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viernes, abril 26, 2024

Sitio Común, Sentido Común y Bien Común integrados

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El Sitio Común es nuestro planeta Tierra, la Gaia, nuestra Pacha, la que a modo de una gran nave de forma esférica nos lleva de paseo por el espacio, girando y girando sobre sí misma, completando cada 365 días su movimiento de translación alrededor del Sol. Al haber equivocado nuestro concepto respecto al significado del sentido común por acción del egocentrismo, muchos en algún momento hemos creído que era el lugar donde uno está parado o el sitio que uno comparte con sus pares. Esto ha sido producto de la identificación y debido a la domesticación cultural que nos llevó a discriminarnos unos con los otros; ya sea por cuestiones de raza, religión, partido político, club preferido, status, etc. La mayor de las veces basados en la especulación y la competencia. Es obvio que al actuar así, los seres humanos hemos hecho un daño inmenso a la naturaleza, afectando también al individuo y al organismo social humanitario; quebrando incluso, el equilibrio ecológico planetario. Todo ésto ha ocurrido porque en general, tenemos una idea tergiverzada acerca de lo que realmente es el Sitio Común. El exceso de acción nos impidió observar en profundidad y el exceso de razón, nos ha abolido la percepción intuitiva y ha impedido sentirnos colectivamente. Pero aún estamos vivos y a tiempo, para realizar el camino de retorno, donde la fuerza de la crisis actúe intensamente como catalizador de la conciencia. De no ser así, seremos simplemente ladrones de futuro para las próximas generaciones.

La dañabilidad es ignorancia e inconsciencia a la vez, y la indañabilidad, es conciencia obrando en pos del devenir. Discernir, es distinguir lo falso de lo verdadero. Mas entendamos que el paso que va desde el carácter apropiativo -basado en el apego- hacia el desarrollo del desapego, en ocasiones es vivido como un síndrome abandónico y nos deja expuestos a nuestros propios miedos internos. Sin embargo, dicho paso se comporta como un salto dimensional cualitativo, que nos permitirá progresivamente adquirir nuevas formas evolutivas de convivencia, en concomitancia con el despertar colectivo de la conciencia. Dicho de otro modo, necesitamos morir al egocentrismo para renacer liberados por la solidaridad y el amor, como la expresión más excelsa de la revolución interior.

Al estar abolido el Sentido Común en una inmensa cantidad de seres humanos, producto del condicionamiento que a menudo nos adormece; cada uno ha percibido su verdad como algo definitivo, sin tener en cuenta a los demás. Esto nos tiene enfermos, disociados, producto del pensamiento tóxico que nos confunde y hace creer que la ficción es realidad y que la realidad, es un supuesto falso a demostrar. Al estar en crisis el Sentido Común, se nos ha alterado seriamente la percepción del otro en su otredad; comprendiendo que es un ser humano que también tiene lazos de pertenencia con esta humanidad y que es un hermano, aunque viva en las antípodas del planeta. Tal error perceptivo, nos ha hecho creer que esto que hoy vivimos es una guerra entre el otro y yo, motivo por el cual, el nosotros desaparece de inmediato por el yo deseo, yo observo, yo quiero y yo pienso… Hoy no hay respeto por la mujer o los niños, la juventud a veces anda errante porque al parecer, la vida no vale nada. Cada día nos repugnan con nuevas noticias sobre la muertes de inocentes al servicio de la ignorancia que gobierna el mundo. Al parecer, el Sentido Común sigue siendo todavía la medida de lo posible, y por el momento, continúa siendo el menos común de los sentidos… Nos hace falta gestar entre todos un compromiso cotidiano con la Vida. Sólo el compromiso colectivo de vivir despiertos, nos puede sacar del ostracismo. Juntos Podemos!!!

Consideremos que cada persona cuando se halla frente a un problema lo hace desde ocho puntos de vista diferentes, como se detalla a continuación, ésto nos permite entender el por qué perpetuamos indefinidamente el conflicto. Veamos, repasando un poco las matemáticas nos podremos dar cuenta el comportamiento de la bipolaridad egocéntrica interna, en primer orden podemos considerar el problema respecto a lo que uno desea y a lo que no desea; en segundo orden, respecto a lo que uno observa y a lo que no le interesa ver. En tercer orden, en cuanto a lo que uno quiere y a lo que no quiere y por último, el cuarto aspecto corresponde a lo que uno piensa y a todo lo que no concuerda en franca oposición. Todo sucede en el interior de uno mismo. Estas ocho variables, dos por cada uno de los cuatro aspectos, referidos a la Voluntad, la Observación, el Sentir y el Pensar, ponen en marcha un juego por demás peligroso, basado en el mirar sin ver; sin sentir al prójimo como a un hermano y sin darnos cuenta, que dicha oscilación, quiebra nuestros ritmos internos tanto en el aspecto fisiológico como en el psicológico inclusive.

A modo de un ejercicio sencillo, pero aún no resuelto, consideremos el problema “agua para todos”. Si una persona ve cada problema que la vida le antepone dividido en ocho puntos de vista, los que interactúan y le generan interiormente una gran confusión; entonces, dos personas que opinen sobre el mismo problema lo verán seguramente desde 16 puntos de vista diferentes y así sucesivamente. O sea, que si los 7 mil millones de habitantes que tiene el planeta analizaran con simultaneidad desde su su yo personal el mismo problema, lo harían desde 56 mil millones de puntos de vista diferentes; ésa es la causa por la que no nos entendemos. Es indudable, que este fenómeno correspondiente a la mente humana está basado en la dualidad de nuestro ego y explica por sí mismo, el grado de confusión que padecemos en la actualidad; con guerras periódicas, contaminación en todas sus formas, como así, padeciendo una degradación psicológica sin precedentes, que afecta a todos los niveles sociales y en general, a toda la humanidad.

¿Qué nos pasa a los seres humanos que nos impide darnos cuenta, acerca del por qué nos encontramos en el Tercer Milenio sin entender lo que significa verdaderamente la convivencia pacífica? ¿Cómo vamos a resolver armónicamente el problema de proveer “agua para todos”, si seguimos siendo egocéntricos? Considerando que aún nos quedan otros problemas por resolver, como el ver la posibilidad de obtener “comida para todos”, “abrigo para todos”, “justicia para todos”, “educación para todos”, “salud para todos” etc. La pregunta reside en saber ¿dónde estamos fallando? ¿Será “culpa” de la izquierda o de la derecha, o de ambas a la vez…? Será que unos somos creyentes y otros ateos, o que unos monoteístas y otros, politeístas; o es, que verdaderamente estamos enfermos de egocentrismo crónico y no queremos asumir la realidad. Quizás, lo que nos está faltando es des-cubrir, o sea, quitar el velo que cubre a nuestros impulsos inconscientes, hasta removerlos definitivamente. Actuar así indefinidamente, enturbia todo entendimiento posible y nos aleja de la superación del conflicto. La mente disociada es autodestructiva. Mas cuando la conciencia guía nuestros actos, la claridad ilumina el recto camino y el Bien Común, es la consecuencia directa. Causa y Efecto obrando. Anatole France nos dejó para cerrar estas maravillosas palabras: Comprender es Amar.

Néstor Hugo Almagro

http://www.nestoralmagro.com.ar/

1 COMENTARIO

  1. Sitio Común, Sentido Común y Bien Común integrados
    Es interesante ver un articulo de estas ca racteristica s
    en un mundo tan egoista que la gente esta en un estado individualistas de autoanulación social,donde la solidaridad es casi una utopia, hoy por hoy.

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