La mayoría de los argentinos laburantes no quieren un país de maravilla, sino un país pujante y en crecimiento constante que sea reconocido mundialmente por su seriedad jurídica y sus posibilidades de inversión. Desde hace muchísimos años la Argentina es gobernada por dirigentes que profesan ideas populistas y las mismas cada dia que pasa nos han llevado a una situación de mayor pobreza, inseguridad personal y jurídica.
La mayoría de la población argentina no le interesa la política y lo que ella significa para los destino de la nación, es así que cuando hay elecciones votan por aquellos candidatos que les ofrecen mas prebendas, aunque cuando llegan al gobierno hacen todo lo contrario de lo que prometieron. El espíritu futbolero esta insertado en la política y se vota como si uno fuera hincha de un club de futbol. Es así que los dirigentes políticos también hacen campañas en este ámbito para posesionarse entre la gente. Pero cada dia todo es más lamentable porque la gente se niega a reconocer que estamos mal y por este camino iremos peor.
La maquinaria casi monopólica de propaganda del gobierno les hace creeer que todo los que nos pasa no es culpa del gobiernos que le corresponde dirigir los destinos de la Nación sino de los MALOS DE LA PELÍCULA…..últimamente los fondos buitres que están en todos lados, menos en el gobierno y sus amigos que cada dia ven crecer sus ganancias a costa de un pueblo idiota y drogado toda la semana por partidos de futbol. La droga les dura hasta que una fábrica con muchos empleados para o son despedidos por falta de ventas.
La culpa entonces no es de la marcha general de la económica que dirige el gobierno sino de los empresarios “buitres” que están en contra de este MODELO DE DEPILFARRO”. Pero lo más grave que nos está ocurriendo es que acorralado por sus múltiples errores, este gobierno, está en venta internacionalmente del mejor postor en cuanto nos brinden su apoyo en esta cruzada contra los buitres de occidentes. Eso no es gratis y hay que pagarlo anticipadamente con negocios suculentos para beneficio de esos países. ASÍ ESTÁ LA COSA MAL QUE NOS PESE Y LO MUESTRA LA MARCHA DE LOS PRECIOS.
Las autoridades gubernamentales iniciaron el corriente año con un irregular y no explicitado proceso orientado a corregir en el tiempo las descomunales subvaluaciones de precios que presentaba el IPC del INDEC. Así, en el I-cuatrimestre-14 hubo un reconocimiento parcial de esos excesos, con las correcciones alcistas que planteara el nuevo índice de precios del INDEC (IPCNu). El proceso tuvo corta duración.
De crecer en el I-cuatrimestre un 12.0%, el IPCNu redujo su expansión al 5.5% en el II-cuatrimestre del año. En los primeros ocho meses de 2014 acumula un 18.2% de suba.
El promedio más representativo de las estimaciones del IPC de fuentes privadas, trepó un 16.0% en el I-cuatrimestre y un 9.6% en el II-cuatrimestre de 2014. Acumulando un alza del 27.1% en los primeros ocho meses de 2014. – Mientras en los primeros cuatro meses del año en curso la trepada del IPC privado superó en un 3.3% a la suba oficial, en el II-cuatrimestre la brecha con el IPCNu aumenta al 7.5%. – En agosto de 2014, el IPC privado ya duplica el aumento del IPCNu.
Habida cuenta de que las cifras del I-cuatrimestre son mayores a las del II-cuatrimestre del corriente año, se observa que mientras en este último período la medición oficial prosiguió en una meseta muy baja (rondando el 1.3% de suba mensual), las estimaciones de fuentes privadas tocaron un piso del 2.2% en mayo que luego comenzó a recuperarse con más intensidad y en agosto-14 trepó al 2.5%.
Las restricciones de la oferta y los exagerados estímulos al consumo vía la enorme emisión monetaria que reforzando la de por sí alta presión tributaria para el sector en blanco, generaron una mayor inflación que deterioró tanto la producción como el poder de compra de la población.
La mala asignación, ejecución y gestión del elevado gasto público es la caldera adecuada para acrecentar la mala distribución de una ‘torta’ que ha dejado de crecer.
El tema más peligroso en el comportamiento de los precios en el 2014, ya no es tanto un piso inflacionario alto -que rondaría un 40.0%-, sino la alta probabilidad de que el “techo” del nivel generalizado de los precios se acerque hacia fines de año al 50.0%.
Resta señalar que el anuncio presupuestario del 2015, de cumplirse, implica ajustes impactantes del lado que se lo mire. Al respecto, valga citar sólo dos ejemplos. Se estiman ingresos que más que duplicarán el crecimiento de los gastos (28.1% anual para los primeros y 13.2% anual para los segundos). Llegar con ese ajuste a un ritmo inflacionario del 15.0% previsto para el 2015, significa desconocer que la inflación -por los aumentos de los costos que el enorme ajuste generaría en todos los precios relativos- estará en un orden muy superior al vigente en la actualidad.
– Por Rafael Galarce – Radio Miami
