Ana María Parodi a la Regional de Teatro con el éxito de la temporada: Mujeres de negro

Treinta años de escenario. “Mujeres de negro” obtuvo el 3º puesto en la XVI Fiesta Provincial de Teatro y el 1º lugar en el corazón del público salteño. La obra se consagró como éxito de temporada 2010 por la gran cantidad de espectadores que tuvo.

La obra que actualmente dirige Ana María Parodi va a la Fiesta Regional de Tucumán, del 24 al 28 de noviembre de 2010, junto a La Cacería y a Conejito. El 8 y 9 de octubre a las 21, 30 hs. vuelve a las tablas a pedido del público, en Belgrano 1349.

La Parodi concede una entrevista a Salta 21 en la que analiza importantes cuestiones referidas a la Fiesta de Teatro que se desarrolló en Salta del 30 de setiembre al 3 de octubre y en la que resultó seleccionada por el Jurado integrado por Pablo Parolo, Juan Cruz Sarmiento y Mauricio Tossi.

Ana María habla de su teatro y de cómo generó una apuesta exitosa.

Esta mujer, es cien por ciento Parodi.

Pájaro pica-seso: la teatralidad de “negras mujeres”

En primer lugar, felicitaciones por Mujeres de negro. Cuando yo digo “ganó el teatro salteño” y por supuesto vos incluída, ¿te parece que es así?

– Somos teatristas salteños, vivimos y nos desarrollamos, aprendemos, crecemos, trabajamos y tratamos de perfeccionarnos o de llegar a la máxima optimización de nuestros saberes y capacidades.

Llevo 30 años sobre los escenarios salteños y soy una de las pocas afortunadas que viven de, por y para el teatro: en Salta, por supuesto. Ahora bien, si “el teatro salteño” ganó, lo dirá el tiempo, el público, las generaciones venideras… el semillero que viene empujando fuertísimo; es dificil desarrollar el concepto en generalizaciones.

Me preocupa la poca trascendencia de esta última fiesta provincial: pocas obras, los grupos y directores tradicionalmente ganadores no participaron; hubo muy poco público en las salas y esta es una tendencia muy notable y generalizada este año; salvo en el Festival Internacional, al que la gente concurrió masivamente.

Nosotras, “las Mujeres negras”, no podemos quejarnos en ese sentido, desde el estreno tenemos muy concurrida la sala y este querido público salteño nos acompañó muy bien.

¿Tenías como un pálpito que ibas a entrar en la selección?

– Desde que leí la obra, tuve buena “vibra”… (risas) No sé si es pálpito u olfato, no sé, siento que la obra nació y se desarrolló con muy buena energía y muy buenas ondas. Trabajamos con muy buen clima, nos entendimos, nos divertimos y sobre todo, las actrices respondieron con un alto profesionalismo, muchísima responsabilidad y compromiso total. En cuanto a la selección, hay que sincerarse en este aspecto: si se toma la decisión de presentarse y competir en la selección provincial, siempre se aspira a ganar, a estar dentro. Este año particularmente, Salta tenía la posibilidad de entrar con dos obras en la Nacional y una más en la Regional, o sea, entraban tres. Y sí, claro, no sé si era pálpito o expresión de deseo. Al menos a la Regional llegamos.

¿Cómo están las chicas del elenco con esta noticia?

– Las actrices, son unas “ídolas totales”. Son un párrafo aparte. Están muy felices y se lo merecen totalmente. Hemos trabajado muy duro, muy concienzudamente, con mucha voluntad, en dias de frío, de nieve, o tiempo de vacaciones, allí estaban: dispuestas a ensayar durante 4 o 5 hs. para poder estrenar en agosto. Soledad Pérez, Mary Gervino, Graciela Valls, ellas tienen todo mi reconocimiento, admiración y agradecimiento. Sin ellas, nada hubiese sido posible, es un trabajo en equipo, pero como siempre digo: “sin actores o actrices no hay obra”. Ellas son las dueñas del éxito!!!
También un agradecimiento a la labor de Manuel Agüero en diseño de iluminación y de Jorge Aragón en maquillaje.

Fuiste muy advertida en generar esta idea: hay muchas mujeres directoras en esta Fiesta de teatro. Vos y Nena Córdoba, las ganadoras.

– Sí, una característica de esta Fiesta: Idiarte -en adhesión-, Ramos, Salomón, Lobo, Domínguez, Gil, Córdoba, Parodi y la visitante Aparicio, creo que no me olvido de nadie. Mayoría femenina absoluta en dirección, y por favor, léase: femenina y no feminista. Y sobre tres seleccionadas, dos mujeres. ¡¡Bravísimo!!

