8.1 C
Salta
viernes, mayo 17, 2024

Generación Crítica: Réquiem para un erizo

Notas más leídas

La obra cerró la XVIII Fiesta Provincial de Teatro Salta 2012, organizada por el INT. La función se realizó el domingo 4 de noviembre a las 20:00 hs. en el Salón Auditórium a sala llena.

Ella baila en mi cabeza!

– Por Adriana Cecilia Pica

“Réquiem para un erizo”, obra de Germán Tolaba, muestra el nivel de locura de un hombre perverso que está obsesionado con una mujer y es rechazado por ella.

“Un réquiem se refiere a una pieza musical coral clásica dedicada a los muertos y al recuerdo de los mismos”. Un erizo es el papel protagónico de Germán, está completamente loco y experimenta sensaciones extrañas y fuera de control, a pesar de no ser el único personaje de la obra ya que actuaban en ella Esteban Trejo y Andrea Córdoba, él fue el único que vi distinguirse lujosamente en el escenario. La historia es la de un ser maniático que es ignorado por una muchacha que está casada, él se enamora a primera vista y ella “no lo ama”. Esteban Trejo actúa principalmente como un psiquiatra hablando de que “el final es irremediable” o “el amor roza como un viento” que logra percibir la esencia del loco.

Se habla de Romanticismo, Edipo, Mozart, grandes momentos de la historia. Todos somos locos pero hay diferente grado de locura. Un niño puede enamorarse por primera vez y sentir que si esa persona se aleja y lo rechaza se termina el mundo. No todo es así: hay muchas mujeres pero el que está obsesionado siempre busca “esa” porque es única para sus ojos, lo imposible prácticamente. Cuando iba sonando la música me imaginé ¿Por qué no poner algo más perverso? Como el tema de Porta “Voces en mi interior”, soy una muchacha loca que se sujetó de esta obra enloquecedora. Desde mi punto de vista observo la problemática de algunos niños y muchachos que se encuentran solos sin amigos ni con quien hablar, ellos son los que se alejan de la sociedad y por estas razones puede llegar a ser personas solitarias que no aprenden cómo vivir realmente y lo hacen a su manera, sin conocer el mundo.

El último erizo

– Por Laura Guzmán

“Réquiem para un erizo” es una obra presentada por Gabriel Germán Tolaba, en la cual se hace uso del humor negro a medida que se va desarrollando la historia de amor enfermiza, combinada de atracciones y celos desenfrenados que llevarán nada más ni nada menos que a la muerte. Aunque, ¿qué más se podía esperar de una situación como esta? Si ya cada uno había marcado su propio destino luego de haberse enamorado y elegido a la persona equivocada que, tarde o temprano y sin saberlo, los llevaría a la perdición. Pero…por qué obsesionarse así por alguien, y más aún sabiendo que no te ama? Pensamos que no encontraremos a otro/a igual, admirándola como algo único e irremplazable…¿Por qué?, ¿queremos que se nos cumpla acaso el dilema del erizo? ¿Serán acaso esas mariposas en el estómago, que nos inducen y piden a ese ser, sin importar tener que sufrir el intenso dolor a la proximidad? De temas relacionados con la propia vida, sus senderos y tropiezos se tratan en la obra; dejando como cierre una expresión que deja mucho que pensar y decir: el hecho de que el amor y la inteligencia se les sean dotados, mayormente, a aquellas personas que presentan ciertos aspectos externos positivos (como la belleza).

Pues, si bien la temática de la obra me resultó muy buena, a medida que ésta iba progresando, me fastidiaban ciertas escenas en las que se mostraban excitaciones y manoseos exagerados en las partes íntimas; de tal modo que la actuación que brindaron los personajes no me fue del todo convincente.

La puesta en escena fue ingeniosa, con una iluminación que destacaba la importancia del personaje, en su momento dado. Su vestuario los describía en sí e indicaba su papel en la obra; mientras que la música orquestal también ayudó a marcar el clima que se generaba en cada situación, ambas combinaciones resultaron muy adecuadas.

Ahora, como cierre del principio: la vida siempre va en línea recta y por más tropiezos u obstáculos que se nos presenten no debemos tomarlos como fracasos, sino que por el contrario, debemos utilizar todas esas fuerzas para luchar y seguir siempre hacia adelante, para no tener que quedar con el “Réquiem para un erizo”.

Sonata para una obsesión

– Por Romina Chávez Díaz

El texto dramatúrgico de Gérman T es maravilloso. Su exquisito lenguaje propone una textualidad absorbente, de una potencia insospechada y de una fragilidad superlativa. El texto es una melodía. Quizá, lo discordante está en la puesta que requiere de más audacia o de un dispositivo que encierre su acústica.

En esta oportunidad, la actuación de Gérman T logra sobresalir componiendo a un obsesivo que ha perdido la razón y ya no podemos enamorarnos de su ternura sino de su poesía. Su idealismo es bello pero su locura es tortuosa y produce ese rechazo que también ella, interpretada por Andrea Córdoba, percibe en su mirada y en sus torpes actos. Esteban Trejo se desdobla en el irracional y en el médico. Los tres producen el voltaje necesario para el Thriller.

La partitura dramática sigue los ritmos del Bolero de Ravel. Cuando su música acaba, la tragedia se consuma. Finalmente, el hombre/erizo demuestra su teoría.

Ver crítica anterior en https://www.salta21.com/Requiem-para-un-erizo.html

Generación Crítica es un Proyecto del Instituto Nacional de Teatro para la formación de jóvenes críticos de escuelas secundarias públicas. Somos un equipo integrado por Emil Rodríguez, Adriana Pica, Brenda Godoy, Rocío Alfaro y Laura Guzmán, bajo mi coordinación.

– Foto de portada tomada por Salta 21 durante la puesta

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Últimos Artículos