de los Golden boy´s? ¡Qué Campoverdi ni Obama!