¿Te parece un punto fundamental o al menos un síntoma de nuestro teatro?

– No sé si punto fundamental, me parece ampuloso el término; tampoco sé decirte si es un síntoma, en todo caso es una característica a tener en cuenta, poner atención al hecho y dirigir la mirada a la observación. Habrá que ver hacia el futuro y medir las estadísticas para saber si crece, continúa, marca tendencia o es simplemente una coincidencia. Creo advertir que en los últimos años, hay mayoría de mujeres en teatro, en todos los roles: producción, dirección, actuación, docencia, asistencias y aspectos técnicos.

¿Desde dónde partiste como directora para contarnos que estas tres viudas necesitan “expulsar” sus padeceres?

– Desde el texto, naturalmente… lo tenía en el freezer desde hace por lo menos 3 años. Lo leí después de ese tiempo, y fue disparador de imágenes, símbolos, metáforas, y siempre quise apostar a una puesta muy teatral con pocos elementos, con las actrices como plato fuerte, y además el desafío de exponer situaciones durísimas con un toque de humor.

Sos sumamente cuidadosa y una gran apostadora a tus producciones, ¿por qué te gustó particularmente el texto de Mujeres de Negro?

– Justamente, yo me formé en la vieja escuela del teatro independiente, donde el trabajo personal de cada uno de los integrantes del grupo era multifuncional y con lo poco que había tecnológicamente, se buscaba desde el escenario emitir mensajes sociales válidos, denunciar, mostrar y entretener, lógicamente. El texto, que para esta temporada estaba como segunda opción, pasó a primera por la mediación de un colega que me acompañó a re-leerlo y allí fue donde una corazonada interna, que no puedo explicar claramente, pero que me suele ocurrir en las pre-producciones, algo así como un sexto sentido creo, actuó de disparador… Vi la posibilidad de reflejar una violencia de género de la que no hablan los medios hasta que no hay muertes o tragedias, esas injurias cotidianas que van oradando, como el pájaro pica-seso… decirlo con humor, trabajar las metáforas con imágenes o pequeños objetos como las cadenas, por ejemplo, hacer que las mujeres sean protagonistas de un proceso de liberación del que pueden salir sin llantos dramáticos… Y a la vez reflejar esas experiencias de las que nunca aprendemos lo suficiente y repetimos modelos que lamentablemente siguen existiendo. Tambien trabajé la ironía como una manera de reírnos de las actitudes melodramáticas que asumimos a veces… Y bueno, hay quienes ven todo esto, o descubren nuevos símbolos, y hay quienes no lo ven y salen contentos disfrutando de la simpleza de lo anecdótico. Un final que sorpresivamente sirve para imaginar o interpretar a gusto… Hubo algún profesional de la psicología que proponía debate, pero no se pudo concretar aún… Estoy conforme, muy conforme con el resultado, aunque confieso que sigo ajustando detalles.

¿Qué expectativas te genera ir a la Fiesta Regional?

– Guuuuauuuuu… en 1986 con el grupo Peña Española, participé representando a Salta con la obra “En boca cerrada…” una de las primeras Fiestas Nacionales. Entonces eran en el Teatro Nacional Cervantes… (risas) Un escenario circular magnífico donde cabían 10 escenarios de la Peña, y una sala para no menos de 800 espectadores… La experiecia fue alucinante… tuvimos muchisimo público y el aplauso cerrado de tantísima gente, me hizo temblar las rodillas… Sé que una Regional no es lo mismo, y en estos tiempos las Nacionales se han federalizado; estoy muy feliz de representar nuestra actividad, participar de un evento, mostrar el trabajo y estar presentes no es poca cosa; el jurado siempre prefiere obras de una estética experimental, o de ruptura o “nuevas tendencias” y para todas nosotras esta oportunidad es un privilegio y una distinción que valoramos. Como actriz, con Oh, Sarah! estuve muy cerca, pero no lo logré; ahora como actriz que dirige, me siento altamente gratificada.

Me contó un pajarito que el autor de Mujeres de negro quiere venir a ver la obra. ¿Lo vas a traer, lo vamos a conocer, va a asistir?

– Sí, quiere venir a ver la puesta. No lo puedo “traer”, él viene por su propia iniciativa, estamos tratando de conciliar fechas, ya que pensábamos en la posibilidad de fines de noviembre, pero coincide con las fechas de la Regional, y yo quiero que la vea en Salta con la escenografía original y en nuestra sala. Así que en cuanto sepa fechas y detalles, te cuento…

¿Qué aspectos positivos te dejó esta Fiesta y cuáles creés que deberían replantearse?

