Ricardo Alfonsín autorizó al Colegio 5081 llamarse como su padre

El diputado nacional electo Ricardo Alfonsín fue recibido anoche a las 20, 36 hs. por el rector Juan Domingo Aparicio Gómez en la sede principal del Colegio 5081. Llegó feliz, agradeció la iniciativa del Colegio de poner el nombre de su padre, firmó la autorización a la institución, habló a los jóvenes, brindó y partió a un encuentro con su partido.

La sede principal del Colegio Secundario Nº 5081 (Salta, Capital) se encuentra en Pje. Santa Victoria y Mendoza, funciona en turno vespertino con dos anexos: uno en Villa Asunción y otro en Palermo. Tras haber cumplido los 25 años de su fundación, los integrantes de la institución educativa resolvieron por votación ante la presentación de un proyecto, dar el nombre de Raúl Ricardo Alfonsín al Colegio.

La visita de Ricardo Alfonsín coronó la decisión de los miembros del Colegio y recibió el visto bueno por parte de la familia del ex presidente. Asimismo, el hecho de contar con la presencia del diputado electo por el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) fue avalado por el Ministerio de Educación, donde se encuentra el proyecto pendiente de aprobación.

Los integrantes de la comunidad educativa del 5081 expresaron orgullo y agrado ante la presencia de Ricardo Alfonsín, quien recibió una calurosa bienvenida por parte de todos. Ingresó a dirección y firmó el consentimiento del nombre de su padre para el Colegio. Más tarde firmó el acta donde dejó constancia de su paso por el 5081. Los estudiantes hicieron un silencio respetuoso cuando se dirigió al patio y brindaron un aplauso espontáneo y sentido que ameritó un discurso por parte de Alfonsín.

La nota firmada por Alfonsín fue remitida al rector vía fax el 28 de julio de 2009 y firmada anoche en presencia de los integrantes del Colegio. Y reza: “… que nuestra familia acepta con sumo agrado que la institución que Ud. dirige lleve el nombre de mi padre Raúl Ricardo Alfonsín. Con nuestro reconocimiento, en especial el de mi madre María Lorenza Barreneche, y el de toda nuestra familia…”

“Nuestra comunidad quiere hacerle llegar humildemente a su señora madre un presente”- aclaró el rector al momento de la entrega del obsequio. Y luego llegó un pequeño regalo para Ricardo. “Esto es extraordinario para nosotros, me conmueve tanto este reconocimiento…” al tiempo que manifestó emocionado “voy a venir más seguido si me tratan así” y agregó: “cuenten conmigo desde mi humilde lugar”.

Luego de un brindis en el que expresó “al fin voy a probar una empanada salteña” fue despedido afectuosamente por el personal de la institución.

“Hemos puesto un nombre no sólo para recordar sino para imitar”- expresó Aparicio Gómez, el rector de la institución, en la despedida puertas afuera del Colegio Secundario 5081 a lo que Ricardo Alfonsín le respondió: “Los felicito por la tarea que desarrollan y les agradezco tanto cariño, tanto afecto y tanto amor, son tan buenos que parte de ese cariño que sienten por Alfonsín lo trasladan a mi persona”.

El mensaje a los jóvenes del Colegio Secundario Nº 5081

“Quiero agradecerles a todos ustedes como miembros de la comunidad educativa de esta escuela y por supuesto a las autoridades -ya lo hice con ellas- quiero agradecerles sinceramente el cariño y reconocimiento hacia la figura de Raúl Alfonsín que fue presidente de la transición democrática. No se trata de un homenaje a Raúl Alfonsín simplemente sino de su figura en el conjunto del pueblo argentino porque fuimos capaces de hacer en aquellos tiempos, en circunstancias muy difíciles muchachos – ustedes no habían nacido, no saben lo que era la Argentina en aquellos tiempos de la dictadura, no se imaginan lo que era vivir y ser joven en el país de aquellos tiempos: la violencia, tortura, y los secuestros estaban a la orden del día hasta que en el 83 después de un esfuerzo grande de lo argentinos recuperamos la democracia- fuimos capaces de hacer las cosas lo suficientemente bien, todos juntos, como para que no volviera a ocurrir lo que había ocurrido en otras oportunidades. Ya en otras ocasiones se habían inaugurado etapas democráticas pero los golpes de estado volvían a interrumpirlas. Por primera vez en la historia de la Argentina podemos sumar 26 años consecutivos de democracia. Por supuesto que esto fue una conquista: haber terminado con la tortura, el asesinato, la violación de personas. Eso ocurría hace 26 años nada más, eso ocurría en la Argentina, haber terminado con todo eso es muy importante pero tenemos todavía -la democracia tiene todavía- una deuda muy grande con millones de compatriotas nuestros. Tiene una deuda con la justicia social y tenemos que zanjar esta deuda. Hay que terminar con la pobreza en la Argentina. Es un imperativo moral de los que hacemos política.

Quienes hacemos política lo hacemos con una convicción ética, procuramos organizar la sociedad y es muy difícil la tarea porque de ello depende la calidad de vida de la gente de manera tal que cada cual pueda vivir con dignidad y hoy no ocurre eso en la Argentina. Tenemos que ser capaces entre todos de definir políticas que nos permitan poner en marcha un proceso de desarrollo que termine con la pobreza en el país. Esto no se hace de la noche a la mañana pero es posible empezar a transitar un camino de esfuerzo con un horizonte concreto.

