Rosana es pura dinamita. Uno tiene una imagen de la cantante hasta que la ve: quizás por el tono melódico de sus canciones más bonitas, nos representamos a alguien que nunca será esa mujer que está en el escenario frente a vos. Con el pelo mojado con una botella de agua y una toalla al cuello, saluda al cierre junto a sus músicos. Antes, enérgica.
Arrancó a las 21:57 el pasado jueves 18 de noviembre con “Mañana” y siguió con el tema “A las buenas y a las malas”, nombre del disco que presenta en su gira.
Y se presentó simpáticamente diciendo “que me reciban con cariño es un honor pues es la primera vez que venimos”. Se le ocurrió hacer una broma a la gente que llegaba tarde al recital. “Vamos a gastar una broma”, dijo en complicidad con el público, cantó un tema y cerró con la frase “Buenas noches y hasta siempre” a lo que todos nos pusimos a gritar “otra otra”. Así contó anécdotas sobre qué le pasó a una pareja que había llegado tarde a su espectáculo y lanzó humoradas con la reacción tranquila de los presentes.
El 5º y esperado tema fue “No puedo estar sin ti”, con el que muchos habrán pasado algún amor. Sonó después el tema “Aquel corazón” e hizo corear a todo el público una canción. Siguió con “Tú eres mi suerte” e invitó al público a cantar haciéndolos ensayar y todo. Después de los acordes de “Te debo este sueño”, contó un chiste mientras le preparaban la guitarra. Así cantaba “Si pongo corazón” y “Para nada”, y con el tema “Cambiar el mundo” se despedía a las 23: 11.
Comienza el show
Otra onda, más efusión, más energía, más canciones, más resonancia, más intervención con el público. Sin dudas, lo mejor de Rosana vino en esta especie de segunda parte. Quizás lo percibí así porque luego de su despedida tocó 45 minutos más, entonces sentí como que todo eso fue un plus, que en cualquier momento se iba – cosa que encanta pero que suena a va de “yapa”.
Las letras, el tono de su voz, la alegría contagiosa, la adrenalina y la emoción, hicieron olvidar el intenso calor que se vivía en el lugar y por supuesto, ya no queríamos que Rosana nos abandone.
Cantó “Llegaremos a tiempo”, “Quiéreme”, “Magia”, “Tormenta de arena”, “Demasiado”, “Contigo”, “El talismán”, “Pa ti no estoy”, “Con viento a favor”. Con este último terminó despidiéndose luego que el público gritara “una más y no jodemos más”.
La letra de “El talismán” fue desparramada por todo el Delmi ya que se bajó del escenario y se entremezcló con el público. A las 23:54 finalizó el show mientras decía con sonrisas “amenazamos con volver…”
El público feliz, satisfecho. Rosana, estuvo más que bien.
– Fotos tomadas durante el recital.
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