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viernes, abril 26, 2024

Nito Mestre y la Sinfónica de Salta

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Al mejor estilo Boston Pops en el sentido de reunir expresiones populares con acompañamiento sinfónico, llegó a nuestra ciudad uno de los próceres del rock en nuestro país como es Nito Mestre acompañado de su excelente banda.

Salta, viernes 2 de diciembre de 2011. Teatro Provincial. Nito Mestre (Voz principal y guitarra acústica). Ernesto Salgueiro (Guitarra acústica, coros y dirección musical). Fernando Pugliese (Teclados y coros). Juan Pablo Maicas (Bajo). Vladimir Nicolaickzuk (Batería). Orquesta Sinfónica de Salta. Director Mº Jorge Lhez. Primera parte con la Banda de Nito Mestre. Segunda parte con la misma banda acompañada por la Orquesta. Aforo: 90%.

El rock, música netamente norteamericana, se origina en la paulatina fusión de los géneros denominados rock and roll, jazz de la costa oeste, soul, country, rhythm and blues y sus comienzos se remontan a inicios de la década del cincuenta del siglo XX. Queda claro entonces que el rock nace en Estados Unidos. Existen abundantes antecedentes al respecto. Esta aclaración me sirve para mencionar un hecho que seguramente despertará opiniones encontradas. En nuestro país se denominó primero “música progresiva” y luego “rock nacional” por razones comerciales a esta música tan particular. Es verdad que había, hay y habrá músicos argentinos que interpretan muy bien el género lo cual, en mi concepto, no es suficiente crédito para denominarlo “argentino”. Cuando de zarzuela se trata, cantada o tocada por músicos de nuestro país, a nadie se le ocurre llamarle “zarzuela nacional”. Lo mismo sucede con el minué francés, el vals austríaco, el joropo venezolano, la salsa caribeña, el samba brasileño, etc. En un sentido inverso, pensemos en intérpretes alemanes que tocan una chacarera, nuestra, argentina ¿alguien diría: “ejecutaron un chacarera alemana?” Hecha esta aclaración hablemos de lo que pasó anoche.

Al mejor estilo Boston Pops en el sentido de reunir expresiones populares con acompañamiento sinfónico, llegó a nuestra ciudad uno de los próceres del rock en nuestro país como es Nito Mestre acompañado de su excelente banda. Así como otros de su época se dedicaron al “heavy metal”, “rock pesado”, etc. Mestre incursionó en lo que se podría llamar “rock melódico”, de tinte mas suave, más delicado, inspirado en líricos pentagramas que tal vez ofrecen al oyente poco avisado, un cierto grado de monotonía pero cuyas letras hablan de cosas que nos pasan, de hechos profundos del ser humano y cuyas estructuras armónicas no son tan rutinarias como podrían aparecer al inicio sino que se apartan del denominado “rock clásico” para crear un sonido diferente y atractivo.

Mestre, que se inició con la música clásica y que se hizo famoso cuando estaba en “Sui Generis”, tiene una voz de registro amplio y un timbre extraño que termina por agradar. Su banda está integrada por un excelente guitarrista, un hábil hombre del teclado, un percusionista quizás no muy académico pero que exhibe un pulso fenomenal. Al compás de las palmas del numeroso público la banda comenzó sola mediante temas conocidos como “Quizás porqué” con el líder cantando y a veces apoyado por otro u otros de los integrantes como el grave “ba-ba-bu-set” de Pugliese y alguna pirotecnia vocal de los que hacen coros como el nombrado mas Salgueiro.

Finalizada la actuación de la banda sola, entró de nuevo junto a los músicos de la sinfónica local conducidos todos por el maestro Lhez que tomó el podio dada la repentina ausencia, por razones familiares, del titular Enrique Roel. Ya sabemos de las virtudes del director asistente de nuestra orquesta. Su conducción fue de primera, siempre cuidando el detalle de lucir a la banda en arreglos que pertenecen al maestro Alberto Velasco, entre los que se destacaron por su impulso avasallador “Cuando comenzamos a nacer” o “Tribulaciones, lamentos y ocaso de un tonto Rey”. El resto de los arreglos están pensados en función del particular lenguaje músico-vocal de Mestre o sea, tienen un sencillo discurso sonoro. El líder se dio el gusto de pasear gran parte de su repertorio que a través del tiempo está plasmado en dos decenas de discos compactos y en los que homenajea no sólo a su madre Tecla Bartasiute sino también a autores como Pérez Soto, Berra, Walsh y el mismo Mestre entre otros. La orquesta salteña ofreció una noche diferente para un público también distinto del habitual.

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