Lo peor que nos puede pasar es que además la pobreza se apodere de los argentinos, la pobreza y la desesperanza hacen la vida absolutamente imposible; tener la convicción de que nada cambiará, de que nosotros somos pobres, de que nuestros hijos serán pobres, de que los hijos de nuestros hijos serán pobres lastima a la democracia y pone un cuestionamiento severo a quienes hacemos política.

Reitero chicos que esto no es fácil, si uno de ustedes se dedica a la política con las mejores intenciones y se sacrifica sabrá lo difícil que es. Lo mejor que tiene la democracia es la educación pública, hubo tiempos en que no habían escuelas públicas, no crean que siempre hubo hospitales públicos… hubo tiempos en la historia en que no existieron; no crean que siempre existieron las universidades sostenidas por el estado que permiten a los estudiantes, a los chicos, ingresar gratuitamente; no crean que siempre existió la indemnización por despido, la jubilación; no siempre existió la prohibición del trabajo infantil; no siempre existió la jornada de ocho horas. Estas fueron conquistas que se fueron logrando a través de las luchas políticas; mucha gente murió, sacrificó sus vidas, su familia, sus libertades… por estas conquistas. Muchos de ellos no las vieron y sabían que no las iban a ver, y sabían que era difícil pero también eran plenamente conscientes que debían continuar la lucha porque sus hijos no llegarían a ver estas conquistas si la abandonaban.

Hoy en EEUU gobierna un hombre de color, ¿saben cuántos murieron por los derechos civiles, por la igualdad de derechos para los hombres de color? Era imposible que gobernara un hombre de color, hace 50 años era impensable que sea presidente un hombre de color en EEUU. Todas estas son conquistas de la política y hay que retomar la lucha de nuestros antepasados y hacer un esfuerzo grande más allá de que a veces tengamos la certeza de que no podremos obtener los resultados que queremos obtener. Pero nunca hay que abandonar la lucha para lograr realidades más justas. Yo les digo esto ahora y van a ver que cuando sean más grandes a algunos de ustedes les picará el bichito de la cosa pública, de la sensibilidad frente a los que más sufren y liderarán algún partido político y entenderán que algún fundamento tenía lo que decía.

Miren chicos, la vida no es solamente para disfrutarla, para pasarla lo mejor posible y rodearse de confort; la vida es también para hacer cosas importantes, no para ser importantes, que puede ser frivolidad, tilinguería, es para hacer cosas importantes, para darle sentido, para darle trascendencia. Y nada es más importante, nada le da más sentido y trascendencia a la vida que trabajar por mejorar la condición del hombre, y desde muchas actividades se puede trabajar para mejorara las condiciones de vida del hombre. Pero es la actividad política, la actividad por excelencia para mejorar la condición humana. No les digo que ustedes tengan que ser concejales, gobernadores… les digo que por lo menos sean ciudadanos. La diferencia entre ser un habitante y un ciudadano es la siguiente: el habitante se preocupa solamente por las cosas personales y actúa con indiferencia frente a los problemas que son ajenos, el habitante solamente se preocupa por la escuela a la que manda a su hijo, se preocupa solamente por el hospital al que envía a su hijo, se preocupa por la iluminación de la calle en que vive. El ciudadano, se preocupa por la escuela a la que no va su hijo, se preocupa por el estado de las calles en que no vive, se preocupa por todos.

No digo que tenemos que ser todos políticos pero comportémonos como ciudadanos porque si no será muy difícil hacer transformaciones. Es muy difícil producir cambios si no hay una sociedad comprometida y capaz de luchar detrás de esos cambios. La educación- esto no es novedoso- es un derecho fundamental en estas sociedades salvajes, capitalistas salvajes, agresivas y competitivas. Será imposible garantizar ese derecho si no tenemos educación igualitaria, la misma educación para todos.

Para realizarse en la vida, muchachos, se necesita la educación y no sólo para realizarse en la vida, en una sociedad muy cruel, sino para cambiar la sociedad. Solamente con un pueblo consciente, con un pueblo que sea capaz de percibir qué es lo que está pasando se podrá trabajar para cambiar una organización de la economía socialmente injusta.

La tarea de quienes abrazan la política con esta dimensión moral que nos obliga a luchar por los que menos tienen es extraordinaria. Pero les puedo asegurar que en esa dificultad se está probando la importancia de nuestras aspiraciones. Si fuera fácil lo que nos proponemos no sería tan importante. En tiempos de crisis, de indiferencia, de escepticismo, estas palabras pueden sonar difíciles de creer pero les aseguro que algunos de ustedes podrá salvarse, alguno de ustedes podrá tener éxito en la vida, serán casos excepcionales si no hay una sociedad más justa. Y es muy difícil que la mayoría que se encuentra en situaciones difíciles puedan realmente realizarse en la vida si no se producen cambios en la sociedad y esos cambios se dan a través de la política. Pero la política no podrá si no hay un compromiso militante y lúcido de los sectores populares que están especialmente interesados en modificar las injusticias de esta sociedad.

Muchas gracias a todos ustedes”.