– Aspectos positivos: nuestra Selección, lógicamente. Por lo demás… Mmmm…. “no sabo, no contesto…” Esta Fiesta no tuvo el clima de Fiesta de otros años… ni el glamour, ni la difusión, ni la participación de los teatristas, y público de años anteriores. No sé por qué, ni debo ser yo quien lo explique, ya que no soy parte de la organización. En general, ha sido un año rarísimo: pocas producciones, poco público en las salas como te decía al comienzo, no sé, un año muy particular. Y en cuanto a un re-planteo, les corresponde a las instituciones organizadoras.

¿Te sentiste cómoda con Leonel Giacometto y Cintia Axt en la devolución?

– No. Giacometto sobre todo, me pareció muy arrogante. Enfocó el desmontaje desde una crítica que descalificó el texto y “ninguneó” al autor. La dramaturgia debería discutirla con el autor, no conmigo. Mi única responsabilidad sobre el texto, es haberlo elegido. Pienso que debería haber enfocado el desmontaje o devolución específicamente sobre la puesta y escritura escénica. Yo tengo un fundamento para cada símbolo y el porqué de cada una de las metáforas; aparentemente él ni las vio, ni las entendió. Por otra parte, no se puede hacer un desmontaje y hablar de “la rubia del medio” o “la rubia más vieja”, las actrices tienen nombre, los personajes tienen nombre y hay una ficha técnica con información que no puede faltarle a un crítico teatral. Por otro lado, aunque tenga preparación y capacitación específica, acádemica, universitaria o vaya a saber qué, con sus jóvenes años, no tiene ni la experiencia, ni la vivencia y está muy lejos de temas generacionalmente relacionados. Cintia intentó una defensa de género y una justificación social -que la obra no necesita-; a mí, no me aportaron nada teatralmente. Un libro te describe teóricamente un cómo, un porqué, un método, un concepto, un género; pero el teatro, en cualquiera de sus aspectos, se aprende en la práctica, y este chico tomaba teta cuando yo ya caminaba un escenario. Un crítico es un crítico, eso no significa que sepa hacer teatro.

Cuando el público -sea de mujeres o de hombres- aplaude, se ríe, se emociona, ¿qué cosas creés que se lleva?

– En primer lugar, creo que el arte debe conmover, de alguna manera tiene que movilizar emociones y sensaciones en el espectador. Y creo que el público que nos aplaude se emociona, se identifica o no, se divierte, y además piensa sobre aspectos propios o ajenos que vivió o conoció, analiza situaciones que plantea la obra sobre la vida cotidiana.

Parodi en la escena es directora y actriz, no sé, yo te veo así, aunque digás que te estás abriendo a la dirección y que sos una actriz que dirige. ¿Nos vas a regalar nuevas posibilidades desde ambos lados?

– Si, por supuesto, pero aún no sé qué, ni cuándo. Es demasiado pronto para abrir un nuevo proyecto. Por ahora vamos a cumplir con los compromisos contraídos y a continuar con lo que depare la temporada. Luego leeré textos y cuando sienta esa chispita del sexto sentido que dice: “aquí está”… te cuento cómo seguimos…

No te voy a preguntar cómo es un día de fin de semana en la vida con tu “marido”, el Auditórium, sino cómo es un día en la vida de la mujer que sos…

– Mmmm… como el día de toda mujer supongo. Hay que demitificar a los artistas o protagonistas del espectáculo; fuera del teatro tenemos vidas con quehaceres, obligaciones familiares, penas y alegrias como todo ser humano. Dormir, comer, lavar, cocinar, comprar, mecánico, médico, hijos, nietos, trámites, impuestos, amigos, disgustos, decepciones, sorpresas, emociones, pérdidas, peluquería, mucho estrés, todo; igual que muchas mujeres vivo pendiente del bienestar de mis hijos.

¿Y en el de la artista?

– La artista sueña, busca, piensa, a menudo es insomne, sensible a las mínimas señales, obsesiva, perfeccionista. Mi día es compartido entre la necesidad de creación y las obligaciones cotidianas. Un día prevalece Sarah!!, y otro día extraño a Eva, y al siguiente invento un posible espectáculo multidisciplinario que de noche y en la almohada es espectacular y magnífico, pero cuando amanece y despierto es materialmente imposible; otras veces estoy en blanco total, y eso me asusta. Sólo le pido a Dios, que me dé vida mientras pueda caminar un escenario; ya te dije una vez que es el único lugar donde me siento más cerca del cielo.

– Notas relacionadas:

Ganadores Fiesta de Teatro Salta 2010: cacería de conejitos con mujeres de negro

https://www.salta21.com/Ganadores-Fiesta-de-Teatro-Salta.html

Impecable puesta de “Mujeres de negro”

https://www.salta21.com/Impecable-puesta-de-Mujeres-de.html