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lunes, mayo 6, 2024

La mujer de estos tiempos

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La mujer argentina (de la época) se puso al hombro los destinos del país, rol casi excluyente masculino en décadas anteriores. Hoy la mujer dejó de hacer la plancha y se asumió como una Líder de la resistencia y la recuperación histórica de la Nación, frente a estos saqueadores del patrimonio nacional.

Nunca tan decididas y dispuestas a recuperar el gobierno a estos secuaces del negociado personal. En las últimas décadas, las mujeres han tenido un protagonismo central en la política argentina, en la tarea de visibilizarse y ser actoras presentes en este descalabro institucional de despidos masivos y sufrimientos progresivos de un gobierno que no registra el dolor ajeno.

El liderazgo que ejerció durante ocho años la ex presidenta no fue un hecho aislado, por el contrario, se inscribió en un contexto en el que diversas fuerzas políticas y espacios institucionales fueron influidas por liderazgos y conducciones femeninas. Tarea pedagógica que muchos olvidan. El dato es que las mujeres tienen hoy un evidente e indiscutible protagonismo en las decisiones del poder que habla del fenómeno de las mujeres como grandes protagonistas de la política y, por supuesto como una evolución cultural. Es la propia sociedad la que les ha dado autoridad a las mujeres (y que Cristina cristalizó incuestionablemente), incluso con poco sostén y referencia masculina.

Téngase en cuenta que no me estoy refiriendo al contexto porteño, sino generalizando al territorio nacional, donde el género se instala como un paradigma de la lucha popular. Estamos ante una generación de mujeres ilustradas (esclarecidas) comprometidas con el ser nacional y que marcan un hito, sin retorno, del crecimiento democrático y del proyecto de Nación. Me estoy refiriendo a las mujeres (actuales) que luchan por la defensa de la Escuela pública/La salud pública y el bienestar globalizado de una sociedad sin desigualdades. Estoy hablando de una lucha progresiva del ciudadano-a, tal como lo anhela el Preámbulo de nuestra Constitución.

Tiempos difíciles

El cataclismo de la economía presente era impensado para la ingenuidad ciudadana y la mujer se vio arrastrada a ponerse el overol de la lucha y la movilización colectiva. Se tuvo que empoderar sin flaquezas. La mujer empoderada es la que se vale por ella misma. El hito histórico lo marca Las Madres de Plaza de Mayo y su tenacidad y perseverancia para enfrentar esos paredones que le puso la dictadura. Su característica fundamental es que no se victimizan, por el contrario buscan alternativas de resistencia y se organizan para la lucha creciente. En Salta, la líder de la Tupac (Mónica Sánchez) muestra, permanentemente, su coraje y claridad para marcar los objetivos y tomar la dirección inequívoca ante los leales y los “camaleones” disfrazados de amigos de la causa.

Ante todo inspiran respeto y confianza de gestión y acción. Para decirlo vulgarmente, no están en la pavada y convencen masivamente, como Milagro Sala, que pueden suplir, acabadamente, la presencia masculina. Se puede afirmar sin temor a equivocarse que estamos ante la hora del Liderazgo femenino, dado por la tremenda energía que imprimen a sus acciones y sus tremendas coherencias. Aparentemente, la mujer es más fiel a sus ideales y no se “vende” tan rápido como el género masculino. Tiene el sentimiento familiar (sentimiento de grupo) enraizado y eso le agranda el horizonte de sus operaciones.

Algunas características femeninas marcan el tipo de liderazgo que ellas ejercen: está más orientado a las personas/ tiene características más sociables y /con mayor tendencia a la cooperación. Esto hace que el trabajo en equipo sea más natural y que la mujer esté activa en la inclusión, conteniendo a las personas y preocupadas porque los procesos sean prolijos y sanos, que nos llevan a asegurar que la clave del futuro es el liderazgo femenino. Un ej. Creciente de esta gestión, es el grupo de “Manos unidas”, como una iniciativa para paliar el gradual deterioro de los ingresos familiares.

Sorprendido pero no tanto

Debo reconocer que esta evolución del siglo XXI me incomoda, en tanto que mi “machismo” (como antiguo) demoró muchas etapas para aceptar esas “topadoras” femeninas que provocan la vergüenza y sorpresa del género masculino, cuando demuestran que están más decididas que muchos varones para movilizarse en la defensa de la patria de estos vándalos que nos gobiernan. Soy esa generación despectiva e incrédula de las condiciones femeninas de liderazgo, pero la realidad actual me impuso un cambio de mirada, hasta tener que aceptar que la mujer aporta otras condiciones inhibidas en el varón.

Para el final debo reconocer que, en este momento, la mujer ha tomado “para sí” el grito rebelde de la resistencia y recuperación de la democracia. Es por hoy el agente de cambio indiscutible con mayores agallas para enfrentar esta recuperación de los derechos perdidos, en este gobierno entregador y sádico para las necesidades de los ciudadanos. Estamos en medio de una revolución, de la que todavía no tenemos registro y que a los varones les que cuesta contemporizar. Se trata de un salto cualitativo de integración de los géneros y, como tal muestra, la resistencia al cambio de los renegados a esta nueva perspectiva social irreversible.-

NdR (Nota de Redacción): la fotografía de portada muestra a la mujer salteña de hoy. A la izquierda, se ve a la profesora Alicia Balderrama, un ejemplo de mujer trabajadora e intelectual, luchadora y comprometida. La foto significa libertad: libertad para pensar, para actuar, para decidir, para tolerar si no se piensa del mismo modo. Eso también representa a la mujer de estos tiempos.

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